Infranqueable

Olvidarte

Ha sido más fácil de lo que creía
mirar esas fotos y no sentir nada.
Distorsionar tu imagen semidesnuda
y no recordar en qué postura
hicimos el amor en tu cama
(o en la mía).

Gracias al calendario
por ir tachando días
porque se me olvida un beso
cada vez que despierto
por la mañana,
y ya pesan los meses a la espalda,
pero no te echo de menos.

Leer tus cartas
y no recordarme leyendo tus ojos,
no reconocerte impreso en las letras,
y es que no sé si llegué a leerte siquiera,
si quisiste que te leyera,
o es que nunca me miraste lo suficiente.

Reírme de tu cara y quemar
sin remordimientos
los momentos pasados,
archivarte en el cajón de "superado",
y suspirar en otros brazos.
Pensaba que dolía,
pero no me dueles tanto,
si te digo la verdad.

Eres aire que vas y vienes,
y traes contigo amor,
pero te lo llevas cuando quieres.

Te crees que soy la hoja
que a tu antojo mueves,
pero tú te paras, y yo sigo inerte,
oyendo cómo aúllas queriendo morderme.

Me dejaste rota.

Ahora grita, llora,
no ha sido mala suerte,
yo lo llamo justicia vengadora:
hoy las agujas que me pinchaban la boca
marcan la hora
de tu muerte.

Yo aprendí la lección que las lágrimas
me enseñaron.
Y con ellas armé estrategias
para tirar abajo
el reino de mentiras
que gobernabas sin corona
y que como un tirano
disfrazabas de cariño.

Parece que le he dado
la vuelta a las cosas
¿No es así, arrepentido?