Guarda el último baile para mí
Hay luz en el salón de mi casa, mierda. Al oír la puerta Sylvia se asoma.
—Bueno, bueno, bueno...mira quien viene a hurtadillas con ropa de chico y con cara de haber visto las estrellas. —Su tono es más agudo que de costumbre.
—Shh, calla.
—No, no me callo. Ya me estás contando que has hecho por ahí.
—He pasado la mejor noche de mi vida.
Me llevo las manos a la cabeza sin dar crédito a todo lo que acaba de pasar.
—¿Quién es el culpable?
—Se llama Déniss.
—Uhh Déniss, que nombre más sexy. ¿Dónde lo has conocido?
—Me lo encontré esta mañana por casualidad en la tienda de zumos, empezamos a hablar y quedamos después del trabajo. Fuimos a tomar unas cervezas... y no sé muy bien cómo, acabamos en la piscina de su habitación, en un hotel; por eso llevo esta ropa. Ha ocurrido todo muy deprisa y ha sido una auténtica locura. Me he dejado llevar a pesar de que no le conozco de nada, pero es como si le conociera de más tiempo. No sé... —digo como pensando en voz alta.
—Habéis conectado. Cuando eso pasa ¿qué hay de malo en dejarse llevar?
—¡Lo hemos hecho dos veces seguidas! —Me tapo los ojos y no puedo evitar sonreír—. Y vaya dos veces, ha sido alucinante.
Siento un escalofrío al recordarlo.
—¿Dos seguidas? Ahora entiendo tu cara. ¡Qué envidia! ¿Os vais a volver a ver?
—No sé, supongo, no tengo ni idea... Creo que voy me voy a dormir.
—Sí, descansa —dice en tono jocoso.
Me asomo por la ventana, pero no hay nadie. Mil preguntas pasan por mi mente y la principal es: ¿nos volveremos a ver? Con todas mis dudas sin resolver intento conciliar el sueño, que viene mucho más rápido de lo que yo imaginaba.
Por fin viernes, unas cuantas horas de trabajo y todo un fin de semana por delante. Me paso la mañana recordando una y otra vez nuestro encuentro y sonrojándome cada dos por tres. Si la gente de la biblioteca me mirase, pensarían que debo estar enferma con fiebre o algo así. Me ha contado muchas cosas de su lado. Los grupos, la forma en que no se mezclan entre ellos, cada uno encomendado a un área determinada Su grupo, sin ataduras, ni condiciones y viviendo el amor en su versión más libre. Su filosofía de vida me dejó impactada, ¿sería capaz yo de aceptar algo así, sin que llegue a importarme con cuántas o cuántos esté? No tengo respuesta para esta pregunta. Por esa regla de tres, yo también podría estar con quien quisiera, pero no querría estar con nadie más. Solo él. Déniss. Sí que es un nombre sexy, como él. Sexy, apasionado, encantador, alocado y aparentemente sincero. Tengo que volver a verle como sea.
Doria está hoy más áspera que de costumbre, es evidente que algo pasa. Espero que no tenga que ver conmigo, ya que me he adaptado bastante bien al puesto, ya voy controlando todo más o menos y creo que están contentos. En unos meses más, espero que me asignen más responsabilidad. La conversación de ayer con Déniss me dio mucho en lo que pensar, sobre todo lo que no me quiso responder. ¿Cómo se cruza entre universos? Voy derecha a mi sección favorita de la biblioteca y después de buscar durante un rato un libro que llame mi atención, por fin lo encuentro: "Portales". Vuelvo a mi mesa y comienzo a leer:
"Cruzar entre universos es una tarea heroica, más propia de la ciencia ficción que de la realidad, pero es posible si logramos juntar todos los requisitos necesarios para hacerlo. Lo primero es encontrar un punto blando, una zona de conexión donde la línea que separa ambos universos sea prácticamente inexistente. Para esto, es necesario mucho tiempo de estudio, disponer de tecnología específica y que algún grande del sector te subvencione los carísimos costes que todo ello conlleva. Una vez encontrado el punto o los puntos blandos que pueden estar por todo el planeta tierra, incluido el fondo del mar, habría que hacer un exhaustivo cálculo que albergaría, desde presiones atmosféricas hasta ciclos solares, para determinar el momento exacto en que los dos universos se fusionan y así poder cruzar. Aun, si consiguiéramos todo esto, ninguna persona o ser vivo, podría pasar hacia el otro lado sin sufrir graves daños internos como desintegración molecular, fallo cardíaco o lo que sería lo más probable, sin causarle la muerte. Puede que en un futuro se dé el caso de humanos súper evolucionados que hayan desarrollado condiciones extraordinarias para poder moverse de un lado a otro. Pero incluso así, el paso del tiempo y el abuso de esta práctica, acabaría pasándole factura a niveles aún desconocidos, ya que la cantidad de energía que se necesita para cruzar, es más propia de una bomba atómica que de un ser humano normal y corriente".
ESTÁS LEYENDO
Vuela conmigo (Bilogía "Alas negras" nº1)
RomanceCuando Liv se muda a Trasov Vil, una ciudad situada al norte de Rumanía, lo hace con el objetivo de trabajar en una de las mejores bibliotecas del continente y cambiar por fin, su estilo de vida. Pero pronto descubre, que esa ciudad tiene mucho más...