Decimocuarta carta

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De camino al instituto Seungcheol se cruzó con Mingyu. Le saludó como habría hecho siempre pero en vez de saludarle de vuelta, el moreno se sonrojó y aceleró el paso para adelantarle.

Seungcheol se encogió de hombros y continuó tranquilamente. Seguro que Jisoo le había hecho algo en su "quedada al cine".

Como era ya costumbre, fue a su casillera y recogió la carta. Esperó unos minutos para ver si su novio aparecía, pero no había ni rastro de él, por lo que se dirigió a su clase sin ganas; no quería ver a Jisoo zorreándole a Mingyu.

Al entrar al aula se sorprendió al ver al par en el asiento del pelirosa en vez de con los amigos de Mingyu, como había pasado el último día.

Se dirigió a su sitio al lado de Jisoo, pero éste ni se dio cuenta. Estaba sentado en la mesa con las piernas cruzadas y su pie estaba en la silla donde Mingyu estaba sentado. En concreto, tenía el pie puesto excesivamente cerca del paquete del moreno y para colmo ni se estaba esforzando en ocultar su pluma mientras hablaban.

Suspiró y eso llamó la atención de su amigo, quien se giró y le sonrió.

-¡Cheol! -le guiñó el ojo a Mingyu, quien le sonrió sonrojado por el gesto- Adivina qué.

-¿Qué?

-Tengo novio~ -le susurró sonriente- Y es el moreno hermoso que tengo a mi lado.

Mingyu se sobresaltó y tensó la espalda- ¡Jisoo!

El mencionado le sonrió- No te preocupes, nadie nos ha escuchado. Llevamos hablando de cosas gays en clase desde siempre y nadie nos ha descubierto nunca, tenemos práctica.

Pese a eso el moreno no quedó muy convencido, pero trató de relajarse.

Seungcheol miró a Jisoo molesto.

-Tú y yo tenemos que hablar seriamente.

Jisoo asintió. Tenía mucho chisme que contar.

-Min, ¿podemos hablar a solas? -el moreno asintió y esperó a que retirara su pie para levantarse. Se acercó a Jisoo y poniéndole una mano en la cadera, le dio un beso tierno en la frente.

Al separarse ambos estaban sonrojados.

-¿Ha sido muy homo? -preguntó avergonzado.

-N-no creo, nadie se ha dado cuenta, pero... hmm... ha sido muy tierno.

Los dos soltaron una risita. Empalagoso.

Esperó hasta que el moreno hubo vuelto con sus amigos y miró a Jisoo molesto.

–¿Y bien? ¿Me explicas?

–Nada del otro mundo, fuimos a ver una película, a comer y luego a mi casa.

–Aha, y así tal cual vuelves gay a un hetero.

Jisoo suspiró cansado. No había pensado en que Seungcheol iba a ser un grano en el culo al enterarse.

–No le he vuelto gay, está probando.

–¿Y bien? ¿Hasta donde habéis llegado?

–Bueno, lo típico. En la calle no hicimos nada porque nos podían ver, pero en casa nos abrazamos, besamos y... bueno... la cosa se calentó y hubo un poco de toqueteo, pero era la primera vez que estaba tan cerca de un hombre de esa manera, por lo que lo dejamos así. –miró de reojo a Mingyu y sonrió– Min es muy tierno.

Seungcheol bufó– Ya lo he visto, ya. ¿Te gusta?

–No, pero... –siguió mirándole– Es agradable estar con él. Al menos por ahora. Es un buen chico, así que encontrará a alguien mejor pronto, pero le falta iniciativa. Supongo que ahí es donde entro yo. Si tiene experiencia tendrá confianza. –se giró a mirar a Seungcheol– Aunque me siento un poco cruel por aprovecharme de él así. ¿A ti no te pasa? Pero tener pareja... de alguna manera es relajante.

El mayor suspiró. No podía rebatirle nada, Jisoo ya era consciente de todo.

–¿Hasta dónde llegarás con él?

–Pues... –se encogió de hombros– No quiero perder la virginidad con él, ni robarle la suya. Excepto eso, me gustaría llegar lo más lejos posible. Aunque si me enamoro... supongo que querré acapararle y retenerle para que sea completamente mío.

–Pervertido.

–Mejor que tú al menos. Tienes novio desde hace más tiempo que yo y ni le has tocado. Por favor, que eres grandecito ya. Han te está esperando, y tu pierna no es una excusa, ya estás curado.

–Bueno... Tampoco quiero hacer eso con él. No me siento preparado.

Jisoo soltó una carcajada.

–¿Tienes miedo de que descubra que la tienes corta?

–¡Jisoo!¡No! –toda la clase se giró a ver por qué gritaba y tuvo que calmarse– No importa. Ten. –sacó la carta del bolsillo y se la tendió– Léela tu, a ver si así dices algo con sentido.

–¿Estás diciendo que quien escribe as cartas tiene razón?

–N-no, pero... Últimamente me hace pensar mucho.

Jisoo le miró divertido- ¿Tú pensando? Tu hater debe ser un genio, es la primera persona que consigue que pienses. -se ganó un golpe en la cabeza por el comentario- Vale, vale, perdón ya leo.

"Te odio.
En ocasiones creo que piensas que eres el único ser del planeta.
¿Sabes lo que es tener en consideración los sentimientos de los demás? Me das asco. No sé cómo puedes gustarle tanto a la gente. Parece que no vean el mismo monstruo que veo yo cada vez que te veo.
Pisoteas a los demás como si fuesen hormigas diminutas sin importancia. No eres el único en este planeta, y menos en este instituto.
Egocéntrico."

El pelirosa terminó de leer y miró a su amigo, que tenía el ceño fruncido– ¿Y bien?

–¿Tan malo soy?

Jisoo soltó una pequeña risa– ¿Me lo preguntas a mi? Hombre, eres algo cruel.

–Pero no a tu nivel.

–Exacto. Solo que en mi caso las personas con las que juego saben mis intenciones.

Seungcheol hizo una mueca– No sé si eso no es peor.

–Ellos entran en el juego por lo que no pueden quejarse. Es peor jugar con ellos como si fueran estúpidas marionetas.

–Estás podrido.

–Y así te gusto. –le sacó la lengua y Seungcheol tuvo que tragarse sus palabras. Jisoo definitivamente le había dicho eso a propósito.

Una carta por cada cosa que odio de ti [CheolSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora