Capítulo 8

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SYDNEY RODRÍGUEZ

Al día siguiente no tenía planes, así que me arreglé lo más casual que se me ocurrió

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Al día siguiente no tenía planes, así que me arreglé lo más casual que se me ocurrió.

Cuando terminé de arreglarme, noté que tenía muchísimas notificaciones de WhatsApp.

Bandeja de mensajes

—¿Qué hago con Julieta?—decía Wyatt.

—¿Qué puedo hacer para Lia?—preguntaba Jaeden.


—Dame un consejo para Miranda—pedía Noah.


—¿Qué hago para conquistar a Elena?—preguntaba Gaten.

—¿Cómo hablo con Sophia?—decía Caleb.

—Oye, ¿quieres saber quién me gusta o no?—preguntaba Jack.

—Necesito ir a tu casa para hablar contigo, nos vemos al rato—me escribió Finn.

Tenía todas las respuestas, excepto la de Finn y Jack.

A Wyatt, Jaeden y Noah les dije que consiguieran el contacto de los ídolos de las chicas, para que tengan una videollamada con ellos y después las inviten a salir.

A Caleb y Gaten les dije que tienen que ser ellos mismos, solo con eso van a conseguir hablar con las chicas, después las invitaran a salir y les dirán lo que sienten por ellas.

En cuanto a Jack y a Finn, no les conteste el mensaje.

Eso hasta que Jack me mandó un mensaje diciendo que no lo dejara en visto. Así que, por no ser grosera le contesté.



Bandeja de mensajes



—¿Estás ahí?—preguntó él.



—Si, lo siento, aquí estoy—respondí.




—Okay, entonces, ¿quieres que te diga quién me gusta?—volvió a preguntar.


Traté de cambiar de tema, pero él sabe cuando quiero hacer eso.




—Oye, ¿con que ya te hiciste amigo de Mateo y Roberto?—dije nerviosa.



—No me quieras cambiar de tema—reprochó.


—Okay, lo siento—me disculpé.



—No hay problema, pero aunque no quieras te voy a decir—dijo por último.


Fin de la bandeja de mensajes




De pronto, dejé el celular a un lado, ya que escuché que una roca o algo parecido chocó con mi ventana.

Escuché una canción que venía de afuera de la casa, abrí la ventana y me quedé maravillada al ver a Finn cantandome mi canción romántica favorita y tocando la guitarra.

Tenía tantas ganas de llorar y abrazarlo, y cuando terminó la canción eso fue lo que hice.

Bajé las escaleras y salí de la casa para abrazarlo.


—No puedo creer que hayas hecho esto por mi—dije emocionada.




—Sabes que haría esto y mucho más—me sonrió.


—Pero, ¿por qué lo hiciste?—dije confundida.


—¿Recuerdas que quería decirte algo?, pues es esto. Nunca había sentido por una persona lo que siento por ti, tan solo con verte me late el corazón a mil por hora. Al verte a los ojos veo un cielo forrado de estrellas, y todas tus locuras son las que me llevan a animarme a preguntarte esto—se llenó de valor—¿quieres ser mi novia?—dijo haciendo que se me iluminara el rostro.


—No lo sé, déjame pensarlo—dije con una sonrisa pícara para después reírme—. Claro que si Finn, te amo—dije lanzándome a sus brazos.


—Yo más—me dijo felíz.


Nos abrazamos y nos quedamos mirando unos segundos. Sabía lo que venía, nuestros labios estaban tan cerca, ya era inevitable, nos besamos.




Al separarnos, nos dimos cuenta de que todos mis vecinos estaban tomando video y diciendo que nos besaramos.

Y también echando porras para felicitarnos como nuevos novios.

Estabamos muriendo de risa por dentro, así que corrimos a la casa, no antes de que Finn diera una reverencia, y nos reímos como locos.

Después de recuperarnos de lo sucedido, pasamos todo el día juntos.

𝑼𝒏 𝒅𝒊́𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝑭𝒊𝒏𝒏 𝑾𝒐𝒍𝒇𝒉𝒂𝒓𝒅 [𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora