Capítulo 12

1.2K 75 7
                                    

SYDNEY RODRÍGUEZ

SYDNEY RODRÍGUEZ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Pasaron los meses y ya era el día de irnos a las montañas.

Nos fuimos en dos camionetas.

Llegamos a nuestras cabañas, eran hermosas y acogedoras.

El plan del día era ir a comer algo, luego disfrutar de la nieve y de las atracciones, y por último ir a un karaoke en la noche.


Fuimos a comer y luego a comprar un chocolate caliente, porque enserio estaba helando.


Después a esquiar en la montaña y aunque era muy mala en eso, Finn me ayudó y lo disfrute mucho.

Sinceramente, todos los chicos estadounidenses eran muy buenos para esquiar, ya que en su país es más normal que nieve que en en el mío.

Después subimos al teleférico, y como sabrán le tengo miedo a las alturas.

Estaba siendo literalmente arrastrada por Finn para subir con él.

—Vamos, hay que subir—me animaba.


—No, no quiero. ¿Acaso no recuerdas la montaña rusa en Disneyland? Por poco me da un paro cardíaco del susto y ni siquiera había avanzado el juego—le recordé.


—Lo sé. ¿Y recuerdas como lo afrontaste? Estabas conmigo, y esta vez será igual—me tomó la mano.


—Bien, vamos—dije tranquila.


Subimos y la vista era hermosa, me encantó el viaje.


Después, todos fuimos a hacer muñecos de nieve, ángeles de nieve, y no podía faltar una guerra de bolas de nieve.


En la noche fuimos al karaoke, todos nos estábamos divirtiendo, pero Finn dijo que quería enseñarme algo.

Salimos y compramos pizza en camino a las montañas.

Ya ahí, nos cambiamos de ropa, pues la que traíamos estaba casi congelada.

Comimos la pizza y después me dijo que me sentara en la cama. Él tomó una silla y la puso frente a la cama, y también tomó su guitarra.


—Mira, aprendí a cantar una canción en español que te gusta, quiero que la escuches, porque en cuanto escuché la letra, pensé en ti—dijo tiernamente.


Estaba muy sonrojada y empecé a llorar en cuanto escuché la canción.

Al terminar, salimos de la cabaña y nos pusimos a bailar abrazados bajo el cielo estrellado, sintiendo la nieve caer suavemente sobre nosotros.
Lo amaba más que a mi vida.

𝑼𝒏 𝒅𝒊́𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝑭𝒊𝒏𝒏 𝑾𝒐𝒍𝒇𝒉𝒂𝒓𝒅 [𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora