seven.

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el primer mes pasó más rápido de lo querido, ahora tan sólo quedaban dos meses para que la jornada de finn allí acabase.

pero todo había cambiado para mejor, ya que la esquizofrenia de jack era controlable con pastillas, lo cual era gracias a finn, claramente.

el mayor tenía una vida normal aunque trabajase allí.

habían decidido que finn se quedaba en el psiquiátrico un fin de semana sí y el otro no, y así sucesivamente.

ahora, finn dormía con jack, en la misma habitación, simplemente pasaron el colchón de finn a la parte de dentro del cristal para colocarlo junto al de jack.

luca estaba más calmado con jack después del suceso que tuvo con finn, pero eso no significaba que se portase bien con el pequeño, ni mucho menos, pero no le pegaba, solo le amenazaba.

aquel día era viernes, jack se encontraba durmiendo, mientras que finn arreglaba un poco la habitación, ya que ese fin de semana le tocaba irse y dejar al pequeño con luca.

— jack, despierta. — susurró finn, colocando uno de los mechones de pelo de un somnoliento jack tras su oreja.

el pequeño abrió los ojos, para fruncir el ceño y volver a cerrarlos.

— cinco minutos más. — jack se tapó la cabeza con una de las sábanas.

— es hora de la pastilla. — insistió finn destapando la cabeza de jack.

al final, el menor cedió y se levantó de la cama con cara de pocos amigos.

— dame la pastilla y me vuelvo a dormir. — jack frotó sus ojos con la manga de la sudadera que llevaba mientras veía a finn servirle un vaso de agua.

— me encantaría decirte que sí pero en media hora me voy así que no. — finn extendió la pastilla a jack junto al vaso de agua, sentándose junto a él.

jack tomó la pastilla con normalidad, ya llevaba una semana con la medicación y hasta él mismo se sentía bien.

— es verdad, te tienes que ir... — jack agachó la cabeza colocando el vaso de agua en el suelo.

aunque ya era costumbre que finn se fuera, al pequeño nunca le gustaría la idea de estar tiempo sin finn.

— nos vemos en tres días, sabes que se pasan rápido. — finn abrazó al menor, dejando un beso en su cabeza.

jack solo se limitó a asentir, aún un poco entristecido.

finn se levantó de la cama y tomó su maleta, cerrando la puerta del cristal, lanzando un beso al aire, a lo que jack fingió que lo agarraba, provocando una risa por parte de ambos.

el mayor salió directo a por su coche, soltando la maleta en el asiento trasero y arrancando, saliendo disparado hacia casa de su mejor amigo, wyatt oleff.

al llegar allí hizo un gran estruendo, como era de esperar.

— ¡he vuelto idiotas! — finn pegó un portazo, recibiendo una mirada de asco por parte de los presentes en la sala.

— ¿puedes ser más ruidoso? — dijo wyatt riendo mientras se levantaba del sofá, abrazando a finn con fuerza.

— sí, no me retes, oleff. — finn rió y palmeó la espalda de el contrario.

rápidamente sophia, la única chica allí, corrió hacia los brazos de finn.

— ¡un maldito mes sin verte! — sophia se quejó y abrazó a finn con fuerza.

— ¡lo siento! — finn exclamó entre risas, mirando a chosen, jeremy y jaeden unirse al abrazo.

wyatt no tardó en unirse de nuevo, y rápidamente estaban todos en un tierno abrazo.

— cuéntanos todo lo que has vivido allí, tiene que ser caótico. — sophia habló caminando hacia el sofá, siendo seguida por los chicos.

— lo es, pero te acabas acostumbrando. — confirmó finn riendo.

— ¿qué tal con el enfermo? — habló jaeden con entusiasmo, siendo mirado por todos al instante.

— jaeden no digas eso. — murmuró wyatt dándole un leve toque el en hombro al nombrado.

— tiene nombre, se llama jack, y bien, muy bien. — finn habló, esta vez con seriedad, no le gustaba que se refiriesen a jack con esa palabra.

— finn no te enfades, es jaeden, no lo ha hecho con mala intención. — habló jeremy tratando de calmar el ambiente.

— bueno, eso, que sí, que hemos estado muy bien, al principio me daba miedo pero ahora que lo conozco mejor tengo que reconocer que es adorable. — finn contestó, notando un leve rubor en sus mejillas.

— ¿cuántos años tiene? — preguntó sophia, sonriendo al ver el sonrojo de finn.

— diecisiete. — finn contestó mirando a la pelirroja.

— ¡dime que tienes una foto! — exclamó jaeden, de nuevo con entusiasmo.

— oh, pues sí. — finn sacó su móvil y enseñó la foto que se hizo con jack aquel día en el cual le calló la boca a luca.

— pero se le ve normal. — dijo chosen con cara de circunstancia.

— porque lo es. — finn rodó los ojos y luego rió levemente.

[...]

lunes de nuevo, finn pasó el fin de semana en casa de wyatt junto a los demás, al llegar allí entró con una sonrisa radiante.

saludó a marc, para luego caminar rápidamente hacia la habitación de jack, pero como no, se cruzó a luca por su camino.

— ¡hola luca! — finn estaba tan alegre que no dudó ni un segundo en saludar al rubio.

— eh hola, te he dejado una sorpresa ahí dentro. — luca habló y andó con prisa hacia fuera del psiquiátrico.

finn frunció el ceño ante aquellas raras palabras que luca le dijo, pero aún así abrió la puerta de la habitación de jack con normalidad.

pero toda la alegría se acabó en el mismo momento en el que finn vio a jack en el suelo, agarrando su estómago y con la boca llena de sangre.

finn lanzó la mochila al suelo y abrió la puerta del cristal con rapidez, tirándose al suelo entre temblores.

— ¿jack? ¡jack por favor contestame! — finn zarandeó al menor, pero este estaba inconsciente.

finn lo tomó entre sus brazos, aguantando sus lágrimas, saliendo de allí con rapidez.

— ¡marc llama a una ambulancia por favor! — gritó finn contra la puerta de la sala de reuniones.

— ¿qué cojones ha pasado? — marc gritó mientras marcaba el número de urgencias.

finn no contestó, aunque la respuesta era clara y obvia, no hacía falta ser muy listo para saber quien había ocasionado eso.

las amenazas de luca a jack nunca fueron en vano.

n/a: *inserta música de suspense*
ahora me odian por esto, pero pronto me amarán.

o no :D


 silence ; fack au #O1Where stories live. Discover now