sixteen.

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antes de comenzar con la ronda de preguntas, la madre de jack le preparó un café al de cabello rizado, para que la conversación no fuese tan fría y profesional.

— vale, ¿empezamos? — preguntó angela, observando a finn tomar la taza entre sus manos, mientras asentía.

— por supuesto, ¿nombre? — preguntó finn con un aire de inteligencia, a lo que la mujer frunció el ceño confundida.

— pero si sabes hasta donde vivo, ¿para qué quieres que te conteste a eso si ya lo sabes? — angela observó mientras reía levemente al mayor, que se encogió de hombros.

— no sé, angela, no sabía con qué pregunta empezar. — finn dio otro sorbo al café.

— bueno, si no te importa empieza ya con las verdaderas preguntas, por favor. — angela rió levemente y finn asintió.

— cierto, lo siento, bueno, primera pregunta, ¿por qué jack tiene esquizofrenia? ¿es por genética o por otro motivo? — cuestionó el chico, a lo que angela suspiró con pesadez.

— cuando estaba embarazada tomé sustancias ilegales, tu me entiendes, era más joven y creía que no pasaría nada, y como ves tuvo más repercusión de la que debió haber tenido. — angela habló con tristeza deslumbrando en su rostro, enfadada con ella misma, a lo que finn asintió levemente.

— bien... por cierto, si hay alguna pregunta que no quieres contestar solo avísame. — finn avisó, tampoco era plan de obligar a la mujer a contestar algunas preguntas un poco delicadas.

— entendido, tu solo sigue preguntando. — angela habló y finn continuó con sus preguntas.

— jack me dijo que nunca conoció a su padre, ¿es eso cierto? — cuestionó finn frunciendo el ceño.

— él no te ha mentido, pero eso no es verdad, quiero decir, jack conoció a su padre, pero la última vez que le vio tenía siete meses, así que es imposible que se acuerde. — contestó la mujer relajándose en el sofá, recordando aquel momento.

— angela, ¿usted sigue en contacto con él? — preguntó el de cabello rizado y esta negó.

— lo dejé de ver el mismo día que jack, íbamos los tres en el coche y de un momento a otro aquel imbécil paró, me pidió que me bajase del coche con jack y aunque dudé un poco me bajé, y luego corrió como un insensato, dejándonos a jack y a mi allí solos, no sé como no morimos allí mismo, eso estaba en mitad de la nada. — habló angela sin evitar que algunas lágrimas se escapasen al recordar aquel horrible momento.

finn no pudo dejar de sentirse culpable al ver que su pregunta hizo llorar a la madre de jack, pero no fue intencionadamente, eso estaba claro.

— lo siento... si no quiere seguir con las preguntas lo entiendo, me voy y ya está, en serio. — admitió finn y la mujer se negó, ahora estaba interesada en las preguntas que finn tendría para ella.

— no, no, por favor finn continúa. — angela limpió una lágrima mientras sonreía ligeramente.

— está bien, ¿cuándo se dio cuenta de que jack tenía esquizofrenia? — volvió a preguntar finn dejando su taza de café sobre la mesa.

— pues con los seis o así. yo creía que era un niño especial, no se relacionaba con los de su clase, solía hablarme de cosas un poco extrañas pero nunca pensé que podría llegar a tener esquizofrenia, hasta que una noche me levanté con él gritando sin parar, pedía ayuda a alguien, y no es muy normal ver a un niño de seis años llorando y pidiendo ayuda, así que fuimos al médico y allí le hicieron pruebas hasta que se lo diagnosticaron. — angela suspiró frotando su frente, entre cerrando los ojos.

— ¿y por qué decidió meterlo en el psiquiátrico? — finn frunció el ceño.

— no fui yo, en clase le clavó unas tijeras a un chico en el cuello, y el colegio llamó al psiquiátrico más barato y entró de cabeza ya que los padres amenazaron con denunciar a la escuela, no me dejaron verlo porque decían que era peor para él, no pude ni despedirme. — angela más que triste en este momento estaba enfadada, con impotencia.

— dios mío angela, eso es injusto, aunque en cierto modo lo entiendo... — finn suspiró y angela se limitó a asentir.

— ¿tienes más preguntas, finn? — preguntó la mujer y este asintió.

— sí, ¿alguna vez confundió jack tu voz con las voces de su cabeza? — preguntó el de cabello rizado y angela aclaró su garganta.

— sí, a veces me decía que por qué yo le pedía que matará a alguien o cosas así, obviamente eran las voces, pero a mi me daban escalofríos, sin embargo me lo decía con tanta inocencia que aunque me diese miedo le abrazaba... — angela sonrió enternecida, al igual que finn, que recordaba la multitud de veces que había pasado por ocasiones parecidas.

— por último, ¿cómo era jack en la escuela? — finn cuestionó con curiosidad, era una pregunta sencilla, o eso creía él.

— bueno, siempre estaba solo, vivía en su burbuja y aunque intentaba relacionarse con los niños de su clase le era imposible, estos cada vez que se le acercaba le pegaban, y venía a casa siempre hecho un desastre, bueno, excepto una vez, que vino feliz y con vendas en sus heridas, me acuerdo de ese día perfectamente. — angela sonreía con felicidad, recordando aquel momento.

— ¿puede describirme qué pasó ese día? — finn preguntó sonriendo, a lo que angela asintió.

— por supuesto, básicamente lo que pasó fue que jack ese día estaba sentado en una mesa, jugando con sus amigos invisibles, y unos chicos básicamente se acercaron a pegarle, pero según lo que me dijo otro chico se le acercó y les echó, para luego quedarse jugando con él, y cuando llegó a su clase dijo que ese chico le gustaba, solo tienes que imaginarte la cantidad de golpes que le dieron, pero al menos fue feliz un rato... — angela negó suspirando, cruzando sus brazos, mientras que finn abría los ojos como platos.

— ¿en qué sitio estudiaba jack? — dijo finn tratando de no trabarse por los nervios.

— colegio sheyfield. — admitió angela y finn en ese instante se levantó del sofá, provocando un leve sobresalto por parte de la mujer.

— ¡ese niño era yo! ¡yo los eché! ¡yo estudiaba allí! ¡aquel día fue en el que me replanteé lo de estudiar psiquiatría, dios mío! — finn reía negando, mientras angela le miraba exhausta.

— ¿de verdad? — exclamó angela y finn asintió sonriendo.

— ¡sí! jack tenía once años y yo doce, iba a cumplir los trece, me acuerdo. — finn asintió y rió orgulloso.

angela miró a finn enternecida, sabiendo que jack estaba en buenas manos.

— ¿finn te puedo pedir algo? — preguntó angela con confidencialidad cuando el mayor ya se había tranquilizado.

— adelante. — finn sonrió asintiendo.

— enséñame una foto de mi hijo, por favor, quiero ver cómo está. — angela susurró y finn sacó su móvil del bolsillo, enseñando a angela la foto que jack se hizo con su móvil aquel día.

— es ese de ahí. — finn sonrió orgulloso al ver la sonrisa de jack en la foto.

angela no tardó en soltar un sollozo, viendo lo cambiado que estaba su pequeño y como se había perdido su adolescencia.

— ha cambiado mucho, pero sigue teniendo la misma cara de niño pequeño. — susurró angela riendo levemente, limpiando una lágrima.

finn simplemente asintió, suspirando con alegría.

[...]

finn se despidió de la madre de jack y se fue de nuevo hacia el psiquiátrico, feliz de tener toda la información que ahora poseía.

lo malo sería decirle a jack que su madre no estaba, porque si le decía que la había visto y todo lo que le había el pequeño explotaría diciendo que quería verla, así que finn se guardaría eso para otro momento.

n/a: EL MIÉRCOLES SUBO CAPÍTULO SÍ O SÍ PORQUE TENGO GANAS Y HUBIESE SEGUIDO CON ESTE PERO YA ESCRIBÍ DEMASIADO AAAA.

 silence ; fack au #O1Where stories live. Discover now