eleven.

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ya quedaban solo dos días para que jack tuviese que volver al psiquiátrico, la semana había pasado relativamente rápido y bien, ya que jack solo tuvo un ataque y fue minúsculo, ya que finn le calmó.

el mayor había pensado que ese día podría ir a dar un paseo junto a jack y andy, a lo que el pequeño aceptó encantado.

jack le suplicó a finn que por favor le dejase llevar la correa de andy, y aunque el mayor no estaba muy seguro acabó cediendo.

— ten cuidado y no lo sueltes. — finn habló, mirando a andy, a lo que jack frunció el ceño.

— ¿me lo dices a mí o andy? — preguntó el pequeño, reflejando confusión en su rostro, provocando una suave risa por parte de finn.

– a ambos. — finn continuó riendo, rodeando a jack por los hombros, saliendo de su casa.

jack agarró con fuerza la correa de andy, queriendo impresionar al mayor, dándole a entender de que él era responsable, mientras que finn observaba con ternura.

finn llevó a jack hacia un pequeño parque que no estaba muy lejos de su casa, sabiendo que haría años desde que jack vio un parque por última vez, y así era, ya que cuando llegaron el menor no podía dejar de sonreír.

— ¡un parque! — jack exclamó mirando a finn con entusiasmo y emoción, quien sonreía incluso aún más que el menor al ver su felicidad.

— anda, dame a andy y corre un poco, pero no vayas muy lejos. — finn dijo, a lo que jack no tardó en darle la correa y salir corriendo por una pequeña colina, ganándose la atención de algunos de los niños que pasaban por allí.

el pequeño sentía algo que nunca había sentido, como una sensación rebosante de alegría y euforia, pues básicamente se sentía libre, sin nadie diciéndole que dejase de correr porque asustaba a los niños, sin nadie privándole de ser feliz, jack definía eso como ser normal, o al menos aparentarlo.

finn solo se limitaba a observar a jack con orgullo, pensando en que cuando le conoció estaba completamente roto, y ahora estaba feliz, pero hasta finn sabía que no le quedaba mucha felicidad, solo algo menos de dos meses.

— ¡finnie, ven! — el menor exclamó entre pequeños brincos, a lo que finn no tardó en hacer caso y correr hacia jack.

— ¿para qué me quieres aquí? — preguntó finn y jack simplemente alzó los brazos, dando a entender de que lo que quería era que le cargase.

— detrás de ese muro hay algo, pero no alcanzo a verlo... — jack confesó y finn rodó los ojos riendo levemente, tomando al pequeño entre sus brazos.

— ¡mira, hay flores! — jack señaló un precioso camino lleno de rosas, margaritas y múltiples flores más.

— ¿quieres ir? — preguntó finn y jack asintió vigorosamente, a lo que finn no tardó en andar con rapidez hacia aquel camino.

jack rodeó la cintura de finn con sus piernas, admirando aquel camino cuando llegaron a este.

— que bonito... — dijo jack asombrado, jugando con los rizos de finn inconscientemente.

finn simplemente se sentó con cuidado en el fresco y verde césped junto a jack, colocando a este en su regazo, atando la correa de andy a su propia muñeca.

— ¿tienes ganas de volver a tu casa? — preguntó finn, casi sabiendo la respuesta de jack.

— hm... sí. — dijo jack mintiendo mientras sonreía maliciosamente, solo para ver la reacción de finn.

 silence ; fack au #O1Where stories live. Discover now