silence ; fack au #O1

six.

una vez que la semana transcurrió llegó el fin de semana, claramente, pero este fin de semana sería distinto al anterior, ya que finn se quedaría con jack.

era viernes por la mañana, jack aún dormía bajo la atenta mirada de finn, que aunque estaba pendiente de sus cosas no descuidaba al menor ni un segundo.

tras un rato, el pequeño despertó, esperando ver a luca, pero sonriendo ampliamente al ver a finn.

jack caminó con el cabello despeinado hacia el cristal, golpeandolo levemente para conseguir la atención de finn.

el mayor abrió la puerta del cristal, saludando a jack con una sonrisa enorme.

— ¿aún no te fuiste? — preguntó el pequeño mirando a finn con duda.

— se me olvidó decírtelo, este fin de semana no me voy, me quedo aquí contigo. — finn alborotó aún más el pelo del menor, provocando una leve sonrisa por parte de este.

— menos mal. — jack suspiró aliviado, sonriendo de oreja a oreja.

— voy a por tu desayuno, ¿quieres algo además del zumo? — finn preguntó y jack al instante recordó lo que luca dijo sobre su cuerpo.

— no. — jack contestó con un tono seco, alejando su mirada.

— jack por favor, comes muy poco aquí. — finn insistía pero el menor continuaba negando.

— traeme el zumo, con eso me basta. — jack volvió a contestar y finn frunció el ceño, encogiendose de hombros.

— te traeré unas galletas. — finn cerró la puerta del cristal, dejando las llaves en su escritorio, mientras jack miraba a sus pies.

— pues no me las como. — jack murmuró y saltó sobre su cama, observando a finn salir de la habitación.

finn caminó hasta la cafetería, cruzándose con luca por el camino, quien creyendo que finn se iba a casa caminó hacia la habitación de jack.

al pequeño se le paró el corazón completamente al ver la figura de luca aparecer por la puerta de la habitación.

— buenos días. — canturreó luca mirando a jack, con aire vacilante, mientras el pequeño solo suspiraba con cansancio.

— vete, finn va a venir. — habló jack desde dentro del cristal pegando su nariz al cristal.

— ¿finn? se ha ido, me lo he cruzado y me han entrado ganas de partirle la cabeza, mira, igual que hago contigo. — luca rió con fuerza y jack gruñó, no creyéndose ni una palabra de las que luca decía.

— si haces eso te juro que te pego. — jack apretó los puños, a lo que luca enarcó una ceja y soltó una carcajada.

— y yo te juro que si me pegas te dejo inconsciente. — luca sonrió con superioridad y jack le escupió, pero claro, estaba el cristal de por medio y no consiguió alcanzarle.

— imbécil. — jack murmuró, y por suerte luca no lo oyó pero se fijó en otra cosa.

— ¿por qué no llevas la ropa de aquí? ¿quién te ha dado esa sudadera? — luca frunció el ceño y jack se alertó.

— nadie, es mía. — jack no iba a delatar a finn, antes de hacer eso se echaría la culpa a sí mismo, ya que estaba acostumbrado a las palizas constantes de luca.

— mentiroso de mierda, ¿es de finn verdad? ¡contesta! — luca golpeó el cristal y saltó del susto por el golpe.

— ¡es mía! — jack gritó y luca agarró la llave del escritorio, abriendo la puerta del escritorio y caminando hacia jack.

— ¿estás seguro de que es tuya? — luca sonrió, una vez más, con superioridad y empujó a jack contra el suelo, sacando la sudadera de este y dejando al pequeño con una simple camiseta de manga corta.

el labio inferior de jack comenzó a temblar, dando a entender que no tardaría mucho en comenzar a llorar.

luca se puso la sudadera recién arrancada de jack, una sudadera que pertenecía a finn, claramente.

— me queda mejor que a ti, que raro. — luca rió sarcasticamente y salió de la habitación, volviendo a cerrarla con llave.

jack temblaba de frío en el suelo, frotando sus brazos tratando de mantener el calor, aunque ya era demasiado tarde, ya que su nariz ya estaba empezando a enfriarse.

— e-eres malo. — jack murmuró lleno de ira, mirando a luca con asco, quien rodó los ojos.

— que finn te dé zumos y sudaderas no significa que yo sea malo, yo te trato como debo tratarte. — luca espetó y jack solo miró al suelo, jugando con sus pies.

— pues no me gusta como me tratas... — susurró jack y luca, nuevamente, no le oyó.

— ¿sabes qué? te voy a hacer un favor, la próxima vez que vea a finn le voy a reventar la nariz, así no volverá a venir y me quedaré yo de nuevo, tratandote como te tengo que tratar. — luca se cruzó de hombros y sonrió, mirando a jack, quien le miraba con la boca abierta, pero no le estaba mirando a él exactamente.

— ¿a quién le vas a reventar tu la nariz? — finn susurró en el oído de luca, quien saltó y le miró con pánico.

finn era más alto que luca, no mucho pero sí era notoria la diferencia.

jack sonreía orgulloso, levantándose del suelo y contemplando como finn asustaba a luca.

— a ti, no sabes ni cuidar bien de un paciente. — luca habló y jack intercambió una mirada con finn, ambos rompiendo a reír al instante ante lo hipócrita que luca estaba siendo.

— anda y vete a dar vueltas o algo, campeón, y por cierto, la sudadera es de jack. — finn reía y palmeaba la espalda de luca, quien se quitó la sudadera y se la lanzó a finn, marchándose de la habitación mientras se quejaba con asco.

cuando luca salió de la habitación, finn entró en la parte del cristal de jack, dándole el zumo y las galletas.

— ¡pagaría por ver eso muchas veces más! — jack saltaba y reía levemente con una felicidad extrema, consiguiendo que finn se sintiese realizado.

— lo puedo hacer todas las veces que quieras. — finn rió y volvió a colocarle la sudadera a jack.

el pequeño tomó las galletas y se las comió, olvidando completamente lo que había dicho recientemente.

ambos se sentaron en la cama de jack, simplemente comiendo, no era un silencio incómodo, era agradable, el pequeño necesitaba ese silencio.

finn sacó el móvil, leyendo un mensaje de parte de wyatt, su mejor amigo, y una vez leído lo quiso guardar, pero jack agarró el móvil.

— ¿me puedo hacer una foto? — jack sonrió y finn asintió entre risas, abriendo la cámara y dándole el móvil a jack.

el pequeño comenzó a hacerse fotos de sí mismo, haciendo caras raras, para luego sentarse en el regazo de finn.

el mayor agarró el móvil y besó la mejilla de jack, presionando el botón de la foto.

jack estaba comenzando a ser feliz, como nunca lo había sido.