seventeen.

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n/a: sé que dije que el miércoles actualizaría, pero se me 0lvidó, soy un desastre lo siento):

finn aparcó su coche en la plaza que tenía reservada, para luego bajarse de este y dirigirse a la recepción, viendo a becca, tal y como estaba antes de que se fuese.

— ¿qué tal fue todo? — preguntó la chica al ver al de cabello rizado entrando por la puerta.

— de maravilla, hablé con su madre y todo bien, bueno todo no, lloró, se desmayó, pero contestó a mis preguntas y eso. — finn se encogió de hombros, satisfecho.

— ¿se desmayó? no quiero saber lo que hiciste. — rió la chica negando con la cabeza y finn rodó los ojos.

— solo le hablé de jack, y la pobre mujer llevaba tanto tiempo sin acordarse de su hijo que al momento en el que lo nombré se desmayó. — finn suspiró recordando el momento.

— pobrecita, bueno, supongo que jack te estará esperando, adiós finn. — becca se despidió con la mano y el chico hizo lo mismo.

— ¡adiós becca! — exclamó finn sonriendo, para luego entrar en la habitación de jack.

entró con cuidado, temiéndose lo peor, como que marc hubiese pillado a jack solo o que a este le hubiese dado un ataque y tuviese la habitación hecha un desastre, pero sin embargo, vio todo lo contrario a eso.

el menor estaba tirado en el suelo, moviendo sus pies mientras dibujaba, sin despejar la mirada de su folio.

finn suspiró con alivio y tocó el cristal para llamar la atención del menor, y este no tardó en levantar la cabeza.

— ¡finnie! — jack se levantó y corrió hacia el cristal, casi chocándose contra este por la euforia.

— cuidado jack. — dijo finn riendo levemente ya abriendo la puerta, caminando hacia el pequeño.

el mayor cerró la puerta y se sentó en el suelo, observando a jack hacer lo mismo, escondiendo sus dibujos tras su espalda.

— ¿qué tal? ¿te ha pasado algo? — preguntó finn y el pequeño no tardó un segundo en negar con la cabeza.

— no, he estado bien, ahora quiero que me hables de mamá, ¿cómo está mamá? — preguntó el pequeño sentándose en el regazo de finn, a lo que este suspiró.

— jack, tu madre no estaba en casa... — mintió el mayor, sintiéndose mal en el mismo instante en el que vio los ojos de jack llenarse de lágrimas que no tardarían en caer, pero el mayor sabía que aquella mentira le protegería más de lo que él pensaba.

— m-mamá... no voy a ver a mamá nunca m-mas... — murmuró el pequeño mientras su labio inferior temblaba, a lo que finn le acurrucó en sus brazos.

— eso no es verdad jack, tu madre te está esperando en algún lugar, y yo conseguiré que te encuentres con ella, pero tardaremos un poco, ¿lo entiendes? — finn murmuró tomando el mentón de jack entre sus dedos, a lo que este asintió.

— entendido... — jack susurró frotando sus ojos de nuevo, estos le dolían un poco al tener las lágrimas ahí acumuladas.

— ¿quieres enseñarme los dibujos que has hecho hoy? — preguntó finn sonriendo y jack asintió, gateando hasta estos para luego dárselos a el mayor.

el pequeño volvió gateando hasta sentarse en las piernas cruzadas de finn, apoyando su espalda en el pecho de este, quien fue mirando los dibujos uno por uno.

el primero era jack, sentado, mirando a la nada, el segundo era finn durmiendo, con un montón de corazones y nubes alrededor, y el que más ternura le causó al mayor fue uno en el que salía andy, finn, jack y su madre, a lo que el menor había titulado como sus personas favoritas, aún teniendo en cuenta de que andy no había sido una persona.

— ¿te gusta este? me ha costado mucho tiempo dibujarlo... — murmuró jack jugando con las mangas de su sudadera, a lo que finn asintió.

— me encanta, ¿me lo puedo quedar? — preguntó finn y jack abrió los ojos como platos, ya que era la primera vez que finn se quería quedar un dibujo suyo.

— ¡claro! ¿quieres otro? — preguntó el menor emocionado, levantándose del regazo de finn, agarrando otro montón de folios para hacer un millón de dibujos más.

finn no tardó en negar y explicarle al pequeño que no hacía falta, que con uno le bastaba, y aunque jack siguió insistiendo al final cedió, no sin antes avisar de que le haría muchos dibujos a finn, y con muchos se refería a muchos.

[...]

tras la cena, finn se puso el pijama, y también se lo tuvo que poner a jack, ya que este se había quedado dormido sin cambiarse.

finn, al dejar a jack con cuidado y con su pijama ya puesto en la cama, se puso a observarle, a concentrarse en cada detalle de su rostro, analizandolo, pensando en que antes de lo que él deseaba ya no podría verle, ni darle los buenos días, ni besarle la frente antes de dormir, ni acurrucarle contandole historias sobre cuando era pequeño, todo eso se esfumaría, conviertiendo a jack en historia.

finn no pudo negarse a dejar que un par de lágrimas bajasen por sus mejillas, había sido un día de fuertes emociones y lo único que necesitaba el mayor era llorar hasta quedarse dormido, y así lo hizo.

se tumbó junto al pequeño, cubriendo a ambos con la manta, y una vez que esta ya estaba sobre ambos besó la frente de jack, como siempre.

— buenas noches, pequeño. — susurró finn con la voz rota, para después apagar la luz y acurrucar al nombrado.

los días se acababan, y en el momento en el que finn se fuese del psiquiátrico todos los avances que jack había conseguido se perderían, y no había que ser muy listo para darse cuenta de que finn para jack no era solo un cuidador, era una necesidad.

 silence ; fack au #O1Where stories live. Discover now