nine.

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jack salió de el hospital junto a finn, ahora ambos se encontraban en el coche camino al psiquiátrico a recoger las cosas para llevarlas a casa del mayor.

el pequeño iba en el asiento del copiloto, mirando a través de la ventana, sonriendo al ver lo poco que había cambiado el mundo en los tres, casi cuatro, años que estuvo encerrado en el psiquiátrico.

pero la cara del menor se convirtió en una de espanto al ver las puertas de aquel lugar que, aunque él lo denominaba como su casa, le seguía dando miedo.

— ¿finn no íbamos a tu casa? — preguntó el pequeño con su voz temblando.

— claro, pero tengo que agarrar tus cosas y las mías, espera aquí un segundo, vuelvo antes de que te des cuenta. — finn besó la frente de jack y se bajó del coche, dejando al menor confundido.

finn agarró las llaves de la habitación de jack de su bolsillo y abrió la puerta, agarrando su mochila y la gran maleta de jack.

rápidamente volvió, viendo a jack haciendo dibujos en el cristal con el vaho.

el mayor guardó las maletas en el coche, sonriendo ampliamente, para luego volver al sitio del piloto y arrancar el coche.

— ¿ya vamos a tu casa? — jack dijo con entusiasmo y finn asintió saliendo del aparcamiento del psiquiátrico.

— pues sí, será sólo una semana, pero creo que estarás cómodo. — finn rió levemente y jack volvió a perderse en el paisaje que divisaba por los cristales del ford que el mayor conducía.

jack echó la cabeza completamente en el cristal, pensando en como todo había cambiado al llegar finn, empezó a contar con sus dedos todo lo bueno que el mayor había hecho.

para empezar hizo que echasen a luca, luego consiguió espantar a aquellas voces que tanto le atormentaban, también le abrazaba por la noche y eso era algo que llevaba mucho tiempo sin poder sentir, el cariño de una persona, pero finn lo consiguió, y por último pero no menos importante le sacó del psiquiátrico, solo una semana pero eso para él era mucho.

tras unos minutos llegaron a la casa de finn, era blanca y grande, para ser de los padres del mayor era bastante moderna.

— ¿es esta? — dijo jack boquiabierto, desabrochando su cinturón y bajando del coche del mayor.

— sí, ¿te gusta? — preguntó finn sacando su mochila y la maleta del pequeño de el maletero.

— ¡me gusta mucho! — jack saltó y se lanzó hacia finn, quien rió tratando de no caer.

jack se separó de finn y corrió hacia la puerta, viendo al mayor abrirla y corriendo hacia dentro.

— ¡jack cuidado! — el pequeño retrocedió asustado al ver a un perro ladrarle, escondiéndose detrás de finn.

— ¿me va a morder? — preguntó el pequeño viendo a finn acariciar a su perro, este negando al instante.

— no, solo es un poco asustadizo, es se parece a ti. — finn rió y jack se puso de rodillas, acariciando al perro con nerviosismo, quien no tardó en lamer la mano de jack, provocando una risa por parte de este.

— ¿cómo se llama? — preguntó jack sin dejar de acariciar al perro.

— andy. — respondió finn orgulloso, viendo al pequeño jugar con su perro.

— ¡andy, andy, andy! — gritó jack corriendo por toda la casa, siendo seguido por el perro.

— ¡cuidado jack, por favor! — finn suspiró y corrió detrás del pequeño y su perro.

jack comenzó a subir las escaleras, creyendo que andy le seguía, pero no era así, aunque jack siguió corriendo, hasta pararse en una puerta.

— ¡finnie! — gritó jack mirando a lo largo del pasillo.

— ¿qué? — preguntó finn subiendo las escaleras y mirando a jack delante de su habitación.

— ¿puedo abrir esta puerta? — jack preguntó mirando a finn con una sonrisa, quien asintió mirando al pequeño abrir la blanca puerta.

— es mi habitación, pero durante esta semana será nuestra habitación. — finn rió ante lo obvio que era lo que acababa de decir.

jack, sin decir nada, envolvió el torso de finn con sus brazos y cerró sus ojos acurrucandose en el pecho del mayor.

— gracias. — susurró el menor aún con sus ojos cerrados.

— ¿por qué? — finn rió con suavidad jugando con los cabellos del pequeño.

— por hacerme feliz. — susurró el menor algo extrañado por sus palabras, con las mejillas rojas.

— lo hago porque quiero, me gusta verte feliz. — finn confesó y besó, una vez más, la cabeza del menor.

[...]


finn hizo de cenar para los dos, era pizza, ya que finn y la cocina no se llevaban muy bien, era una relación de amor-odio.

el mayor llevó la pizza a la mesa, viendo a jack sentado en el sofá con las piernas cruzadas y una manta sobre estas.

— hace mucho tiempo que no como pizza, ya casi ni recuerdo a qué sabía. — jack dijo agarrando un trozo de esta y finn rió con tristeza.

— no te esperes mucho de esta pizza, no es casera, lo siento. — finn se encogió de hombros y jack rápidamente mordió su trozo, sonriendo al instante.

— ¡me encanta! — jack mordió de nuevo su trozo y finn rió mientras negaba, agarrando otro trozo y poniendo la película que iban a ver.

— vamos a ver una película. — finn advirtió con una sonrisa, captando la mirada del menor al instante.

— ¿qué película es? — preguntó jack con curiosidad mientras las esquinas de sus labios estaban llenas de tomate.

— peter pan. — contestó finn limpiando el tomate de la boca de jack con una servilleta.

— no sé cual es pero mientras la veamos juntos me da igual. — jack rió y se sentó en el regazo de finn con otro trozo de pizza en la mano, poniendo la manta por encima de los dos.

finn acurrucó a jack mientras mordía su pizza, sintiéndose como un niño pequeño al ver la introducción de aquella película que tanto amaba.

jack observaba la película atento, recordando a cuando veía películas con su madre, recordando como se quedaba dormido mientras la veían, pero siempre se despertaba en la cama y no en el sofá donde solía quedarse dormido.

jack suspiró y alzó la mirada mirando a finn a los ojos.

— ¿finnie? — murmuró el pequeño y finn pausó la película.

— ¿si, jack? — preguntó finn acariciando el pelo de jack.

— quiero ver a mi madre. — jack escupió con seriedad, provocando un suspiro por parte de finn.

si finn llevaba a jack a ver a su madre podría provocar que cualquier avance conseguido se echase a perder, ya que la mente del pequeño no soportaría volver a verla y luego tener que dejarla una vez más.

 silence ; fack au #O1Where stories live. Discover now