silence ; fack au #O1

two.

finn se levantó rápidamente de la cama, viendo a jack gritando y sin dejar de golpear el cristal una y otra vez.

jack empezó a arañar sus brazos en desesperación, era como si intentase pedir ayuda y no pudiese, le quemaba por dentro.

el mayor solo observaba, con miedo, sin saber que hacer, maldiciendose a si mismo por solo poder observar a jack en ese estado.

tras unos largos y pesados diez minutos, el pequeño cayó rendido al suelo, sollozando y sin dejar de temblar.

finn, después de esperar unos segundos por si volvía a hacer algo, abrió la puerta de cristal en un pequeño acto de valentía, caminando hacia jack con lentitud.

el menor tenía los brazos llenos de sangre por los arañazos, lo cual hizo que finn tragase saliva con fuerza y con un nudo de culpabilidad en el pecho.

finn lo llevó hasta su cama, para luego ir al baño y agarrar lo necesario para curar cada herida.

jack le extendió los brazos, sin dudar de la confianza del mayor, permitiendo que le curase.

al pequeño, el tacto de las manos de finn le parecía suave, y con ternura, no era algo a lo que él estaba acostumbrado.

finn comenzó a aplicar y lo necesario en las heridas de jack, con el máximo cuidado posible, notando como el pequeño apretaba el rostro cada vez que la pomada le rozaba el arañazo.

— t-tu piel es suave, me dan ganas de morderla y besarla. — jack murmuró con total normalidad, tan repentinamente que finn le miró lleno de pánico.

— eh, vale... — susurró finn, terminando de curar las pequeñas heridas de jack, listo para volver a su cama.

pero jack le agarró de la mano al instante, impidiendo al mayor seguir caminando.

— ¿puedes dormir conmigo? —susurró jack y finn frunció el ceño, no muy convencido por la propuesta de jack.

¿acaso sería buena idea dormir con un esquizofrenico que acabas de conocer y le acaba de dar un brote? sí, claro que sí.

— claro, espera, voy a traer mi colchón aquí. — finn titubeó unos segundos.

— no, tu duermes en mi cama, conmigo. — jack escupió con aquella cara de inexpresivad que finn estaba empezando a odiar.

finn simplemente le hizo caso al pequeño, obviamente no estaba seguro de su decisión, pero era eso o esperar otro de sus ataques de esquizofrenia.

jack se metió en la cama, para luego sentir a finn meterse entre sus sábanas.

— buenas noches. — susurró finn, sin escuchar nada de vuelta, solo un par de pequeños ronquidos, de parte de jack, ya que se había quedado dormido casi al instante.

[...]

el resto de la noche fue bien, jack durmió tranquilo y no volvió a darle ningún ataque, lo cual finn agradeció profundamente.

a la mañana siguiente jack despertó sin finn junto a él, ya que estaba en la parte de fuera del cristal, haciendo cosas con su portátil.