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Lena ¿Podemos hablar?

Repitió por segunda vez ante el mutismo de la morena, está se irguió y aparto del dispositivo tratando de serenar su semblante, lo menos que quería era transmitirle miedo a Sam. 

¡Ruby está bien! Fue lo primero que se le ocurrió decir, grave error. La cara de Sam se desencajó.

¿En donde está?

Ella me llamo nerviosa Sam, estaba sola y le fuí a buscar. Desapareciste sin ninguna explicación. Ahora está en mi departamento, Kara quedó con ella. La dejé dormida.

Caminó despacio y se sentó, la empresaria no dejaba de verle.

¿Ha vuelto a pasar? refieriéndose a los olvidos durante su desaparición.

Bajo la cabeza apenada y se puso en pie nuevamente.  ¿No entiendo a qué te refieres? 

Ruby me ha contado todo.

¿Le has contado que estoy enferma acaso? La voz sonó áspera, su enojó se dejaba vislumbrar. 

Le he dicho que estabas enferma y que estaban haciéndote pruebas, ella tiene derecho a saber, es un niña inteligente Sam, no podía mentirle con otra cosa.

¡No! No tenías derecho a decirle nada, solo porque eres mi jefa no significa que tengas que meterte en mis asuntos -Lena quedó estática ante la actitud violenta de su amiga-

Quizá no tenía derecho pero ella...

¡Silencio!

Lena frunció el entrecejo ante aquella arremetida verbal.

Sam giro y la miro con una expresión poco conocida para Lena, observó el cambio en sus ojos y estaba totalmente asombrada

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Sam giro y la miro con una expresión poco conocida para Lena, observó el cambio en sus ojos y estaba totalmente asombrada.

¡Sam!

De pronto Sam se sintió mareada, se arrimó a la silla sentándose. Lena se acercaba con precaución.

¿No recuerdas lo que acaba de pasar? ¿Otro apagón?

Su amiga estaba asustada, ahora pudo ver el temor en sus ojos, la compasión que había en su interior se manifestó. 

Sé lo que te pasa, encontraré una solución Sam, confía en mi.

**

Los rayos de sol se colaban por la ventana, ella yacía boca abajo en aquella cama, el calor de aquel sol amarillo era confortable y reparador para su cuerpo, unos minutos más y de seguro todo rastro de lastimaduras del día anterior desaparecerían.
Aún con los ojos cerrados se estiró y de pronto los abrió cuando sintió chocar con algo.

Se giro y vio a Lena dormida a su lado, hizo memoria y recordó la noche anterior cuando la morena salió a toda prisa de su propio hogar rumbo a la empresa. Por instinto busco su rostro y palpo sus lentes, suspiro tranquila. 

Lights go downDonde viven las historias. Descúbrelo ahora