IX

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Lena abrió los ojos lentamente, estaba apoyada en otro cuerpo y aquel lugar sin duda no era su habitación. Alzó un poco su rostro y pudo ver el de la rubia profundamente dormida. Sonrío. Se estaba acostumbrando a despertar cada día de esa manera, abrazada a ella, o ella rodeándola con sus atléticos brazos.
Volvió a apoyar su cabeza en el pecho de la rubia y quedo analizando cada idea que cruzaba su cabeza.
Al cabo de unos diez minutos aquel despertador sonó sacando a Kara de su sueño.
Buenos días - susurro Lena contra su mentón.
¡Buenos días Lena! La rodeo con sus brazos manteniéndola en aquella posición.

Creo que me estoy acostumbrando a esto.

Yo también - respondió Kara aún somnolienta.

Gracias por la cena - soltó Lena con cierto tono de humor en su voz-

¡Oh rayos! Kara llevo sus manos al rostro y se cubrió. Tan temprano y ya me haces avergonzar.
Una risa melódica se esparció como eco en cada rincón de ese ambiente. Le dejo un beso en la mandíbula y se levantó.

No importa si eres un desastre como cocinera, el gesto de hacerlo... Me encantó.
Ahí de pie con aquel camisón de Bob esponja que la rubia le había prestado, uno que llegaba sólo un poco más abajo de sus caderas y por tanto exponía su nívea piel y sus contorneadas piernas.
Te gusta lo que ves - aquel tono seductor de Lena ya la estaba haciendo perder la razón.
Haz lo que sea que vas a inventar rápido, o vas a terminar en urgencias si me sigues provocando.
¡Touché! Alzó su cara dejando ver apenas el perfil con una enorme sonrisa dibujada, su cometido matutino fue logrado con éxito. Ver aquellas pupilas azules dilatadas, era inequívoca señal de deseo, uno dirigido única y exclusivamente hacia ella.
Necesito preguntar dos cosas.
Kara mantenía su vista en un punto que le hizo gracia a la morena.
Kara mis ojos están aquí arriba.
Se señaló para luego ver como la sangre llenaba cada poro de las orejas de la rubia.
Ten piedad de mi Lena. Enterró su rostro en las sábanas, otra risa escucho.
¿Cómo se regenera tu cuerpo?
Volvió su atención a Lena.
Es decir, cuando te han herido, como ya sabes...
Energía solar - susurro de forma insegura-
Y hay algo aparte de la Kriptonita que te debilite.
Si Alex escuchará esa charla, seguramente acusaría a la empresaria de estar tramando algo, sacudió su cabeza ante aquel destello de desconfianza. Ella creía en Lena, y confiaría siempre en su bondad.
La energía del sol rojo.
La expresión en Lena le hizo entender que no tenía idea de que hablaba.
En Krypton el sol era rojo, por tanto mis poderes allá no se manifestaban, mi fuerza era similar al de un ser humano.
¿Dices que hay un sol rojo?
¡Había! Aunque puede ser recreado en otras - se detuvo, casi le suelta las vidas de otras tierras, pero ese secreto por ahora lo guardaría con ella, busco una salida rápida y en un clic ahí estaba la salvación- galaxias.
¡Sol rojo! Murmuró antes de perderse en el baño.
Optaron por llamar a uno de los chóferes de L Corp, Lena se negó a volar a plena luz del día, y volvía a pedirle discreción a Kara.
Así esta mejor - viendo a la rubia en su traje de super heroína-
Nos vemos al final del día entonces.
Tal vez tenga alguna sorpresa.
Bajo la vista un poco apenada, sabía que se refería a lo de idear algo para hacerla humana, así fuera por una noche.
Si necesitas algo, ya sabes.
Grito - sonrío - nos vemos mi salvadora.
Tras un guiño Kara salía volando por el ventanal y Lena cerraba la puerta de aquel departamento.

**

Al llegar al DEO vio un gran movimiento de agentes. Apresuró el paso.
¿Que ocurre?
Un ataque en el hospital de niños.
¿El que financia Lena?
Winn asintió.
Voy en camino - antes de tomar impulso el agente le grito - Alex y J'onzz ya están allá.
Volaba con toda la rapidez que podía. Divisó el lugar y cómo las ambulancias, autos policiales, e incluso las fuerzas del FBI y DEO comenzaban a rodear el edificio.
Entro rompiendo una ventana y pudo ver como una mujer vestida de médico atacaba a unos hombres con capucha.
La gente corría en dirección opuesta y algunas enfermeras llevaban niños cargados en sus regazos.
Bajen sus armas - grito a aquellos desconocidos que sin mediar palabras abrieron fuego en su contra-
Las balas rebotaban en su pecho como si fueran pelotas, cuando iba a disparar de sus ojos aquellos rayos quedo quieta. Esa misma mujer que les hacia frente ya los había enviado a través de los muros con una onda de fuego emanada de sus manos.
Normalizo sus ojos y la veía sin pestañar.
¿Quién eres?
La mujer no pudo responder, ya que en un abrir y cerrar de ojos, Reign abriendo un gran agujero en la pared lateral la tomó de espaldas y apenas intercambiando una mirada de suficiencia con Supergirl, la saco de ahí.
¡Pestilencia!
Kara lo dedujo, con esa mujer ya las worldkillers estaban completas.

Lights go downDonde viven las historias. Descúbrelo ahora