La casa era extremadamente lujosa, era de dos pisos de un color amarillo crema y con un porche donde estaba la camioneta de mi tía con un gran techo protegiendo esta. Sin detallar mucho ya que me estaba mojando entre debajo del techo y espere a mi padre, él ya estaba a mi lado.
—¿Qué piensas? – Me pregunto ansioso.
- Es… grande. – Murmure obviamente sorprendida. Ya veía que a mi tia no le gustaban las cosas a menor escala, ella no era para nada conformista esperaba que a Justin y Valeria no les pegara eso.
—Entremos, adentro es mucho mejor. – Me aseguro el, guiándome hasta la puerta.
Tocando el timbre, salió mi tía Pattie vestida con un pijama corto de flores y su cabello rojizo suelto hasta los hombros.
—Eh, _____ - Dijo abrazándome. - ¿Cómo estás?
—Bueno son las diez de la mañana no puedo estar mejor. – Dije en sarcasmo, los dos rieron.
—¿Qué te parece la casa? – Pregunto ella.
—Esta genial…
—Y estará mucho más genial cuando yo te de el tour por la casa. – Se asomó Justin detrás de ella.
—¡Eh Justin! – El vino a abrazarme mientras que mi tía y mi padre entraban en la casa perdiéndose de mi campo de visión.
—¿Cómo estás? – Se separó de mí poniendo ambas manos en mis hombros.
—Pues, estoy bien. – Le sonreí. Yo por lo normal no sabía tan bien, pero había repetido esa palabra con tanta frecuencia en los últimos meses que casi sonaba convincente. - ¿Y qué hay de ti? – Le pregunte con ánimos.
—Ahora bien. – Me sonrió de lado. - ¿Tour por la casa, querida prima? – Mi corazón se regocijo de alegría cuando vi que estiraba su mano hacia mi dirección.
—Claro. – Tome su mano y fuimos adentro.
…
—¿Qué te parece? – Me mostro su habitación luego de haberme mostrado, los cuartos del piso de arriba, la cocina, la sala de estar y una pequeña fuente debajo en lo que era un hueco angosto de las escaleras. La casa era extremadamente lujosa, sobre todo los baños. El de mi tía tenía un jacuzzi y eso me dejo con la quijada fuera de sí.
La habitación de mi primo era pintada con colores azul eléctrico y blanco hueso, tenía sus posters enmarcados de sus animes favorito pegado en las paredes, tanto como Naruto, One piece, Dragon Ball Z y Bleach. Yo solo había visto un poco de Naruto y Dragon ball solo por el hecho de que la pasaban todos los días en cartoon network. Tenía su computadora de mesa en una esquina con muchas figuritas en el lugar donde debería estar la impresora. Tenía un cama individual y un plasma con un Wii y un Xbox, muchas películas en una hilera y con una buena variedad de juegos. Justin era muy suertudo.
—Es como tu propio santuario. – Le dije asombrada, él se hecho a reír.
—Lo es. – Se sentó en la silla para la computadora.
—Me gusta tu habitación… - Me senté en su cama, olía justo a él.
—Me alegra ____ - Desvió la mirada al computador y se puso a teclear unas cosas.
Decidí que era momento de curiosear.
Abrí su closet y me encontré con varias carpetas, él no me dijo nada al abrir el closet esperaba no se molestara al tomar alguna carpeta, tenían varios títulos pero ninguno era interesante hasta que leí: “Cosas personales.” Saque la carpeta y me senté en el suelo en la acolchada alfombra verde y apoyándome en la cama, la abrí. Eran un montón de papeles, como su partida de nacimiento entre otros archivos importantes y varias fotos, hasta fotos de mi con él y Valeria, individuales y grupales. Encontré una donde yo estaba sentada leyendo un libro que él me había prestado y el me miraba con atención, esta foto era casi reciente. La tome y la doble guardándola en mis pantalones a paso casi sigiloso para que no se diera cuenta y seguí viendo con fingido interés la carpeta, yo no tenía fotos para mí con el pero esta la guardaría por siempre.
“El cambio no era lo más fácil pero… uno se acostumbra, ya sea un lugar conocido, una persona o un objeto. Quizás todo cambie para mejor.”
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Un futuro sin ti.
RomanceUn niño que sueña con tener algo inalcanzable y una niña que no entiende de la vida pero el le da significado. Esta historia se basa en la niñez, en la adversidad, amor y separación, todo junto. Admito que puedes llorar pero... ¿eres lo suficienteme...