No quería que volviéramos, este momento era tan de nosotros que tenía miedo de que nunca más volviera a repetirse.
— Ya debemos volver. — Dijo Justin sacándome de mi ensueño y trayéndome a la oscura realidad, lo que más me temía se hacía presente. Pero luego volveríamos, él lo prometió. El nunca rompe sus promesas.
— Esta bien. — Me levante junto con él. Sabía que aunque quisiera no podíamos estar ahí por siempre, aunque pareciera un sueño debía volver a la realidad tarde o temprano.
— Quizás podremos venir mañana y pasar la tarde aquí con Valeria. — Opino mientras caminábamos hacia la casa, la verdad entre pasar más tiempos juntos era mucho mejor, nadie quería que esa costumbre se esfumara.
— Me encanta la idea. — Le dije asintiendo, y aprovechando la oportunidad cuanto antes.
...
Cuando llegamos aun la camioneta de mi papá no estaba estacionada afuera, yo suspire sonoramente disgustada, el nunca pasaba tiempo conmigo y siempre se hace el desentendido cuando le pregunto poniendo excusas baratas sobre el tema en cuestión, era desesperante.
— Ya vendrá, tranquila. — Me dijo el en modo tranquilizador.
— Como todos los sábados a la misma hora... — Eso no era normal, algo estaba pasando y yo me iba a enterar a toda costa.
— Me iré a bañar, ve a donde Valeria luego te alcanzo. — Me palmeo el hombro y se dirigió al baño.
Yo volví a suspirar, la verdad no era que odiara la nueva casa solo que no estaba acostumbrada a andar caminando como si nada por una casa que apenas conocía. Subí las escaleras a trompicones y me dirigí a la habitación de Valeria, entre a su habitación que estaba pintada ligeramente de diferentes tonos lilas, con una gran litera muy espaciosa diferente a las otras, tenía una escalera de madera a un lado donde llegabas a la cama superior, alado de la gran litera estaba el closet y frente de ella el televisor plasma con un mueble debajo donde se ubicaba un DVD y un montón de películas. La verdad yo no era amante de las películas o el color claro pero bueno, Valeria era como el aceite y yo el amargo vinagre pero milagrosamente congeniábamos muy bien. Era algo digno de felicitar.
— Hey, _____ — Me saludo, desviando su atención de la TV. — Ven aquí la película casi termina. — Me ubique a su lado sin recostarme.
— ¿Que miras? — Le pregunte.
— Crepúsculo. — Dijo ansiosa.
— ¿Eh? — Nunca escuche de esa película.
— Tan pérdida como siempre. — Suspira poniendo los ojos en blanco. — Es una película de vampiros. — Aclaro.
— Ya veo. — Bufe. Me sorprendía porque Valeria lucia mayor de lo que se ve y sus palabras eran ya de una chica grande.
— Podremos verla en la noche, creo que te gustara. — Dijo guiñándome el ojo apagando el TV.
— Lo dudo. — La mire. — Oye, ¿tú no has visto a Papá algo raro?
— Bueno, él siempre está por aquí y por allá. Sus actitudes siempre me parecerán iguales a las de siempre. — Se encogió de hombros restándole importancia. — ¿Lo has visto fuera de lugar o algo? — Se recostó en una de las almohadas.
— Siempre se desaparece a la misma hora, siempre. — Murmuro.
— Quizás tenga una novia. — Opino ella muy natural. Mi mente salto a la defensiva.
— ¿Una novia? — Me dio un pinchazo en el estómago. — ¿Por qué no decírmelo? — La mire con desentendimiento.
— Puede que no te lo dijera para no tener que ver tus ojos tristes en este momento, ______ — Suspiro Valeria.
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Un futuro sin ti.
RomanceUn niño que sueña con tener algo inalcanzable y una niña que no entiende de la vida pero el le da significado. Esta historia se basa en la niñez, en la adversidad, amor y separación, todo junto. Admito que puedes llorar pero... ¿eres lo suficienteme...