Al día siguiente todos nos levantamos de buen humor, era un día fantástico: Había un buen sol y estaba un poco nublado pero no tanto como fuera a llover, teníamos una buena temperatura para ir a recorrer las estancias del hotel un rato. Me había puesto mis shorts de jean cortos y una blusa manga larga azul marino, con unas sandalias playeras. Justin tenía unos simples pantalones cortos y una camisa. Valeria en su lugar tenía puesto un vestido muy bonito floreado; todos los adultos estaban organizando las cosas que se llevarían a la mesa de la piscina.
– Pueden adelantarse. – Dijo Pattie sin prestar mucha atención.
– Aún tenemos algo de trabajo aquí. – Corrigió abuela.
– No se pueden perder. – Sonrió papá. – Solo sigan el camino de rocas siempre. – Nos guiño un ojo y nosotros nos miramos confundidos, pero solo tomamos nuestras cosas y salimos.
– ¡Guarden una mesa! – Grito Pattie antes de que Justin cerrara la puerta detrás de nosotros. Valeria se puso sus lentes.
– Creo que será divertido averiguar cuál es la dichosa piscina. – Bufo.
– No estés de malas por favor. – Pidió Justin. – Ya mucho tengo con mi madre. – Yo solté una risita.Nos montamos en el ascensor y marcamos el piso que correspondía para llegar a la recepción del hotel. Salimos de este y no fue tan difícil encontrar en camino de piedras, apenas salías por la puerta trasera te encontrabas con una piscina chiquita.
– ¿No me digan que esta es la piscina? – Dijo Valeria luciendo ofendida. Yo le metí un manotazo en la cabeza y ella se quejó.
– ¿De verdad piensas que un hotel tan lujoso podría tener una mini-piscina? – Le dije corrigiéndole.
– La verdad es una fuente. – Objeto Justin deteniéndose a lado de nosotras.
– Lo que sea, espero ver algo mejor que esto. – Suspiro Valeria.La verdad es que yo también había pensado que esa era la piscina oficial… pero más valía callarme que dejarme en ridículo.
Caminamos en silencio por una carretera angosta llena de piedras a nuestro lado derecho había un lago con muchos patos jugando en el agua y algunos simplemente nadando por ahí. En la orilla del lago había varias casas de dos pisos con juguetes de niños y toboganes medianos en el césped. Me preguntaba que se sentiría vivir ahí… tranquilidad, despertarse y mirar el lago, mirar el cielo totalmente despejado. Yo simplemente soñaba mucho.
– Me sorprende que ninguna de las dos hable por el camino. – Dijo Justin mirando las casas que yo veía hace unos segundos.
– Creo que me está haciendo bien estar lejos de casa. – Confeso Valeria. Justin me miro con cara de preocupación.
– No te veo muy contenta. – Observo, y eso no era una pregunta.
– Yo siempre estoy pensativa. – Sonreí con dificultad excusándome. Señalé las casas a lo lejos. – Esa casa son muy bonitas, me pregunto que se sentirá vivir allí. ¿No les gustan?
– Siento que mi ambiente es mucho más de ciudad. – Dijo Valeria con toda la madurez del mundo. Ya saben lo que dije el vinagre y el aceite, eso aplicaba en todo.
– Me gustan esas casas. – Me apoyo Justin. Valeria me sonrió.
– Quizás algún día logres tener una así. – Me deseo ella cambiando de ánimo, de la arrogancia a la perseverancia.
– Los invitare y tomaremos el té. – Dije en broma.
– Claro, digno de una casa de Barbie. – Señaló ella.
– Odio el rosa. – Apunte.
– Eso es bueno, quizás sea una casa de Barbie estilo hombre. – Ella se carcajeo.
– Mejor sigamos caminando, no me quiero perder de nada mientras estemos por aquí. – Y Justin guio la caminata.Pasamos por un arco que decía “Bienvenido al valle del sol.” Me pareció irónico que se llamara valle del sol un lugar donde apenas pegaban algunos rayos de él, pero así era mejor no me gustaba el aire caliente y así no tendría que obligarme a que sentirme a gusto en ciertos momentos que sabía que presenciaría. Nos pegamos a un grupo de personas y entramos al conocido parque detrás del hotel, ninguno hablo al llegar ¿Quién iba a saber que un lugar como este se encontraba de un hotel? Suponía que un hotel tan bonito debía mantener las expectativas altas al momento de verlo por primera vez. Lo primero que veías al entrar era un gran restaurante que tenía por fuera muchos adornos que tenían que ver con el mar, la gente iba y venía por todos lados. Me imaginaba que al ser sábado mucha gente había tenido la misma idea de visitar la playa y pasar un momento agradable con sus familiares. Seguimos caminando sin decir palabra siguiendo el camino y por los letreros que había visto el camino que habíamos tomado era el del área de la piscina; al llegar a esa área era un ambiente muy abierto, la piscina se dividía parecía como si estuvieras en un bosque por tanta vegetación pero si se distinguía la piscina de niños con la de adultos, la piscina de adultos tenía un gran tobogán rocoso, ver a las personas tirándose de él me hizo querer hacer lo mismo. Habían muchas palmeras que ofrecían sombra en el área de la piscina y muchas mesas pero la mayoría no estaban tan ocupadas como pensábamos en un principio, detrás del tobogán rocoso que hacia parecer que era una montaña real, habían muchas más cosas.
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Un futuro sin ti.
RomanceUn niño que sueña con tener algo inalcanzable y una niña que no entiende de la vida pero el le da significado. Esta historia se basa en la niñez, en la adversidad, amor y separación, todo junto. Admito que puedes llorar pero... ¿eres lo suficienteme...