Capitulo 1: El pequeño Justin.

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– Vale, ya déjalo Justin. – Dijo Verónica, su tía con obstinación.

Justin a sus jóvenes cuatro años solía ser un niño demasiado hiperactivo y tremendo, no dejaba sola a su prima y eso a Verónica le resultaba tierno pero también molesto dado que ella tenía que encargarse de él y no su perezosa madre.

– Solo quiero verla. – Admitió con sus mejillas sonrosadas y su voz con un timbre agudo.
– No Justin ya déjale dormir. – Se cruzó de brazos Verónica mirándole con el ceño fruncido. – Llamare a tu madre y así tu prima podrá dormir tranquila. – Eso alarmo a Justin.
– ¡No! – Exclamo. – Ya, ya prometo estarme quieto. – Se dio media vuelta y se devolvió por donde vino bajando las escaleras. 

Su tía suspiro, no sabía el afán que tenía Justin por su querida prima pero era tierno en su totalidad. Verónica volvió a entrar a la habitación que compartía con su esposo Robert y donde ahora la pequeña _____ habitaba también. Su hija tenía apenas cinco meses de nacida, no era mucho para saber cuándo la adoraban todos sus familiares. Se acercó a la cuna y la vio dormir tranquilamente, con su respiración acompasada. Realmente _____ era una ternura de bebe, su piel blanca, sus ojitos marrones ocultados por sus parpados, sus largas pestañas y su corto cabello castaño eran lo más hermoso que alguna vez vio en su bebe y era suya, se sentía tan orgullosa de ser madre y sobre todo de esa criaturita que estuvo nueve meses en su barriga, era el mejor regalo que Dios le pudo haber dado. Se acostó en su cama matrimonial sobre la colcha de color rojo oscuro y tomo su libro “El mercader de Venecia.” De William Shakespeare, le encantaba leer cuando _____ por fin dormía plácidamente, estos meses fueron duros ella no paraba de llorar y había que retenerla todo el tiempo. Verónica pensaba si eso era normal, hasta su madre, su hermana incluso Justin tenían que venir a ayudarle porque era demasiado pero era un alivio cuando Justin venía a consolar a _____ por sea lo que sea que estuviese llorando, él le hablaba y ella posaba toda su atención en él, era como su hermano mayor; protector siempre, cariñoso y estaba pendiente de ella las veinticuatro horas del día, no tan exagerado pero era de esa forma más o menos. Justin era un gran niño, muy inteligente y dedicado, era a buena disposición para todo lo que le dijera y eso era de gran ayuda a Verónica ella vivía con su madre y su esposo, Justin le pidió a su madre Patricia que le dejara aquí para poder estar más cerca de _____ y así cuidarla mejor, eso le dijo el a su madre y ella tuvo que aceptar si no el niño no la dejaría dormir por semanas. Agarraba su bate de acero y le daba a la puerta metálica del jardín para que lo dejaran venir a la casa de _____ y su madre no le quedo de otra que tomar su auto, una mochila con ropa y traerlo dando tumbos, pero Justin no era una molestia salvo cuando quería ver a su prima era un fastidio no aceptaba un no por respuesta y cuando lo aceptaba era por una amenaza de devolverlo a su casa, pero era mejor así.

Verónica se fundió en su libro tan inspirada leyendo que cuando levanto la mirada para verificar a _____, Justin alado de la cama viéndole con ternura de pie en un banco para poder estar a la altura ya que era muy enanito para llegar a donde ella.

– Por Dios santo… - Murmuro Verónica, llevándose una mano al corazón. – Justin, ¿Qué haces acá? – Cuchicheo para que _____ no despertara.
– Te dije que quería verla. – Dijo despreocupado sin mirar a su tía. Ella suspiro.
– ¿Tienes alguna especie de obsesión o algo por estilo? – Alzo la ceja, cerrando su libro. 
– Para nada. – Se encogió de hombros siendo tremendamente maduro. – Solo quiero que no le pase nada para que pueda jugar conmigo cuando crezca. – Admitió estirando la mano hacia ella.
– Déjala puedes ver mas no tocar. – Dijo con dulzura
– Bueno si eso me permite quedarme aquí. – Frunció el ceño. Verónica rio leve.
– Aún falta mucho tiempo para que puedas jugar con ella Justin. – Aclaro su tía sentándose. 
– Lo sé pero ¿Es linda a que si? – La miro con apreciación. Su tía no sabía cuál era la similitud en ser linda y poder jugar con ella. – No se parece en nada a ti.
– ¿Cómo qué no? – Casi grito Verónica haciendo que _____ se removiera un poco en la cuna. 
– No, ella es mucho más hermosa que tú. Ni siquiera a mi tío Robert se parece, quizás sea un milagro que ella sea un ángel y ustedes no. – Admitió riéndose malvadamente. 
– Mira mocoso… - Le dijo Verónica reprendiéndole para luego reírse. – Eres un caso Justin.
– Eso creo. – Musito observando a _____.
– Necesito hacer la cena. ¿Podrías cuidarla mientras no estoy? – Le pregunte, ya conocía su respuesta.
– Eso no debes preguntármelo. – Sonrió de oreja a oreja emocionado.
– Bueno, la dejo en tus manos. No hagas ruido. – Le advirtió ella.
– Lo prometo. – Dijo Justin sin moverse de donde estaba.

Verónica salió del cuarto directo a hacer la cena ya que pronto seria la hora de comer y tenía que darse prisa.

… 

– ¡Tía, tía! – Exclamo Justin. - _____ está caminando. Está dando sus primero pasos. – Dijo el con euforia señalando a la bebe.

Verónica llego corriendo hasta donde él estaba con arreglos en las manos, que si platos y cubiertos plásticos. Estaban organizando el cumpleaños número uno de _____ que se celebraba hoy, seria en una piscina y pues sería de lo más divertido festejarlo a lo grande.

– No lo creo. ¡Robert! – Grito ella, haciendo que ____ callera sentada y comenzara a llorar. – No, no. – Ella puso las cosas en la recepción del lugar donde sería la piscina para cargarla. – Ya ____ calma no llores. – La meció de un lado a otro.
– Viste, ya la asustaste. – Bufo Justin como si no fuera la primera vez que su tía mete la pata. Robert llego en esos instantes.
– ¿Volviste a asustarle? – Se quejó Robert mirando a Verónica y a _____.
– Me he emocionado es todo. – Dijo rodando los ojos.
– ¿Qué paso esta vez? – Miro Robert a Justin.
– ____ empezó a caminar y mi tonta tía llamándote hizo que esta se callera. – Se puso las manos en las mejillas apretándoselas. – Que desastrosa eres tía. – A eso Robert le dio mucha ternura. – La cosa es que yo la vi caminar primero que todos. – Dijo en modo de advertencia.
– Bueno Justin. Al menos tú tuviste suerte. – Dijo Robert negando con la cabeza. Mirando a la pequeña _____ en brazos de su madre que no dejaba de moverse inquieta. – Dásela a Justin, seguro a si deja de llorar. 
– ¿Crees que un niño de cinco años podrá con esta bebe? – Lo miro recelosa. 
– Sabes que es así. – Dijo Robert en respuesta. – No sé qué tiene este chico pero ella se calma con el así que vamos, tenemos prisa. – Dijo poniéndole la mano en la cabeza a Justin como gesto de agradecimiento, él se sonrojo.

Verónica guio a Justin hasta uno de los muebles de la recepción y le indico con la mano que tomara asiento, colocándole alado a ____ para que el pudiera sostenerla rodeándola con los brazos. 

– Te vas a quedar aquí y no te moverás hasta que organicemos todo para que la fiesta de tu prima pueda comenzar ¿Esta bien? – Verónica lo miro a los ojos esperando su respuesta. El asintió mirando a _____.

Su tía se fue corriendo a la entrada para recoger otras cajas de dulces, esperaba por un milagro que _____ no se callera o algo así pero sabía que Justin moría antes de dejarla caer en algún momento. 

“El amor que Justin siente hacia su prima, es amor de protección, de admiración y sobretodo cariño hacia esa pequeña criaturita que lo hace feliz cada día y cada noche solo con una simple sonrisita cómplice. Cuando él está con ella siente que lo tiene todo pero si él llega a estar lejos de ella sentía que perdida a la mitad de su alma, a la mitad de su ser y ella se la llevaba consigo. Es muy difícil averiguar los sentimientos de los niños cuando apenas son unos críos pero ellos no conocen de la verdad ni la mentira ni el sufrimiento ni nada, sus sentimientos pueden llegar a ser muy profundos sin que ellos se den cuenta puede parecer tonto en ojos adultos pero a los niños cuando sienten algo no pueden dejar de perseguir ese sentir hasta lograr tocarlo y desvanecerse en ese mar de sensaciones que provocan su éxtasis triunfal. No subestimemos sus sentimientos ya que pueden ser más leales que los de nosotros mismos. Eso sucedía con Justin, él se sentía completo a su lado y nadie cambiaría su opinión, ni la mínima distancia porque cuando alguien quiere algo, lucha con todas sus fuerzas hasta lograr su cometido. Quizás los niños tienen mas madurez de la que se ve.”

Un futuro sin ti.Where stories live. Discover now