Capitulo 17: Desentendimiento.

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Valeria y yo nos habíamos devuelto al hotel, nuestros padres aun no llegaban pero si nos encontramos a un Justin muy perezoso encima del sofá andando el celular, no nos había visto así que decidimos pasar a pasos de tortuga rodeándole y entrando en nuestra respectiva habitación, cambiándonos para así dormir.
Al día siguiente todos habían salido temprano a la piscina excepto, Justin y yo. Él estaba muy cómodo de su lado de la cama durmiendo apostaba a que había llegado cansado de su reunión con aquella chica. Suspire y me levante de la cama tratando de quitarme la pereza no eran más que el medio día, todavía andaba somnolienta quizás había dormido mal. Sentí como Justin se removía a mi lado.

– Buen día, _____ - Bostezo abriendo mucho la boca.
– Buenos días. – Le dije y seguido me levante para ir al balcón.

Teníamos una hermosa vista a la playa lejana, papá decía que en lancha podríamos ir a visitar las islas alrededor y que había muchos corales y peces en el transcurso la idea me fascinaba. Conocer, conocer y conocer. Era mejor que estar encerrada todo el día pero me ponía de los nervios la amiga de Justin. Me di la vuelta y lo tenía a un paso detrás mío.

– ¿Por qué tan distante? – Me pregunto acercándose.
– ¿Yo? – Ahora la mala de la película seria yo, estupendo.
– Si… pensé que me esperarías ayer para ir al parque. - ¿Esperarlo?
– Pero si no dijiste nada. – Le recrimine.
– No había salido con aquella chica, te iba a esperar en un lugar pero nunca diste vuelta por ahí y cuando te fui a buscar en el parque ya ustedes se estaban yendo y decidí mejor entrar por la puerta trasera así no vería tus malos ojos. – Yo me reí.
– ¿Cuál malos ojos? – Me queje.
– Esos que acabas de poner cuando te mencione a Charlotte. – Así que la chica tenia nombre.
– ¿Por qué no salieron? – Me interese.
– Pensé que dejar a mi primita plantada era mucho para su corazón. – Puso cara de perrito mojado.
– No seas hipócrita. – Bufe. 
– ¿Hipócrita? – Alzo una ceja.
– Si, ni siquiera yo sabía que ibas a volver ya tenía mis planes con Valeria si viniste aquí a ligar, bien. Pero si vas a pensar que me voy a fijar en cada paso que hagas estas equivocado. – Explote.
– No tienes que ponerte así ____ - Dijo sincero.- Siempre cuando hablo contigo es como si me detestaras, me odiaras. Solo conocí a alguien que puede llegar a ser mi amiga ¿Qué hay de malo en ello?
– No hay nada de malo. – Me tranquilice. – No te detesto, ni te odio. Pero me da agonía que empieces a decir ____ esto haremos, ____ iremos a esto. Y no lo cumplas ¿Sabes que duele? Que te reemplacen. 
– Estas dramática. – Señalo. 
– Vale, si pero tú has querido saber que pasaba. Puedes tener miles de amigas al final siempre volverás a hablar conmigo y yo estaré aquí como idiota.
– No eres idiota. – Me contradijo. – Parecemos una pareja de casados a punto de dar el divorcio en el último momento. – Yo me puse roja como tomate.
– ¿Qué... que dices? – Negué con la cabeza. – Estas equivocado. Olvídalo ¿sí? Así me haces un favor y también a ti. 
– ¿Quieres ir a la piscina? Solo tú y yo bebe como una cita. – Alzo las cejas haciéndose el galán. Yo solo pude reírme. – Iremos a ver los dichosos peces. La idea me encantaba, lo bueno de Justin era que sabía cómo contentarme en un dos por tres y eso era bueno.
– Está bien, acepto la “cita”. – Puse entre comillas con los dedos la palabra cita. El negó riendo con la cabeza. 
– Ahí está otra vez. – Señalo.
– ¿Qué cosa? – Pregunte confundida.
– No es nada. Siempre me evades. – Aclaro.
– ¿Eh? – Yo la verdad no entendía.
– No importa. Anda a cambiarte y recoger tus cosas mientras que voy al baño. – Se dio la vuelta y yo hice exactamente lo que me pidió.

Caminamos tranquilamente hasta el lugar de la piscina yendo inmediatamente hasta el lugar de la piscina llena de peces, me preguntaba si Josh andaría por ahí. Dejamos nuestros bolsos en la pequeña posada donde te entregaban los lentes para ver bajo el agua junto con un tubo especial para poder respirar y podías dejar tus pertenencias bajo llave en ese lugar, estaba muy emocionada. En el baño me quite mi ropa dejándome el traje de baño que me había obsequiado papá; trate de no mirarme en el espejo. Me puse los lentes como un cintillo para el cabello metiendo la ropa del suelo en mi bolsa de lona para salir dejar el bolso en un sitio que te asignaban, dándome la vuelta me encontré a Justin hablando con Josh. Mi mirada fue impactante. Camine hacia ellos con paso decidido por lo que pude escuchar hablaban de no sé qué cosa de los peces era interesante y cosas de esas de hombres. Jale a Justin del brazo y le sonreí a Josh y el me devolvió la sonrisa sin fijarse mucho en mí, gracias al cielo ya que este bañador no era de menos. Justin volteo a verme y el si me detallo de principio a fin con su mirada.

– Ya sé que me veo… 
– Perfecta. – Dijo sin dejarme terminar aun con su mejor cara de apreciación en el rostro. ¿Qué vería él? Yo no tenía ningún atributo.
– ¿Nadamos ya? – Le pregunte tratando de desviar el tema. 
– Claro… - Sacudió la cabeza y me guio hasta la orilla de la piscina.
– ¿Es profunda? – Le pregunte a Josh detrás de nosotros.
– Lo suficiente para que los peces se sientan en un lugar propio. – Me informo.
– Ya veo. – Agradecía saber nadar y poder explorar tranquila. Gracias por las clases, papá.
– Bueno estoy listo. – Justin se puso los lentes mordiendo la boquilla de su tubo para respirar y no pude evitar reírme.
– Te ves raro. – Le dije. 
– No dirás lo mismo cuando haga esto. – Y me empujo a la piscina.

Sentí que caía a un gran vacío, era verdad cuando decían que querían que los peces se sintieran en su hogar, recordé el tubo que estaba adherido a mis lentes y lo mordí antes de abrir los ojos, la verdad sentaba bastante bien para poder ver debajo del agua y respirar, cuando los abrí me dio pánico ver que tan profundo era y hasta miedo. Tenía el consentimiento de que sabía nadar pero todo era tan verdoso, iluminado por paneles de luz en las paredes, mire a mi lado y tenía a Justin viendo lo que yo veía me extendió la mano y con gusto la tome, seguido de esto me jalo hacia él y señaló con la cabeza los corales artificiales y las distintas especies de peces que ahí habían, no sabía el nombre de todos pero eran muy hermosos. Me solté de el para nadar a toda velocidad y el justo a mis talones bajamos a lo mas profundo para ver más de cerca los peces más grandes, ya podía sentir como mis oídos se tapaban. Lo mire de nuevo y el me hizo una mueca, más bien una sonrisa con la boca cerrada y se acercó a mi tomándome de la cintura. Yo abrí los ojos como platos ¿Qué tenía pensado él? Con cuidado con la mirada me pidió permiso para retirar mi tubo de respirar y asentí ¿Qué planeaba? Me dio un beso en la frente y luego en la nariz, mi cabeza estaba agachada y el con sus dedos la levanto en alto para besarme tiernamente en la mejilla y luego colocarse su tubo de nuevo y yo con dificultad el mío ¿Qué era eso? ¿Eran unas de esas etapas de Justin fiebre? No era chistoso ¿Por qué me había agradado aquello? A veces hay muchas cosas que nunca voy a poder terminar de entender. Lo mire mal y el me devolvió la mirada complacida y con un signo de interrogación en el rostro, negué con la cabeza haciéndole entender que no ocurría nada. Suspire mentalmente al pensar que Justin siempre se iba a salir con la suya y que yo no tenía nada, ni un motivo por el cual defenderme. Ya que… me agradaban sus gestos y yo sabía que al también le agradaban los míos. ¿Algún día iba a comprender todo aquello que estaba pasando? No, no lo creía pero no era capaz de detenerlo. 

“Cuando te acostumbras a algo y ese algo es realmente bueno y suficiente para ti ¿Creen que será difícil quitarse aquella costumbre cuando esa persona u objeto deje de hacer presencia? Era difícil… olvidar y más cuando dicha costumbre era buena; en cierto punto.”

Un futuro sin ti.Where stories live. Discover now