"Como revelación de ignoto arcano, hecha del germen mismo de lo tierno, eres misterio que al misterio humano aclara en ti su gema donde quiso mostrar la vida su prodigio eterno para que en ti yo viera el paraíso."
-Alfonso Orantes
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-¿Crees que Kylan esté en problemas muy graves?-le pregunté nerviosa a René, quien llegó hace unos minutos.
-Siendo sincero, no lo sé. A como puede ser algo de lo pueda salir puede ser algo muy grande, con los Semiónov nunca se sabe.
-Estoy tan preocupada, no quiero saber que pasaría si Kylan se entera que estamos haciendo esto-lo miré nerviosa jugando con mis manos.
-Ni lo pienses, por eso tenemos que tener todo el cuidado del mundo para que Kylan no sepa absolutamente nada-tomó su teléfono viendo la hora, suspiró.
-Tenemos que irnos, ya es hora.
Asentí rápidamente con la cabeza y tomé mi bolso saliendo de casa y caminando hacia el coche de René.
En el caminó recordé algo.
-¿Graveyard es algún cementerio o algo por el estilo?
-Es el lugar donde la mayoría de veces los carteles y las bandas se encuentran para intercambiar mercadería o matar a alguien, es un cementerio si, la verdad no tengo idea del porque tu hermano estaba al pendiente de cuando irían los Semiónov-siguió conduciendo y viendo hacia la carretera.
Miré por la ventana unos segundos antes de platear otra pregunta.
-¿Crees que Kylan se encuentre ahí?-mi voz sonó temblorosa.
-Tal vez, tenemos que ir con sumo cuidado e intentar que nadie, nadie nos vea si queremos salir vivos.
Asentí despacio y el silencio reinó el espacio el resto del camino.
Unos 15 minutos después llegamos.
El lugar era aterrador.
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¿Cómo si quiera vienen a este lugar?
Miré asustada a René, tragó grueso mirándome fijamente.
-Solo queda esperar que lleguen-dijo suspirando.
Escondimos el auto en una arboleda cerca y caminos hasta detrás de un arbusto que no se logra ver por una grande lápida.
