"Como revelación de ignoto arcano, hecha del germen mismo de lo tierno, eres misterio que al misterio humano aclara en ti su gema donde quiso mostrar la vida su prodigio eterno para que en ti yo viera el paraíso."
-Alfonso Orantes
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Llevaba aproximadamente 10 minutos mirando fijamente la puerta de mi habitación. Sin poder dormir.
Había pasado 1 semana desde el incidente en casa de Lukyan, 1 semana de que la idea del ruso dispuesto a matar a mi hermano me daba vuelta y vuelta por la cabeza.
Esa noche, cuando los labios del ojiazul tocaron los míos, se separaron casi de inmediato. Me envió hacia la habitación con un escolta y los días sábado y domingo no lo volví a ver. El lunes temprano un taxi me esperaba fuera de su casa, el cual me trajo hasta casa.
Mis pensamientos no me dejaron estar tranquila ningún día y en este momento, decidí acostarme a dormir temprano para descansar pero no puedo conciliar el sueño.
El sonido de la notificación de mensaje resonó en el cuarto, proveniente de mi celular reposando en la mesa de noche.
Tomé el aparato viendo la hora. 8:37p.m.
El nombre de Suzie arriba de un texto se leía en la pantalla.
"Claaaar. Saldré con Tara, ven con nosotras :) ¿Paso por ti?"
Tara es una chica nueva, es compañera nuestra en la universidad. Ha estado junto a nosotras desde que llegó.
Suspiré, contestando el mensaje.
"Su, salí a cenar con mis padres. Lo siento :( pásenla genial."
Iba a poner el celular en su lugar, pero este sonó de nuevo en mi mano. Pensando que era Suzie, entré directamente al mensaje. Pero al leerlo, fruncí el ceño extrañada.
Era de un número que no tenía guardado.
"Estoy fuera de tu casa. Sal antes de que tus papitos vean mis autos de ya sabes que:("
Debe ser una broma, una de muy mal gusto. Devolví el celular a su lugar y me acomodé de nuevo en mi cama, quedándome quieta. Al cabo de unos 2 minutos tal vez, el fuerte sonido del pito de un auto me hizo sobresaltarme sobre el colchón.
Automáticamente me levanté de mi cama y me dirigí hacia mi closet, tomando un pantalón de mezclilla y una blusa blanca sencilla para sustituir mi pijama.
Escuché a mi padre en la otra habitación preguntarle a mi madre si el auto buscaba acá.
Mientras subía mi pantalón me acerqué a la puerta de mi habitación y grité hacia ellos.
–Es Suzie.
Escuché un ligero "ok" de mi madre y en ese momento agradecí que Kylan no se encuentra en casa. De que nunca se encuentra en casa.
Rápidamente salí de mi habitación y bajé las escaleras, dirigiéndome hacia la salida.
Abrí la puerta principal y de primer plano, 3 camionetas BMW negras.
