A los 30 segundos, perdí la cuenta de cuánto tiempo llevaba mirando mi cuaderno en blanco. Probablemente unos 15 minutos.
Escuchaba la voz lejana de mi profesor dando la clase, a pesar de que se encontraba solamente a 3 pupitres de distancia.
Sin embargo, no pensaba en nada. Simplemente estaba ida.El sonido del timbre que avisaba la hora de salida me sacó de mi trance, parpadeé sintiendo mis ojos arder.
Guardé rápidamente mis cosas y salí en medio del tumulto de gente. Suzie no quiso venir hoy, por lo cual me encontraba sola.
Caminé lentamente hacia mi casillero, sintiendo a las personas pasar con rapidez a mis costados. Me sentía cansada.
Y muy probablemente era porque solamente dormí 2 horas. Toda la noche, desde que llegué a casa, estuve recordando al ruso que me dejó sola en un lugar desconocido. Sin celular, sin dinero, sin nada.
Cada vez que el recuerdo de anoche viene a mi cabeza, siento la furia inundar mi sistema por completo. Aún me encontraba incrédula.
Abrí mi casillero y metí los libros que podía dejar y saqué los que debía llevarme por tareas. Suspiré y cerré rápidamente el casillero.
Antes de si quiera intentar voltearme, un toque en mi hombro derecho llamó mi atención. Miré en esa dirección, pero me sobresalté al encontrarme algo inesperado.
Sonreí al ver a Ben frente a mi. Me acerqué de inmediato y lo abracé.
–Hey, que haces acá?–dije separándome de él y ajustando el bolso en mi hombro.
–Vine por mi horario. Mañana inicio.
Alcé las cejas y empecé a caminar hacia la salida. El me siguió.
–Eso es genial.
Asintió una vez y sonrió tímidamente.
–Al menos ya tengo una amiga.
Le di una amplia sonrisa mientras cruzábamos las puestas de la entrada. Seguí mirándolo para contestarle pero su rostro pasó a uno confundido cuando salimos al exterior.
Fruncí el ceño por su repentino cambio y miré hacia donde el tenía su vista clavada. En serio, me estoy cansando de esto.
El rostro serio del único ruso que conozco fue lo primero que captó mi atención. Sus calculadores ojos miraban de arriba a abajo a Ben, intentando intimidarlo.
Y creo que lo logró, porque puedo jurar que escuché a Ben tragar grueso a mi lado.
Lo segundo que llamó mi atención es que solo habían tres camionetas, no cuatro como siempre. Si no que el tatuado estaba saliendo de un Mercedes Benz 280SL 1970.
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LUKYAN
General Fiction"Como revelación de ignoto arcano, hecha del germen mismo de lo tierno, eres misterio que al misterio humano aclara en ti su gema donde quiso mostrar la vida su prodigio eterno para que en ti yo viera el paraíso." -Alfonso Orantes