Desencanto (Traducción)

Capítulo Final

Como el horario de sueño de Kazuichi había vuelto a la normalidad, había descubierto que quería pasar cada hora del día despierto. El tiempo se sentía como un objeto precioso que se deslizaba entre sus dedos, más valioso de lo que había sido alguna vez ahora que sabía cuán rápido podría verse obligado a soltarlo. Apretó la mano de Gundam con más fuerza mientras los dos caminaban por el paseo marítimo, rodeados por la luz anaranjada y polvorienta de una puesta de sol que había llegado demasiado pronto. El otro hombre se echó hacia atrás y comenzó a caminar más cerca de él.

"Ugh, ¿Podrían ustedes dos detenerse?" Los dos se detuvieron y volvieron la cabeza, sorprendidos por la voz, pero no se sorprendieron de ver de quién venía. "Me están sacando muy en serio".

"Hiyoko...", Mahiru regañó a la chica rubia, sonriéndoles avergonzada. La bailarina se detuvo junto a ella en el paseo marítimo y le lanzó una mirada penetrante, aunque su efecto infantil se había perdido desde su crecimiento acelerado.

"Oh, vamos, ¿no te cansas de eso también?", Preguntó entre dientes, antes de cruzar los brazos y mirar a otro lado, sin dejar de hacer pucheros. "Me sorprende que hayan estado juntos tanto tiempo. Supongo que tienen mucho en común, ya que ambos son idiotas espeluznantes". Mientras pronunció la última oración, Hiyoko les devolvió la mirada con una sonrisa burlona.

"¡H-Hey!" Kazuichi soltó la mano de Gundam y la señaló acusadora. "¡Estás celosa de nuestra relación duradera!"

"¿P-Por qué estaría celosa?", Preguntó ella, sus ojos rápidamente revoloteando hacia la chica pelirroja a su lado. "No llamaría a dos meses una 'relación duradera'. Aunque supongo que puede parecerle largo a un perdedor como tú".

"Está bien, Hiyoko, es suficiente", le dijo Mahiru en un tono exasperado, antes de sonreír con cansancio al mecánico. "Lo siento. Nos iremos ahora". Con eso, la fotógrafa envolvió sus dedos alrededor de la muñeca de la bailarina y pasó junto a ellos rápidamente, Hiyoko protestando todo el camino con una expresión nerviosa. Kazuichi se cruzó de brazos y la miró furioso, jadeando petulantemente. Una mirada en dirección a Gundam le dijo que el otro hombre también estaba silenciosamente furioso.

"Los meros mortales son simplemente incapaces de comprender seres como nosotros" comentó el criador enojado, y el mecánico asintió enfáticamente de acuerdo. Sin embargo, poco después, Gundam soltó una risita grave y la expresión de indignación desapareció de su rostro. "No tiene importancia. Las palabras ignorantes también pueden ser ignoradas".

"Todavía es molesto", respondió Kazuichi, pero lo dejó ir con un suspiro. Tan irritante como Hiyoko, todavía había una parte de él que estaba contento de haberse recuperado de recuperar sus recuerdos, después de sufrir la misma depresión inicial que todos habían experimentado. "Bueno, supongo que ya estamos más o menos cerca de mi cabaña, ¿así que nos vemos mañana?" Sintió una punzada de pesar por haber dejado al criador por el día, y maldijo frustradamente a cualquier deidad que hubiera hecho a los humanos por hacerlos tener dormir tanto

"Ah, e-espera, Kazuichi", dijo el otro hombre apresuradamente mientras daba un paso hacia su casa. Se giró sorprendido, con expresión burlona, ​​y el criador levantó su bufanda para cubrir un ligero rubor. "¿P-Podemos permanecer un momento más?"

"Um, seguro", respondió el mecánico, preguntándose si se daría la vuelta si Gundam supiera lo contento que estaba de aceptar la solicitud. "¿Por qué?"

"No es nada de particular importancia", respondió el otro hombre rápidamente. "Sin embargo... ¿podríamos quedarnos a ver la salida de la luna?"

"Uh ... ¿la salida de la luna?" Repitió, su tono desconcertado. "¿Quieres decir que quieres ver la puesta de sol?" El criador resopló y sacudió la cabeza, pasando junto a él hacia el borde del paseo marítimo.