Caminando más o menos seis cuadras, mis pies empiezan a quejarse y mis pulmones a gruñir por la velocidad involuntaria que llevaba. Ambos perros jadeando con sus lenguas afuera y ya tan entrada la noche, cada exhalación crea un vaho frente a nosotros. Llegamos a una esquina que limita dos tiendas y una panadería; sigo caminando unos metros más y finalmente me siento en la banca de un paradero, para ver dos segundos después a Theo sentarse a mi lado.
—Así que... fue él quien te llamo —dice, rompiendo mis reflexiones internas.
—Sí.
Mi monosilábica respuesta edifica un silencio entre ambos solo llenado por los buses que transitan frente a nosotros. Escucho la pesada respiración de Theo y tras un resoplido, su voz.
—Quizás debamos formar un club de los desafortunados en el amor. —Su comentario me causa gracia y termino riendo con él—. Te sorprendería la cantidad de afiliados que habría.
—Mi caso no entra —objeto—. En teoría no tuve nada con él así que no puede contar como relación fallida.
—El amor fallido a veces es unilateral, sí entra tu caso.
—Eso no me hace sentir mejor —asevero
—Ese no es mi objetivo tampoco —bromea—. Si buscas consuelo, jamás me busques a mí.
—Es bueno saberlo.
Vi una película de niños hace un par de años: La princesa y el sapo. Resulta que Lottie pide un deseo a la estrella para encontrar el amor y su romance de cuento, la estrella le manda al príncipe y ella se ilusiona —a pesar de que es un impostor, pero ese es otro punto— y prácticamente se enamora, encontrando lo que anhelaba; pero en realidad ella no es la protagonista, ella es solamente la amiga de la que realmente vive ese romance bonito con el príncipe y que culmina en boda. Teniendo esa referencia, puedo pensar que lo que me pasa con Luka puede ser culpa mía:
Cuando pedí el deseo a la velita de cumpleaños de vivir en una historia de amor, no aclaré que yo quería ser la protagonista y mi papel quedó como el de la amiga fiel que está enamorada en secreto del príncipe. Esa que escucha sus penas y con el dolor del alma aconseja al protagonista solo buscando su felicidad.
Después de todo, toda historia de amor tiene a «la amiga», el papel secundario y como todo en la vida, ese es el que me tocó.
Luego de que el helado viento me distrajera lo suficiente, decidimos volver al edificio, tampoco es que me vaya a morir aunque de doler, sí duele.
Llegamos al elevador y subimos juntos, Theo es de esas compañías que son más cómodas en silencio pero que reconfortan sin ni siquiera dedicar una mirada. Cuando el número en la parte superior va avanzando y veo el número diez, giro mi cuerpo hacia él.
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La no protagonista de una historia de amor •TERMINADA•
Romance❝Todas las personas tenemos historia, pero no todas nacimos para ser protagonistas❞ |Sinopsis en el interior| -- SIN EDITAR Comienza: 10/junio/2017 Termina: 17/mayo/2018 Bienvenidos 💙