Buscando Mi Camino 5

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LALI:

Tras muchos años, por fin le había contado la verdad a Peter. Había sido duro, pero al menos ya me sentía mejor después de hacerlo. Y mucho mejor aún sabiendo que el me iba a apoyar de ahora en adelante.

Fuimos a la salita donde los nenes nos estaban esperando. Al entrar sus pequeños ojitos se iluminaron, se levantaron de sus asientos y corrieron a abrazarnos, entre ellos, estaba el pequeño Thiago, cuya cara no podía expresar más felicidad.

- ¡Yo los conocí el primero! - gritó feliz.

- ¡¿Y qué?! - le grito a Thiago una niña pequeña con los ojos claros -. Ahora  les conocemos todos

Por lo que estaba viendo, Thiago no es que se llevará muy bien con algunos de sus compañeros. Había notado que les había molestado bastante que nos conociera antes que otros.

Y instintivamente, sentía por ese niño algo más que ternura, algo tirando maternal. Por lo que me vi obligada a defenderlo:

- No pasa nada chicos, no se metan los unos con los otros. Ahora vamos a estar con todos y vamos a pasarla bien, ¿de acuerdo?

- ¡¡¡Sí!!! - respondieron todos los nenes a la vez.

- Bien - dije.

Justo fue en ese momento, cuando era pequeña niña que le había respondido antes a Thiago, se me acercó.

- Thiago siempre es un niño que está muy solo. No le gusta hablar con los demás, el piensa que un día sus papás van a venir a buscarle, y como los más mayores se ríen de él, poco a poco se ha ido distanciando de todo el grupo. Pero yo no le he hecho nada.

Miré a la pequeña y la sonreí:

- No te preocupes, enana. Está todo bien. ¿Cuál es tu nombre?

- Micaela.

- ¿Y cuantos años tenés?

- 7 años.

- ¡Qué mayor! - exclamé sonriente -. Bueno, Mica, ahora vamos a jugar todos juntos, ¿si?

Los niños se pusieron a jugar entre ellos, y volví a ver a Thiago, que estaba siendo desplazado por el resto de sus compañeros. Mica, fue la única que se acercó y que le animó para jugar con ella.

Tragué saliva al ver la triste situación, y me acerqué todo lo que podía Peter. Fue entonces cuando le susurre al oído:

- Thiago tiene problemas con algunos de sus compañeros. Él confía en que sus padres van a venir a buscarle algún día, y por eso los niños los mayores se meten con él. Me lo ha dicho Mica, la niña de los ojitos claros que le respondió antes, y que ahora está tratando de jugar con él.

Peter me miró y suspiró:

- Lali, yo no quiero que le hagan daño. No sé si en verdad es mi hijo, pero hay algunas cosas que coinciden. Y no me gustaría que nene estuviera sufriendo. Cuanto antes tenemos que arreglar esta situación - me respondió en voz baja.

- A mí me pasa lo mismo Peter. Noto como si ese nene fuera algo mío. No sé, tal vez es una simple tontería, pero el instinto maternal me despertó cuando tuve a ese pequeñito en la panza. Fue muy duro que me lo arrebataran - dije a punto de llorar.

- Shh... — susurró Peter abrazándome por la cintura -. Tranquila hermosa. Acá delante de los nenes no, después hablamos.

- ¿Podemos jugar con ustedes? - me sequé las lágrimas y miré al frente. Mica tenía una muñeca entre las manos y a su lado estaba Thiago.

Sonreí:

- Claro que sí, ¿a qué quieren jugar? - les pregunté yo.

- A las familias - dijo Mica.

- Eso es muy lindo, jugamos a las familias entonces chicos - les dijo Peter.

- Yo jugaba antes a las familias con mi mamá - dijo Mica.

Vi entonces en ese momento, Peter colocaba Thiago en sus piernas. Yo hice lo mismo con Mica para que ella no se sintiera mal:

- ¿Qué la pasó a tu mamá, Mica?

- Pues, mis papás habían separado hacía mucho, cuando era un bebé. Porque mi papá pegaba a mi mamá. A mi mamá la defendía la policía. Pero un día mi papá se camufló, entró en casa y la mató. Eso fue el año pasado, por eso llevo aquí un año.

La historia de la pequeña me conmocionó. Sabía que todas las historias de los niños que vivían en este lugar era muy tristes. Y yo, en ese momento, no estaba para historias tristes, en primer lugar porque la mía también lo era, para ser más exactos, la de mi pequeño y la mía. Solo de ver a Peter con Thiago en los brazos, me partía el corazón, de tan solo pensar que si ese niño de verdad fuera mi hijo, podría haber tenido una vida completamente diferente y mucho más feliz. Pensar en eso, y pensar en la verdadera vida de mierda que habría tenido seguramente, me ponía realmente mal.

- ¿Y quién es tu mejor amigo de acá Mica? - la preguntó Peter.

Mica miró a Thiago, Thiago la miró a ella y esbozó una sonrisa.

- Thiago, pero solo cuando no está de mal humor - dijo ella divertida.

Peter rió y le hizo cosquillas a Peter en la panza:

- ¿Es qué sos malhumorado enano?

- No Peter. Es que a veces los nenes se meten conmigo... Los más grandes - dijo Thiago apenado, y sentí una punzada en el corazón. Estaba sintiendo demasiado cariño por ese nene, sin ni siquiera saber la verdad, y eso, realmente, me podría traer algunos graves problemas.

BUSCANDO MI CAMINO -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora