Buscando Mi Camino 23

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LALI:

Escuché gritar a Thiago en la otra habitación. Me levanté rápidamente y vi que Peter ya no estaba durmiendo a mi lado. Tal vez estaba con él... Aún así, salí de mi cuarto y fui al de Thiago.

- Mentirosa - me dijo -. ¡Mentirosa, sos mala! ¡Sos la peor mamá del mundo!

Me toqué el pecho. De todas formas, me acerqué a él para abrazarlo, pero él me sacó rápidamente:

- No me vuelvas a tocar, sos re mala. ¡Te odio! ¡Los odio a los dos! ¡Son unos mentirosos!

Miré a Peter seriamente:

- ¿Qué has hecho?

- Decirle la verdad - me respondió él -. Creo que si queremos seguir adelante con esto, él debe saber la verdad.

Me agarré la cabeza:

- ¿Estás loco? En serio Peter, ¿cómo que le has dicho la verdad?

Thiago volvió a chillar:

- ¡¿Vieron como son unos mentirosos, no los quiero más?! ¡Los odio!

Entonces, Thiago se levantó de la cama furioso, y empujándonos tanto a Peter como a mí, salió del cuarto dando un portazo.

Miré a Peter fijamente, muy enojada.

- ¡¿Qué mierda has hecho?!

- He hecho lo que tenía que hacer - me dijo -. Decirle la verdad, él se merece la verdad. Por vos nunca le hubiéramos dicho nada, y, ¿qué querés? ¿Qué viva en una mentira permanente? 

Negué con la cabeza:

- Se lo has dicho sin tacto, sin cariño...

- ¡Se lo he dicho como he podido! - me gritó -. Llevo poco tiempo siendo padre y no estoy preparado. Vos tampoco sos la madre perfecta.

Me enojé aún más:

- Al menos lo trato con más cariño que vos.

Peter se rió con cierto tono de sarcasmo:

- Claro, vos crees que sos la madre perfecta... Por eso la hiciste caso a tu mamá... Te dejaste llevar para que te sacara al nene, hizo con vos lo que quiso. Y que sepas, que también lo trato con cariño, si por vos fuera, el nene hubiera estado viviendo en una mentira hasta el día en el que le tuviéramos que haber devuelto al orfanato.

Me agarré la cabeza:

- Dejá de decirme que lo abandoné. Tan solo era una nena Peter, era una nena que se quedó embarazada en una de sus primeras veces, te tenías que haber cuidado, no solo es mi culpa. Creo que ya eras lo suficientemente mayor para saber que cuando metes eso ahí dentro, podés dejar a la chica embarazada - le dije -, así que deberías haberte preocupado de si estaba embarazada o no lo estaba. Ahora no me culpes tan solo a mí, no seas tan mala persona.

- Te culpo porque la permitiste a tu mamá que te sacara a nuestro hijo, sin contar conmigo.

Suspiré.

- Decí lo que quieras Peter, me estás hartando ya - dije. Y después me fui a la sala, donde estaba Thiago llorando hecho un ovillo.

Me senté a su lado y le acaricié el pelo:

- Enano, ¿como te sentís? - le pregunté.

- Mal - respondió -, quiero irme al orfanato.

Suspiré. 

- Mi amor, Peter y yo no queremos que te vayas.

- Pero yo sí que me quiero marchar, y deben respetar mi decisión. Quiero ir a mi cuarto a hacer la valija. No quiero verles nunca más.

Intenté abrazarlo pero él me sacó:

- ¡Salí! No te quiero más...

- Pero yo te amo, enano. Y Peter también te ama mucho.

- Me da igual. Me han engañado. No quiero verles nunca más.

Peter apareció en la puerta:

- Eu, trátanos bien. Nosotros te amamos y queremos que estés bien. Vamos a averiguar la verdad enano, te lo prometo.

- No quiero - dijo él -. No quiero que averigüen nada. Me voy a mi cuarto, y voy a hacer la valija para que me lleven al orfanato - se levantó del sillón y se fue corriendo a su cuarto.

Yo fui tras él. 

- ¿Querés que te ayude con la valija, mi amor? - le pregunté con tono tierno.

- ¡No! - me gritó él -. Yo sé hacerla solo, y no me digas mi amor.

Suspiré, a cada momento me dolía más el corazón. Me fui del cuarto de Thiago y me senté en el sillón. Al rato, vino Peter, y se sentó a mi lado:

- Perdoname - me dijo agarrándome la mano.

- El perdón ya no sirve, ya no va a cambiar nada. Ya sabés como está Thiago - suspiré -. Claro que había que decirle la verdad, pero deberíamos haberle contado la verdad desde el principio. Nos hubiéramos hecho otros análisis y listo. Pero ahora ya no hay marcha atrás. Está re enojado con nosotros - rompí a llorar -, ya no podemos arreglar nada. Nos odia Peter... Lo que nuestro corazón siente, él no lo puede ver. No puede conocer nuestros sentimientos, no confía en nosotros.

- Sé que no confía en nosotros. Pero tenemos que arreglar todo esto. Lo amo Lali, y sé con certeza que es nuestro hijo. Y por mucho que lo llevemos de vuelta al orfanato, tengo pelos de él, los he recogido de la cama. Y los voy a llevar a otro centro, y los van a analizar. Y cuando nos den los otros resultados, que te aseguro que van a ser positivos, ahí vamos a recogerlo y lo vamos a adoptar. Y vamos a formar una familia inseparable.

En ese momento, Thiago llegó a la sala cargando con su valija:

- Ya está - dijo con tono malhumorado.

Tragué saliva, me sequé las lágrimas y lo miré:

- ¿Has hecho la valija?

- Sí, me quiero ir ya - exigió Thiago.

Peter suspiró y agarró la valija de Thiago. Con gran dolor, abandonamos mi casa para llevar a Thiago a La Plata, de vuelta al orfanato de dónde le habíamos sacado.

BUSCANDO MI CAMINO -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora