BUSCANDO MI CAMINO -Terminada

Buscando Mi Camino 18

LALI:

A la mañana siguiente fuimos con Thiago a la clínica para hacernos los exámenes de ADN. Los tres estábamos nerviosos, en especial Thiago, que no paraba de preguntar cuando tendrían los resultados:

- Nos dijeron que tardarían como una semana. Vamos a tener que esperar enano - le respondió Peter con dulzura.

- No puedo esperar más - Thiago suspiró -. Llevo mucho tiempo esperando a descubrir quiénes son mis papás.

Yo suspiré. Yo llevaba 7 malditos años, casi ocho, esperando a conocer a mi hijo. Y todo por culpa de mis viejos... Todo era por su maldita culpa.

- ¿Quieren ir a desayunar? - preguntó Peter -. Conozco un café que está cerca de acá donde todo está riquísimo.

Thiago me miró:

- ¿Podemos ir mami?

Se me derritió el corazón. Me había dicho mami. Miré a Peter, también me sonrió:

- Claro que podemos ir.

Agarré mi bolso, le di la mano a Thiago y los tres juntos salimos de la clínica. Caminamos hasta el café que Peter había indicado, entramos y nos sentamos en un rincón muy confortable. No queríamos que todo el mundo nos viera con el nene así que la pedimos el favor a la camarera de que nos pusiera en un sitio aparte.

- ¿Qué querés pedir? - le preguntó Peter a Thiago.

- Chocolatada, ¿puedo? Y, ¿panqueques con chocolate y caramelo?

- Claro que podés pedir eso enano - le respondió Peter -. ¿Qué querés vos Lali?

- Jugo de naranja, café y panqueques también - respondí.

- ¿Ya no estás a dieta? - me preguntó Peter riendo.

Suspiré divertida:

- ¿Crees que necesito hacer dieta, señor Lanzani? Estoy perfecta, igual con el ejercicio que hago, los bailes y todo eso no me hace mucha falta hacer dieta. Como lo que quiero, como sano, solo eso.

- Bien... De todas formas, yo ya sabía que eras perfecta, y que sos perfecta, y que siempre serás perfecta.

Thiago suspiró:

- ¡Qué lindos!

- Sí, y vos sos el enano más lindo de todo el mundo entero - le dije yo dándole un beso en la sien.

Pedimos la comida y charlamos un rato hasta que nos trajeron el desayuno. A Thiago le encantaron los panqueques:

- Nunca los había probado - dijo al terminar -. En el orfanato no ponían para comer cosas tan ricas, solo sopa de verduras y pescado podrido - Thiago puso cara de enojado.

- ¿Y para desayunar? - le preguntó Peter.

- Agua sucia con chocolate - respondió Thiago.

- Ya sé a quién me recuerda este nene - dije -, tu papá también era delicado para comer. Era el que peor comía de todo el elenco de Casi Ángeles, ¿te acordás Peter?

- Sí, claro que me acuerdo. Ahora ya como mejor - respondió Peter riendo.

Pero, en ese momento, sonó mi teléfono. Las risas se terminaron, era Santiago. Atendí, algo preocupada, le debía una explicación, pero tenía miedo de contarle:

- ¿Hola amor? - me preguntó -. ¿Cómo estás?

- Hola Santi, estoy bien, ¿y vos? - le pregunté mirando a Peter con una mirada de baja la voz.

- Bien, bueno, regular, ¿ha pasado algo?

- No no, tranqui, está todo más que bien, ¿por qué lo preguntas?

- Teníamos una cita para desayunar y no has venido. Por no hablar de que llevas días sin llamarme, ni atenderme el teléfono. ¿Qué pasa?

- Tengo lío en el trabajo nada más, no estoy muy atenta del teléfono últimamente, además, sabes que tengo a Thiago en casa y que después de que me le he traído para que pase unas vacaciones de ensueño, tendrá que disfrutarlas. Estoy muy liada, por eso no te doy tanta bola amor, pero está todo bien.

- Sabes que a mí no me importa tener que estar con Thiago - dijo Santi -. Quiero estar con vos, es Navidad, quiero que la pasemos juntos y disfrutando.

- A veces no se puede estar todo el rato con la persona que quieres Santi, tenés que entenderlo.

- Yo lo entiendo, pero te noto rara. Nunca habías estado de esa forma contigo, las cosas están empezando a no funcionar bien, y eso no me gusta.

- ¿Por qué decís eso?

- Lo noto, ya te dije. Estás rara y distante, como si ya no quisieras estar conmigo.

Miré a Peter:

- Emm... ¿Podemos vernos esta tarde, y lo hablamos todo mejor en persona? Creo que esto de hablar por el celular de nuestras cosas es muy de adolescentes, y nosotros ya no lo somos. Así lo solucionamos todo cara a cara y listo.

- Está bien, acordare entonces de que esta tarde quedaste conmigo, no te olvides.

Tragué saliva:

- No, no me olvido.

- Chau y besos.

- Chau - y corté la llamada. Miré a Peter suspirando -: Está enojado, muy enojado.

- No dejes que te maneje - me dijo Peter -. Esta tarde vas a hablar con él y le contás lo que necesites, yo me quedo con el nene, si te parece vamos a ver a la abuela Claudia y al abuelo Juan y así les conoces, y al tío Bauti, ¿dale?

Thiago asintió con la cabeza con una enorme sonrisa.

- Y ya sabes dónde estoy, La. Como te trate mal, me llamas y voy a matarlo, que tengo ganas.

-...-

NARRADOR:

Tras muchas llamadas de teléfono a todos los centros de ADN que había en la ciudad de Buenos Aires, por fin, Majo Riera, la madre de Lali, terminó encontrando lo que buscaba:

- Yo les puedo ofrecer una importante suma de dinero en el caso de que pongan que los resultados de los análisis son negativos.

- Podemos meternos en un lío señora - le dijo el director del centro.

- Yo les pago todo, no se preocupen. Pero necesito que hagan eso.

- ¿Y si dan positivo?

- Me llaman y me lo cuentan, pero no quiero ni que Mariana Espósito ni Juan Pedro Lanzani se enteren de todo esto. Han jugado mucho con fuego, y se han quemado. Estoy agotada y quiero terminar con todo esto.