Buscando Mi Camino 27

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LALI:

Llevaba pensando lo mismo durante toda la tarde. Mi mamá estaba detrás de todo esto: que los análisis hubieran dado negativo era obra suya, no sé como lo había hecho, pero estaba segura que era obra suya. Y ahora que querían llevarse a Thiago. Cada vez había más coincidencias.

Y de tanto pensar, me había dado cuenta de algo. Al quedarme embarazada, mientras mi madre me decía de todo, mi papá me apoyó parcialmente en el embarazo. Me decía: "Ha sido un descuido que le puede pasar a cualquiera. No te sientas mal por ello, seguro que tu bebé nace sano. Todo estará bien".

De ahí que necesitaba hablar con mi papá. Seguramente, si él sabía algo sobre todo esto, me iba ayudar.Ya tenía una edad, no era la nena de dieciocho años recién cumplidos que se había quedado embarazada. Ahora tenía un trabajo completamente estable y un hijo no iba a suponer un trauma para mí (aunque en verdad no lo hubiera supuesto hace años, por mucho que mi madre pensara que iba a ser así).

- ¿Querés llamar a tu mamá? - me preguntó Peter.

Negué con la cabeza:

- No tendría sentido llamar a mi mamá, no me diría nada. Voy a llamar a mi viejo. Si él sabe algo, va a ayudarnos. 

- Llámalo entonces. Y mientras vamos de camino, no hay tiempo que perder.

Bajamos rápidamente hasta el parking del hotel, subimos al auto y Peter arrancó. Cuando comenzó a manejar nuevamente en dirección al orfanato, agarré mi celular y llamé mi viejo, con la esperanza de que estuviera despierto y lejos de mi mamá para que pudiera darme cualquier pista libremente.

Mi viejo atendió rápidamente:

- Hola Lali, ¿cómo estás hija? ¿Pasa algo que me llamas tan tarde?

Tragué saliva. Hacia años que no hablaba de mi embarazo con mi padre, pero había llegado la hora de hacerlo.

- Sí pasa - dije -. Es sobre...

- ¿Sobre qué?

- Sobre mi hijo, Thiago.

- Lali, deja el tema del nene ya. Igual lo adoptaron, le cambiaron el nombre - dijo mi viejo intentando evadir el tema -. No podemos saber nada ya de él, han pasado muchos años.

- ¿Te crees que a una madre la importa que pasen muchos años para poder buscar a su hijo? - le pregunté -. Te recuerdo que tengo corazón, un corazón que está lleno de tristeza desde que vos y mamá me quitaron a mi bebé nada más nacer. Ni siquiera me dejaron verle la carita. Fueron muy crueles.

- Lali, no quiero hablar del tema.

- Me da igual, yo sí quiero hablar del tema. Y tengo la sensación de que fuiste vos quien llevó a Thiago al orfanato, me acuerdo que me quedé con mamá sola hasta por la noche, cuando vos llegaste y dijiste: "Ya está". Quiero que hables, que por una vez no seas el criado y el perrito faldero de mamá. Dime ya donde está mi hijo. ¡Ya! Porque si no te juro que ahora mismo voy a la policía y los denuncio a los dos.

Aunque Peter estuviera manejando y fuera muy pendiente de la carretera porque en realidad íbamos a gran velocidad, me miró sorprendido. Sí, nunca me había visto siendo tan dura con mis viejos, pero ya era hora. Ya era hora de que todo cambiara.

- Lali, cálmate - me dijo mi papá -. Igual lo hicimos mal y debimos dejar que eligieras sobre el destino de tu bebé.

- Obvio, y sabes perfectamente que se hubiera quedado conmigo. Peter hubiera estado encantado de ser papá, pero ustedes nos arrebataron la oportunidad. Me robaron a mi hijo, se lo llevaron en contra de mi voluntad. Y ahora, que ya estoy lo suficientemente lista para ser mamá, tan solo les pido ayuda. ¡Dime dónde está Thiago!

Lali, lo dejé hace años en el orfanato municipal de La Plata. No nos dijeron nada más, cuando a un bebé lo entregas al orfanato, ellos no se comprometen a dar más a datos a la familia biológica.

Negué con la cabeza:

- Papá, ¡dejá de mentirme! Seguro que sabes perfectamente todo lo que está haciendo mamá estas últimas semanas.

Mi padre suspiró al otro lado de la línea.

- Te voy a ser sincero, Lali. Lo único que sé, es hasta la parte en el que la Directora del Orfanato llamó a tu mamá y la dijo que te habías llevado a Thiago. Tu mamá se puso furiosa, me lo contó todo, pero yo la dije que lo mejor era que te dejara en paz, y que siguieras adelante la vida con tu hijo - dijo mi papá con voz decepcionada -. Siento no haberte avisado antes, me siento muy mal por ello. Pero sí, ese Thiago al que te llevaste, era tu hijo. Tu hijo de verdad. Yo no quería joderte, prefería que siguieras investigando sola, pero ahora me doy cuenta del mal padre que soy, soy una auténtica basura. Te pido perdón hija... Por todo lo que has sufrido estos años. Nos hemos comportado de una forma horrible con vos.

Así que mi papá sabía todo y no me había contado ni una sola palabra sobre todo esto. Y lo mejor, lo mejor de todo, al menos me había confirmado que Thiago era nuestro hijo, y por eso me sentía feliz.

- En primer lugar, te confirmo lo que pensaba, no tenés corazón. Y en segundo lugar, gracias al menos por confirmarme que Thiago es mi hijo, aunque sea demasiado tarde. Y bueno, te pregunto, ¿sabés algo de unos análisis negativos en una clínica de ADN o de que unos estafadores se quieren llevar a Thiago del orfanato?

- ¿Cómo? - me preguntó mi papá con tono de sorpresa.

- Lo que escuchas. Eso es lo que ha sucedido durante las últimas semanas. Fuimos con Thiago a hacernos una analítica de ADN, pero los resultados dieron negativos. Le mentimos al nene para hacer tiempo y hacernos otros análisis de ADN, pero al final le contamos la verdad, él se enojó con nosotros y nos pidió que lo lleváramos de vuelta al orfanato. Y lo hicimos, pero acaba de llamarnos Claudia, y nos ha dicho que Thiago la había llamado muerto de miedo diciéndole que unos señores malos querían llevárselo. ¿Sabés algo de eso? - le pregunté.

- No, de eso te juro que no sé nada. Te he contado todo lo que sé. Pero te confirmo que tu vieja era la que quería seguir adelante con toda esta mentira, quiere que te quedes sin el nene, Lali.

- Ajá, perfecto - dije muy defraudada y enojada -. Confirmaste mis sospechas. Y hablamos, pero quiero que sepas que has perdido a una hija. Son unos hijos de puta, vos y mamá - no quería guardarme nada, quería soltarle todo lo que tenía guardado dentro de mi desde hacía años -. Son dos personas sin corazón, que por la plata echan afuera todo lo que hay en su vida. Pero hasta acá llega mi relación con ustedes. Espero no verlos nunca más en mi vida, no me llamen más. No hay vuelta atrás. Llevo odiándoles casi ocho años, y ahora mi odio es mucho más fuerte. Ojalá les vaya muy mal y paguen por todo lo que me han hecho. Chau - y entonces corté la llamada. Miré a Peter -: Es nuestro, está probado. Primero vamos a encontrarle y luego vamos los tres a denunciar a la comisaría. Esto no se va a quedar así, van a pagar todo lo que me han hecho.

BUSCANDO MI CAMINO -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora