Mateo está sujetando su estómago por la risa que le provocó mi respuesta tan sincera acerca de lo que hablamos. La realidad es que no fue una respuesta sincera, más bien yo soy una desinhibida que no le importa soltar las palabras sexuales tan fácil. Al momento de él cuestionar nuestro tema de pijamada, dije que estábamos apostando sobre con cuántos tipos nos hemos acostado cada una desde la última vez que nos vimos.
Hay dos puntos que aclarar en este asunto: obviamente ese no era nuestro tema de conversación y Mateo se está riendo tanto solo por la cara que Yari puso y lo escandalizada que se siente sobre estos temas. Ella lleva con el rostro metido en un oso de peluche el mismo tiempo que Mateo riéndose.
Él está siendo un patán y Yari fingiendo un papel que no le queda, porque vamos, esto es tan natural que no veo la razón para que se ponga así, no estamos en el siglo XVIII.
—Yari, sal de tu escondite, estamos con el renacuajo de mi hermano, no con el chico que te vio desnuda —le susurra Vanessa y eso hace que yo escupa mi vino porque ella se puso más roja que la sangre que... dejémoslo ahí.
—Ya va, chicas. Mejor apostemos sobre cuánto tiempo tardará su amiga en declararme su amor y admiración —habla Mateo al tiempo que me señala con su copa.
—Púdrete. Eres tú el que está babeando sobre mí todo el tiempo, no he olvidado que la semana pasada le diste like a mi foto de perfil del 2015.
—Toma esa, Mat —dijo Vane en medio de una escandolosa risa—. Vale todavía puede demandarte por acoso en lugar de llevarte a la cama.
—Ella estará muy feliz con la segunda opción, hermanita —me guiña.
Selene, quien está a un lado de Mateo me sigue gesticulando que vaya con él, que será divertido.
—¿En realidad te crees tan bueno, Mateo?
—No me creo, guapura. Lo soy.
—Dudo que lo seas, eres todo un niño mimado. Honestamente pienso que sigues siendo virgen.
—Uhhh... eso si fue duro —seguía Vane. En todo este tiempo Yari sacaba apenas y un ojo por el brazo del peluche que abrazaba. Puse los ojos en blanco ante su comportamiento tan infantil.
—Hagamos algo. Hoy habrá una fiesta a las orillas del lago de Sta. Rita, también tragos, baile y todo eso. Llamaré a Miguel que conoce mejor la ruta para llegar y vamos, eso queda a menos de dos horas de aquí. Así Val no se queda teniendo un pre cumpleaños entre cuentos de niñas aburridas y yo puedo consentirla.
Vane le tira un almohadazo en la cara. —No somos ni niñas, ni aburridas, idiota.
—Ya... ¿entonces sí o no? Porque estoy llamando a Miguel...
—Sí sí sí —salto emocionada y por fin Yari deja al oso de peluche.
Durante el tiempo que Mateo habla con Miguel, nosotras nos levantamos y empezamos a buscar las ropas que usaremos. Por suerte, cargo unos shorts y tenis como para andar a la orilla de un lago, que por cierto, no conozco.
Me sobresalto cuando siento el aliento de Mateo en mi cuello al susurrarme —Muñeca, tú puedes vestirte o... desvestirte en mi habitación, créeme que estarás muy cómoda.
Lo veo inquisitiva y Selene disimula su risa con tos, pero eso no la distrae de incitarme a ir con Mateo —De hecho, Mat. Somos muchas aquí, llévatela. Ve tranquila, Val.
Las veo a todas y Mateo estira su mano para mí. Dudo un breve instante antes de tomarla. Al salir de la habitación de Vane siento como mis palpitaciones se aceleran y eso se convierte en taquicardia en cuanto Mat se inclina hacia mi mejilla y planta un pequeño beso antes de abrir su puerta. No sé en qué juego me estoy metiendo o si tengo realmente tengo el control, pero ese beso se sintió demasiado bien y demasiado incorrecto.
![](https://img.wattpad.com/cover/92147952-288-k627593.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Quédate conmigo
RomanceCumplir 23 años no es precisamente como tener una fiesta de 15 o 18. No, de hecho es bastante aburrido si lo piensas. Estás cerca de vivir un cuarto de siglo. Todo es normal e insignificante hasta que mis amigas deciden festejarme y hacer pijamada...