Quédate conmigo

Capítulo 8 - Canciones

Estamos todos dentro del carro de Mateo, incluido Milton... o era Milo? No estoy segura acerca del nombre del chico guía. Ahora que lo pienso, creo que era José. La fiesta del lago nos espera y debemos ir rápido si no queremos que nos encierre el tráfico.

Mi cumpleaños es mañana, pero se siente como si hubiese empezado en el mismo instante en el que me subí por primera vez a este auto. Estoy emocionada por esa fiesta, que no está dada en mi nombre, pero estoy decidida a pasarlo genial. La verdad es que también espero que lleguemos pronto, así Selene no molerá las piernas de Vane. Como si leyera mi mente, Mateo abre la boca.

-Estaba pensando en que lo mejor sería que maneje Miguel -oh, era Miguel-, Vane vas de copiloto y Val se puede ir en mis piernas. ¿No les parece la mejor forma de organizarnos?

-Bueno, eso dependerá de que consideres mayor el dolor de piernas con el que Vane llegará, comparado con el que te provocará a ti aguantarte esa erección que tendrás desde el momento en el que yo coloque mi trasero en tus piernas.

Es cuando el carro estalla en risas, cuando me doy cuenta que otra vez hablé sin filtro. Mateo ríe girando la cabeza de un lado a otro. -Mujer loca.

-Sincera, niño, sincera.

-Lo que digas

-Ya, ya, no empiecen a pelear, mejor enciende esta porquería y pon buena música, no tu asqueroso reguetón -Intercede Vane.

Mateo voltea los ojos y arranca en silencio. Diez minutos después, cansado del parloteo entre chicas, enciende la radio y empieza a sonar una canción que por supuesto, es reguetón, habla algo de besos en Cartagena o algo como eso. Mateo tararea la letra ignorando lo que sea que Ángel le está diciendo, así como yo ignoro lo que las chicas van hablando por ir viendo el movimiento de sus labios. Ver no es pecado, ¿o sí?

-Ver no, desear a un chico con novia sí -Me susurra Yari muy bajito. Así fue como descubrí que dije eso en voz alta, pero gracias a la música y las conversaciones, nadie más que Yari me escuchó. Me inclino de hombros.

-No lo deseo, solo estaba concentrada en la carretera.

-Oye, Val... ¿Y tú qué música escuchas? -Cuestiona Mateo.

-Clásica -él y Ángel empiezan a reír- Ash, hasta en eso somos incompatibles -Replico.

-Tranquila, muñeca, creí que era una broma. ¿En serio no escuchas nada más que clásica?

-¿Vas a poner una radio que programe la música que a mí me guste o por qué la preguntadera?

-Para saber el tipo de canciones que te debo dedicar para enamorarte -me guiña un ojo. Las chicas e incluido José, hacen un pequeño "uuuh" y se callan cuando veo feo a todos.

-Claramente no va ser una de reguetón y yo dudo que tú conozcas otro tipo de música.

De nuevo todos hacen un sonido extraño y Mateo solo me ve raro. Cambia la estación de radio y pone una en la que está sonando But I still haven't found What I'm looking for. Él encuentra mi mirada en el espejo y me sonríe, le devuelvo la sonrisa dando por terminada la mini discusión.