Después de nuestra siesta Julián dijo que tenía que hacer algo, no me quiso decir que y tampoco quise insistir. Desde lo del secuestro él se está ocupando de todo y quizás no me quiere decir porque tiene algo que ver con eso y no me quiere preocupar.
Yo me quedo en mi cuarto ordenándolo un poco. Tenía todo hecho un desastre.
Después decido ir a comprar algo para comer porque en la heladera no hay nada. Bajo las escaleras y no me encuentro con nadie de mi familia así que salgo dejandoles una notita. Llego a la verdulería y escucho mi nombre.
- ¡Oriana! - dicen a mis espaldas. Yo me doy vuelta y me encuentro a Valen.
- ¡¡Amiga!! - la abrazo - ¿Como estás?
- Todo bien ¿y vos? ¿Cómo vas con este poroto? - toca mi vientre.
- ¿Poroto? Ya no tiene nada de poroto, está re grande no sé cómo no rompo la silla al sentarme o algo.
- Jajajaja ¿Y? ¿Ya sabes que es?
- No, me hiciste acordar, tengo que sacar turno para ir.
- ¿Todavía no fuiste? - pregunta extrañada.
- Estuve secuestrada, dah - digo como si fuera lo más normal del mundo; al menos intento tomármelo con un poco de "gracia" sise puede decir.
- ¡Ah mal! Perdón soy una boluda. ¿Julián? ¿Cómo está con la noticia?
- Ya lo conoces, está re contento, siempre quiso ser papá. ¿Vos? ¿Con Agus? ¿Cómo vas?
- ¡Ay! ¡El otro día me invitó a una cita, vamos a ir este viernes al cine y a comer! Dijo que me quiere decir algo - le brillan los ojitos.
- ¡¡Ayy!! ¡No me digas que te va a pedir que seas la novia! Me mue, me mue - digo emocionada.
- No se, ojalá - le suena el celular. Mientras ella responde la llamada yo pago por las verduras y espero a que termine - Me tengo que ir pero estamos en contacto eh.
- ¡De una! Después nos vemos Valen, chau - en vez de volver a mi casa me voy al departamento de Julián en el que tengo muchas de mis cosas y le mando un mensaje para avisarle.
Al llegar pongo todo en la heladera y llamo a los consultorios médicos. Pido cita con el obstetra de mi mamá y me dan para el jueves, estamos a martes, así que no falta nada.
Después empiezo a cocinar la cena, algo simple. Cuando termino dejo todo en la mesa, porque Julián todavía no llega, y me pongo a ver una película en Netflix.
La película termina después de dos horas y Julián todavía no llega, le mandé mensajes, lo llamé, le grabé audios pero no me contestó nada. La comida ya esta fría y yo no tengo hambre así que la pongo en la heladera y me dispongo a esperarlo.
Después de treinta minutos llega, son las diez de la noche y se fue a las siete de la tarde. Entró tratando de no hacer ruido como para no despertarme pero cuando se dió vuelta y me vió casi le agarra un ataque.
- ¿Dónde estabas? - pregunto.
- Haciendo cosas, ya te dije - se nota nervioso.
- ¿Por qué no me atendiste en ningún momento?
- Me quedé sin batería.
Nos quedamos en silencio unos segundos. Él mirándome, yo pensando que más preguntar.
- Te traje chocolates y helado - levanta una bolsa.
- ¡¡Ayyy!! La puta madre ¿por que sos tan lindo? - agarro la bolsa y empiezo a comer - Estás perdonado, pero me preocupaste.
Se sienta a mí lado y me abraza.
- Perdón, fue sin querer - me da muchos besos.
- No estuviste engañándome, ¿no? - digo en tono de burla riéndome. Pero Julián no se ríe, se queda callado y se rasca la nuca nervioso - ¿Julián?
- ¿Mi amor? - retruca.
- ¿Me engañaste?
-N-no - tartamudea.
Mis ojos se llenan de lágrimas, tiro todo al piso y me paro.
- Ya entiendo, Marcos tenía razón, me cagaste cuando estuve secuestrada y ahora también.
- ¿Qué? - se paró - Nonono, no te engañé.
- ¿Ah no?- pregunto irónica- ¿No me cambiaste por una más flaca, con buen cuerpo?
- Para que si te tengo a vos.
- ¿A mí? Estoy hecha una ballena Julián y lo peor es que tengo tu hijo dentro.
- Ori- se intenta acercar.
- ¡Ni se te ocurra acercarte! ¡Te odio, me mentiste! Sos una mierda.
Salgo corriendo y me encierro en la habitación mientras lloro.
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¿Qué pasa si un chico te empieza a acosar por medio de instagram, pero te enteras que no es ni más ni menos que Julián Serrano, un reconocido youtuber, cantante y actor?