Capítulo 58

533 33 5
                                    

- Mamá, papá quiere que vayas con él - escucho como dice mí hijo.

- Ahora voy Franco, vos anda a acostarte a tu cuarto. Ya es tarde - escucho el sonido de sus tacos subir la escalera y me acuesto haciéndome el dormido.

Ella abre la puerta y avanza hasta la cama. Siento como esta se hunde al lado mío y su mano me acaricia la mejilla.

- Ya sé que estás despierto - me besa y yo sonrío abriendo mis ojos. La miro y me siento el tipo con más suerte en todo el universo por tenerla todos los días a mí lado junto a nuestros hijos - ¿Te sentís mejor? - asiento con cabeza - ¿Para que me llamaste?

- Para que te acuestes conmigo - hablo con voz ronca y ella sonríe - Vení - la agarro de la cintura y la subo arriba mío - ¿No me querés dar alguna emoción?

Ella niega con la cabeza y se baja para acostarse a mí lado.

- No, Julián. Él médico lo prohibió.

- Hace más de tres meses que nada. Y cuando digo nada es NADA. Ene, a, de, a - deletreo la palabra para que me entienda.

- Más te vale que nada. Y cuando digo nada es nada. Ene, a, de, a - me imita.

- ¿Me consideras capaz de engañarte? ¿A vos? ¿Te viste en un espejo?

- Deja de joder con eso.

- Ori, ¿Cuánto más tengo que esperar?

- Cuando nos de la autorización lo hacemos, te lo prometo - me besa y se para para empezar a cambiarse.

Hace dos semanas me desmayé en el restaurante después de haber escupido sangre. Hace dos semanas que me detectaron una insuficiencia renal severa. Hace dos semanas me dijeron que no puedo tomar nada de alcohol por lo que reste de mí vida. Y hace dos semanas, más el tiempo que ya me dieron por mí coma, que no tengo sexo con mí mujer.

- ¿Mañana vamos al parque con Franco y Lucas? - propone después de acostarse conmigo. Yo asiento con la cabeza distraído - ¿Qué te pasa?

- Oriana, ¿Cuánto me amas? - ella se ríe confundida - Te lo pregunto enserio - digo poniéndome serio.

- ¿Por qué me preguntas eso? Te amo demasiado Julián, más que a mí vida. Y si no lo hacemos es por lo que te dijo el médico, lo hago por tu salud...

- No tiene nada que ver con eso. Oriana, no te das ni una idea cuánto te amo yo. Sos mí vida entera, vos y nuestros hijos. El otro día en el hospital me puse a pensar en todo lo que tuviste que pasar sola y me quise pegar cinco tiros en las bolas. Te amo de una manera que hasta a veces creo que es sobrehumana, y me siento un pelotudo por no recordartelo todos los días. Porque me enerva imaginar que un día puedas elegir a un hombre mucho mejor, aunque no te culparía.

- ¿Qué decís, Julián? - pregunta confundida.

- Eso digo. Que soy inmaduro, estúpido, tarado, celoso y un muy mal marido. Que seguramente soy un mal padre pero nadie se atreve a decírmelo en la cara. Que te deje sola en el peor momento y nunca me lo voy a perdonar. Que por mí culpa te secuestraron, te violaron y casi te matan. Que si un día te pierdo no sé qué haría, que si tengo que pasar por lo que pasaste vos no sé si podría superarlo. Que te amo, eso digo.

- Yo también te amo. Más de lo que vos o cualquiera de puede imaginar. Y deja de sentirte mal por lo de Marcos y el otro tipo porque ya te dije que no fue tu culpa. Cuando paso todo lo nuestro yo me puse de novia con vos sabiendo a lo que me tenía que enfrentar. Prensa, fans, una ex, un vendedor de droga, de todo. Y sin embargo no me importó, porque siempre te amé. Nunca me imaginé una vida sin vos y cuando estuvo a punto de pasar, casi me muero. Pero, aunque estabas en coma, siempre estuviste ahí para mí y para tus hijos. Y no sos un mal padre, Lucas y Franco te aman al igual que yo. Entendelo de una vez.

- Oriana.

- ¿Qué?

- ¿Te querés casar conmigo de vuelta? Esta vez sin interrupciones, sin disparos ni invitados dementes. Esta vez voy a ponerte el anillo y salir de la iglesia agarrado de tu mano siendo tu marido, ¿Querés?

InstagramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora