Capítulo 60

678 29 4
                                    

Abro la puerta con ella en brazos mientras observa todo.

- Wow, te re luciste gordo - dice mirándome sonriente y yo la bajo al piso.

- Todo por vos amor - empiezo a besarla de manera lenta, pausadamente. Me corresponde al instante y enrrienda sus brazos en mí cuello. Meto mí lengua en su cavidad bucal y recorro cada rincón como si fuera la primera vez. Ella se ríe mientras se aparta un poco.

- Para amor, estás desesperado - se da vuelta y empieza a observar el lugar.

- Por vos. Mírate cómo estás, con ese vestido que te marca las caderas a morir. Desde la ceremonia me aguanto, ahora no.

Me tiro sobre ella que sigue riendo por mí desesperación. La agarro de la cintura y le empiezo a sacar la cola del vestido como puedo.

- Te ayudo, inexperto - me dice sobre mí boca y se la saca dejándome ver la parte de abajo de un body blanco.

- Ah bue, ya quiero verlo entero esto.

Susurro y vuelvo a mí objetivo principal: sus labios. La agarro de los muslos y la subo para que ella enrede sus piernas en mí cintura. Nos dirijo a la cama y dejo caer nuestros cuerpos mientras ella se ríe.

- ¡Julián! ¡Para un poco! - se ríe a carcajadas y yo la observo enamorado.

- Estoy desesperado, boluda. Déjame que te haga mía después de tanto tiempo - hago un puchero y me mira sonriente.

- ¿Te dije alguna vez que te amo? Porque de verdad lo hago.

- No sé, creo que no.

- Te amo, con todo mí corazón y toda mí alma.

- Hasta que la muerte nos separe - susurro y junto nuestros labios esta vez más suave. Paramos un minuto para que se saque el corset y la parte de arriba del vestido. Yo, observo ese body blanco que tantas ganas tenía de ver.

- ¿Te gusta? Lo elegí para vos, y ¿Sabes que es lo mejor? Abajo no hay nada - susurra en mí oído y mi entrepierna reacciona.

- Vos me vas a matar, definitivamente.
Cuando le saco la única prenda que le queda miro su cuerpo perfecto, tallado a mano por dioses griegos y le sonrío.

- Sos hermosa - ella se muerde el labio inferior - Y sos mía - digo más para mí que para ella.

- Toda tuya - se acerca y me saca el saco - Pero vos estás con mucha ropa ¿No te parece? Yo estoy re liviana - tira de mí camisa de manera brusca y dos botones salen volando - ¡Ups! Se rompió.

- Sos una salvaje.

- Después te compro cinco - me empieza a besar desesperada mientras tira de mí cuerpo para que me vuelva a subir encima suyo. Sus manos bajan a mí pantalón y empieza a desabrochar el cinturón. Cuando termina me saca las dos cosas dejándome en boxer.

Intenta sacar la última prenda que me queda pero la freno y lo hago yo. Agarro sus piernas y las separo a la vez que me posiciono en su entrada. Ella suelta un gemido alto cuando me froto sobre su entrepierna sin llegar a entrar.

- Dale Julián - araña mí espalda con sus uñas.

- ¿Estás apurada?

- S...¡Ay dios! - grita cuando entro sin previo aviso en ella - ¡Si, seguí! ¡Dale Julián!

Empiezo a bombear en su interior con fuerza. De a ratos paro solo para escucharla putearme y pedirme que vuelva a hacerlo rápido. Cuando estamos por llegar le susurro al oído.

- Te amo, y nunca nadie te va a amar como yo.

- D-de eso...es-estoy ¡Ay si!¡Seguí!... ¡Estoy segura! - grita finalmente cuando llegamos juntos a un deliciosos orgasmo. La miro sonriendo y la beso fuerte. Me acuesto a su lado y la apego a mí pecho mientras siento su acelerada respiración.

- ¿Te gustó?

- ¡Julián! - responde tentada - Obvio que me gustó, siempre me gusta.

- Es bueno saberlo, esposa.

- Lo amo, esposo.

- Y yo a usted.

InstagramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora