Capítulo 42

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Toco el timbre de la casa de mí mamá mientras mí prometido me agarra de la cintura, amo decirle así.

Mí progenitora abre la puerta con Franco en brazos.

- ¡Ayy bebé! - grito emocionada de volverlo a ver y me lanzo para agarrarlo.

- Veo que se arreglaron - comenta feliz mí mamá mientras me da a mí hijo.

- La tuvo que remar, no se la hice fácil. Pero sabe que hacer y decir para tenerme en sus brazos devuelta.

- No sería tu prometido si no supiera - se encoge de hombros restándole importancia.

- ¿Prometido? - pregunta mí mamá confundida mientras nos mira a nosotros dos. Yo solo asiento feliz con mí cabeza de manera frenética - ¡Ayyy Titi! ¡La Ori se nos casa! - grita eufórica mientras nosotros reímos.

- ¿Perdón? ¿Yo escuché bien? ¿Mí hija se casa? - aparece mí papá de la cocina haciéndose el serio.

- Ya no me intimidas con esa cara Ova - le dice riendo Julián.

- Solo espero que la cuides - mí futuro marido solo asiente con la cabeza. De la nada se escucha un llanto y puedo distinguir a la perfección que es el de Lucas.

- ¡Tiziana devolveme a mi bebé! - le dejo a Franco a Julián y voy a la cocina para encontrarme con Lucas llorando en el cochecito mientras Tiziana boludea con el celular - Yo a vos te mato. 

Corro hacia mí hijo y lo agarro en brazos mientras fulmino a mi hermana con la mirada. Ella solo se encoge de hombros.

- Me distraje cinco segundos con el celular y empezó a llorar. No te quejes o reclames porque lo cuidé toda la noche hija de puta.

- 1) No malas palabras frente a mis hijos.
2) Vos planeaste esto con Julián así que era tu obligación cuidarlos.
3) Nunca más los voy a dejar bajo tu cuidado.
4) ¡¡ME VOY A CASAR!! - grito feliz y su cara cambia a alegría total.

- ¡Ay la puta madre! - la fulminó con la mirada - Perdón, es que no lo puedo creer sos tan joven y ya te vas a casar y y y, espero no llegar como vos a esa edad.

- ¡Ey! - la golpeo en el brazo riendo - Ahora no vas a ser la madrina.

- ¡Nooo! - me protesta haciendo puchero - ¡Sos re sorete!

- ¿Pero qué te dije de las malas palabras? Cuando tengas hijos no los vas a juntar con los míos porque van a ser unos mal hablados - bromeo.

- ¡Ja! Qué graciosa eh, mira quien habla de mal hablados además. Mamá decile algo - me acusa como cuando teníamos tres años.

- Para que pedís que te defienda si sabes que yo soy y voy a ser siempre su favorita - me agrando.

- Tiene razón - dice mí mamá siguiéndome el juego.

- Vayanse saben a donde, ¿no? - me mira dándome a entender que se está aguantando mandarnos a la mierda por mis hijos.

- Dale, no te enojes - Julián va y la abraza.

- Vos me preferís a mí antes que a Oriana, ¿no? - ella le devuelve el abrazo.

- Emm - me mira.

- Ojo con lo que vas a decir Serrano - me hago la seria - Hay un matrimonio en juego.

- Pero igual prefiero a Titi - todos nos empezamos a reír.

Nuestra tarde pasa así, entre bromas a mí hermana y el asado que cocinaron con papá. Antes de irnos decidimos que mañana en la noche vamos a hacer una cena familiar, con las dos familias, para avisar nuestro compromiso.

Al volver a casa acostamos a los nenes en sus cunas y nos metemos en la cama.

- ¿Mi amor?

- ¿Mmh?

- ¿Sos feliz?

- ¿Qué es esa pregunta?

- ¿Sos feliz?

- Soy la persona más feliz del mundo, porque los tengo, a vos y a nuestros hijos. No necesito nada más.

Sonriendo nos acostamos a dormir en paz.

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