Como enamorar a un idiota en 7 Días

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Inicio de planes.

Jimin se encontraba frente a su escritorio, estaba repasando los pasos a seguir para poder ayudar a su amigo, aun estaba dudoso de  que si lo que había elegido era una buena opción, cuando a yoongi se le metía alguna idea en la cabeza era imposible hacerlo cambiar de opinión,Jimin  conocía a muy bien  Jungkook, y no era precisamente un buen partido, pero ahí estaba el terco de su amigo queriendo salir con el corazón roto, porque se mostraba como una persona dura y de carácter fuerte, pero tenía un corazón de pollo, no lo negaba el era igual, pero nunca era bueno mostrarse débil.

De este pequeño plan no sólo estaba seguro de que no era un buen opcion para yoongi, si no que había una persona en especial que saldría dañada, Hoseok, su gran amigo de la infancia, parecían hermanos, no se guardaban secretos, por esa razón, sabía de antemano que estaba enamorado de yoongi, pero era inseguro consigo mismo y por esa razón permanecio tanto tiempo ocultando sus sentimientos, y aunque suene muy  cobarde,  el hacia lo mismo, el día que yoongi le pidió ayuda, más tarde le menciono a Hoseok los planes, él aunque con dolor en el pecho se ofreció a ayurle, diciendo que si yoongi era feliz, el lo sería también.

Haría lo posible porque todo saliera bien, yoongi sabía que Jimin no estaba del todo de acuerdo, pero lo dejó con una clara advertencia, "sabes como es, no quiero que sufras por eso piénsalo bien, pero con lo terco que eres, ojalá y no entiendas todo a la mala, no quiero secar tus mocos cuando cuando vengas de marica ".

Ya había meditado y escrito las primeras dos fases, ahora sólo faltaba llevarlo a cabo para ver si funcionaba o simplemente cambiar de estrategia.
Buscó su celular entre el montón de ojas de papel que desecho, marco el número de yoongi y espero a  que contestara.

–Espero que sea importante lo que tengas que decir para interrumpir mi tan preciado sueño – contestó yoongi del otro lado de la línea con la voz adormilada.

–Trae tu trasero inexistente para acá, la hora de ir  a la guerra llegó.

Sin más que decir colgó, esto apenas era una pequeña parte de mandar a su amigo con ese  idiota, uno que tanto odiaba, pero que tantos recuerdos le traía.