El cliente - Choi Siwon

Capítulo 7

 
Día 3: Respondiendo algunas interesantes preguntas.

Salimos del restaurante poco después de haber dicho en voz alta que lo necesitaba. No pude evitar sonrojarme cuando la joven mesera interrumpió nuestra calurosa conversación con aquel carraspeo que me hizo recordar que estábamos en un lugar público y que algunas miradas de curiosos hombres también nos observaban.

-Todos aquí me envidian- dijo Siwon mientras me tomaba de la cintura y salíamos hacia el auto que nos espera en la puerta. El hombre que conducía era el mismo que me había llevado a su habitación. Así que era su chofer también y al lado, en la parte delantera iba otro hombre algo intimidante.
Interesante.

-Son mis hombres de seguridad- respondió Siwon. -No me gusta, pero es necesario.
-Ya veo- respondí y era lógico, un hombre que pagaría una cantidad enorme a una Call girl era obvio que tenía demasiado dinero para andar sin guardaespaldas en una ciudad como Londres.

Al poco tiempo llegamos a un exclusivo sector de Chelsea. Las casas de 3 pisos y fachadas pintorescas llenaron mi vista y nos detuvimos frente a una enorme de color blanco y terracota. El chofer me abrió la puerta y Siwon me tomó nuevamente de la cadera mientras entrabamos a la propiedad.

Pero no pude observar nada más porque Siwon me arrinconó contra la pared, su cuerpo acercándose. En ese momento me dejé llevar y me volví una sinvergüenza cuando salté para enredar las piernas alrededor de su cintura y sintiendo la costura de mi vestido rasgarse un poco. Me atrapó gruñendo su aprobación, con las cálidas manos agarrando mi trasero.

-He pensado en ti desde que te fuiste-dijo entre besos.-No pude concentrarme en los negocios, ni en ninguna otra cosa.

Gemí, absorbiendo sus palabras. ¿Eran mentiras? Confusamente, me di cuenta de que no tenía ningún motivo para mentirme. Tenía garantizando el sexo conmigo.

-Yo tampoco dejé de pensar en ti, Siwon.-Respondí, sincerándome.
-Me encanta cuando me llamas por mi nombre, lo pronuncias de una manera.
-Prefiero tener la boca llena de ti que de tu nombre.
Acomodándome, caminó conmigo y subió las escaleras mientras me besaba. Luego se dirigió a algún lugar y luego me di cuenta que cerró una puerta detrás de nosotros. De pronto estaba ardiendo fuera de control, nuestros cuerpos se movían y empujaban juntos. Cuando se separó jadeé por más.

Con un gruñido, usó sus manos para rasgar la parte superior de mi vestido, y no me importó. Me aferré a su cintura para no caerme. Quería cualquier cosa con tal de conseguir sus labios de nuevo sobre mí.

-Maldita sea, Alexa- dijo entre dientes, escarbando en su bolsillo para agarrar otro condón. –No puedo controlarme.

Me incliné hacia delante, provocando su boca mientras sentía la pared detrás de mí y me aferraba a sus hombros. ¿Cómo se las arregló para ponerse un condón, sostenerme y besarme al mismo tiempo? Nunca lo sabré, pero antes de pensar más, rasgó mi minúscula prenda interior y lo sentí entrando en mí. Tuve que acomodarme un poco para dejarlo entrar. Una exquisita sensación me llenaba, mientras entraba cada vez más

Tiró de mi cabello suelto, enredando su mano libre en él, entraba y salía de mí con urgencia, con deseo.

-¿Necesitas más?
-¡Por Dios, sí!

El placer era tan intenso que el aliento quedó atrapado en mi garganta. Otra retirada y entraba. Me hizo gemir por lo bajo. Tomó mi boca, profundizando con su lengua, podía sentir sus músculos tensos moviéndose mientras trabajaba mi cuerpo. Él se volvió loco, tensándose dentro de mí. Gemí porque estaba tan cerca...

Él agarró mi nuca, haciendo que lo mirara a los ojos- Me masturbé fantaseando contigo.
-¿Es cierto? -Pregunté jadeante.
-Es cierto. Pero mientras alcanzaba el éxtasis, sabía que te necesitaba así- dijo movimientos nuevamente- real, mirándome a los ojos.