El cliente - Choi Siwon

Capítulo 19

Día 12: Mi ex.

En una ciudad con tantos habitantes, nunca imaginé que desde que conocí a Siwon me he encontrado con las personas menos imaginadas. Pero en este momento estoy paralizada en el elegante suelo frente a Kibum, mi ex novio.

Sentía como si las paredes de aquel lugar se cerraran a mí alrededor y me temblaba el cuerpo cuando noté que se acercaba a mí.
-Bora...- intentó decir él y mi nombre en sus labios se escuchaba como un golpe, no quería volver a verlo nunca. -¿Qué haces aquí?- me preguntó acercándose a mí.
-No te interesa- le dije alejándome, quería salir de allí tan rápido como podría. Pero él no permitía que entrara al ascensor. -¡Quítate! – Se movió y fue entonces que llamé el ascensor y cuando entré en él, Kibum metió su pie impidiendo que se cerrara la puerta.
-Saliste huyendo de Seúl, no volví a verte...
-¿Y qué querías? Traicionaste a mi padre y a mí... ¡Quítate!- volví a decir más fuerte haciendo que la gente que se movía por el pasillo se detuviera a vernos.
-Vamos por un café y hablemos- intentaba conciliar y yo no podía siquiera pensar en hablar con él. Había dejado todo lo que conocía por su culpa.
-No y quita tu pie- le exigí pero él seguía negándose –Déjame en paz
-Hablemos Bora, por favor.
-No tengo nada de qué hablar contigo, no después de ver como por tu culpa tuve que salir corriendo de mi vida- no quería llorar, pero las lágrimas empañaban mi vista. Cuando pensé que no me dejaría tranquila una voz hizo que intentara mantener la compostura.
-Abogado Kim, lo he estado esperando – Era la voz de Seung Gi que frunció el ceño, haciendo que Kibum apartara el pie y pusiera en su rostro una sonrisa que exudaba encanto-. –Me miró interrogante y luego a Kibum.
-Estaba saludando a la señorita Kang, una vieja amiga de Seúl- dijo él mientras las puertas se estaban cerrando. Pero estaba tan desesperada por salir de allí que no me importó más.

Mi corazón martillaba de manera intensa mientras caminaba para salir del edificio. Vi el Audi de Siwon aparcado en frente y él apoyado de manera casual con sus brazos cruzados en el pecho. Pero debía verme aterrorizada, porque su rostro se transformó de una sonrisa a un ceño fruncido inmediatamente.
Quería correr a sus brazos en ese instante y él pareció notarlo porque se separó del auto y caminó hacia mí.
-¿Qué pasó?- me preguntó mientras deslizaba sus manos por mi rostro y limpiaba mis lágrimas, aquellas que no había notado en mi desesperación.-¿Dime preciosa, que pasó?
No podía hablar en ese momento. Imágenes de mis días felices junto a Kibum se mezclaban con la imagen del accidente de mis padres y de todo lo que sucedió que hizo que huyera junto a Sooyoung. –Llévame lejos de aquí, por favor- le pedí y él obedeció mi pedido ayudándome entrar al auto y sentándose a mi lado mientras le decía a Richard que nos llevara a casa.
A casa.
¿Por qué eso se sentía tan reconfortante?

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-¿Me dirás ahora que sucedió?- me preguntó Siwon mientras acariciaba mi cabello y yo estaba acomodada en la cama. La señora Dawson había subido un té para mí que tomé diligentemente bajo la supervisión fiera de Siwon. -¿Qué pasó que te puso tan alterada?
-Me encontré con mi ex prometido.
La mano de Siwon se detuvo y lo miré notando que su gesto dulce desapareció y se veía como si quisiera golpear a alguien.
-¿Ex prometido?
Yo asentí sin apartar los ojos de él.
-Me quieres contar eso.
-Conocí a Kim Kibum cuando aún estaba en la escuela. Mi padre era Juez y también docente universitario y él era su alumno más aventajado. –Siwon mantenía el silencio, observándome mientras se acomodaba en la cama junto a mí- Con el tiempo, Kibum empezó a ser su asistente y era todo lo que para mí estúpida mente era el chico perfecto; Buen estudiante, atractivo, con una sonrisa dulce y era amable conmigo. Un día me sorprendió declarando que le gustaba y yo caí.
-¿Qué quieres decir?
-Fue muy rápido- seguí ignorando la pregunta- empecé mis estudios en Gastronomía y al poco tiempo me pidió matrimonio. Yo estaba completamente feliz. Tenía todo lo de una chica joven podría desear. Pero fue entonces cuando mi padre- En ese momento se cortó mi voz, siempre sucedía cuando hablaba de él. –Mi padre empezó a recibir amenazas por negarse a ayudar a gente que no debía ayudar, le ofrecían dinero y él se negaba. –Siwon se estremeció mientras con su dedo pulgar limpiaba la única lágrima que se atrevió a deslizarse por mi rostro –Un día mis padres salieron a una fiesta y sufrieron un accidente.
-¿Allí fue donde fallecieron?
-Sí. Sólo tenía a Sooyoung y a Kibum pero entonces fue que supe que él había traicionado a mi padre. Lo escuché hablando por teléfono donde se jactaba de lograr por medio de engaños que mi padre le firmara los documentos que lo hacían dueño de sus oficinas, de la casa y del dinero de las cuentas que mi padre tenía. Nos robó todo. -Dije notando la rabia de Siwon, como apretaba su mandíbula y como su cuerpo se tensaba. –No tenía a nadie que nos ayudara, no confiaba en ninguno de los amigos de mi padre porque algunos podrían ser corruptos y por eso decidí que debía huir.
-Te quedaste sola y los hombres como yo nos aprovechamos de tus circunstancias...- dijo con voz sombría.
-No, tú no te aprovechaste de mí.
-Te compré Bora, hice lo que quería para tenerte.
-No. –Le tomé el rostro con las manos- no te aprovechaste de mí, nunca lo digas. –Has hecho por mí más de lo que cualquier otra persona. Nunca podría decirte que has pagado por mí o que me has comprado. Estoy contigo porque quiero.
Lo besé e inmediatamente me correspondió. Quería que ese beso demostrara lo que no podía decirle con palabras, quería que supiera que era suya y no por su dinero, era suya porque mi corazón le pertenecía.
Siwon rompió el beso y con sus labios dio un suave beso en la punta de mi nariz- Lo que para ese hombre fue una perdida, para mí es una ganancia.

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Siwon.

-Supe que hoy luego de recibir a Bora, recibiste a un abogado llamado Kim Kibum. ¿Quién era él?
-Iba a llamarte más tarde porque imaginé que estabas con la belleza de tu novia y no quería molestar- dijo Seung Gi al otro lado de la línea. –Él es el nuevo abogado de tu padre. Está en Londres para intentar impedir que salgas de la sociedad.
-M*ldito bastardo- dije en voz baja mientras Bora se daba un baño, no quería que me escuchara.- Necesitamos reunirnos a la brevedad. Quiero a ese imbécil lejos de mis asuntos.
-¿Entre esos asuntos está Bora? Kibum dijo que son viejos amigos.
-Te lo contaré todo en la oficina, habla con mi secretaria de que horario te viene bien.
-Perfecto- dijo y finalicé la llamada pero inmediatamente hice otra.
-SungHo- le dije a mi guardaespaldas y mano derecha- Necesito que vuelvas de Seúl en el primer vuelo que tengas, hay trabajo que hacer.
-Enseguida señor- Fue su única respuesta, Kim SungHo era leal y eficiente y solo a él le confiaría el encargo que estaba preparando.

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-¿Lista?- Pregunté cuando vi salir a Bora del vestidor. Se veía tan preciosa con unos simples pantalones blancos, zapatos deportivos y una camisa de rayas. Había notado que cuando iba a ver a su hermana se vestía muy casual, con poco maquillaje y zapatos planos. Nada que ver con la Bora sofisticada de tacones altos y maquillaje perfecto. Sentía como mi cuerpo ardía al ver sus labios maquillados en un color rojo me provocaban, pero quería guardar un poco de compostura ahora, no quiero presionarla. Sé que decirle que la quiero la lleno de miedo y ahora entiendo que es a causa del poco hombre de su ex, pero eso no quiere decir que he cambiado de opinión. –Tengo la tarde libre para todo lo que tengas que hacer.
-¿Qué? – preguntó confusa y yo reí por dentro. No nena, no irás sola donde el médico ese.
-Tienes que ir a la cita con tu hermanita. Quiero ir contigo. – le dije acercándome a ella y reí del parecido de nuestra ropa. Tomando su mano deposité un suave beso en la palma- Quiero pasar el resto del día a tu lado y no voy a recibir un no como respuesta.
-¿Y qué le diremos cuando pregunte quién eres?
-Algo se nos ocurrirá- le dije con una sonrisa.