Capítulo 2

725 57 0
                                    

Día 1: ¿Por qué he aceptado esto?


Hoy mientras me miro en el espejo intento peinar mi cabello, no lo llevo muy largo, tan solo unos pocos centímetros por debajo de mis hombros, pero los días húmedos y fríos como hoy se torna un poco rebelde. Me maquillé de manera perfecta con un brillo de labios tono nude, máscara de pestañas, y un toque de sombra de ojos bronce brillante con un cate ye haciendo que mis ojos se vieran exóticos. Miro detrás de mí y me doy cuenta que Sooyoung no está conmigo como acostumbra algunas noches. Ella cree que trabajo como anfitriona de eventos y le encanta ver mientras me peino y me maquillo. En cambio, su hermoso rostro luce pálido y algunas veces ojeroso y su largo y precioso cabello ha desaparecido.

En vez de salir esta noche, desearía quedarme con ella en aquella fría habitación de hospital donde se encuentra desde ayer en la noche gracias a que un resfriado que se suponía simple, se terminó convirtiendo en una neumonía. Y aunque está en manos de buenos especialistas y de Claire, que es más que una niñera, es nuestra única amiga, no dejo de preocuparme.

En ese momento mi teléfono suena y ruego que no sean malas noticias cuando veo que es Claire quien llama.

-¿Sucede algo?- le pregunto con mi corazón saltando en mi pecho.
-No Bora, tranquila- dijo la suave voz de Claire- Solo que ya Sooyoung está dormida y quería saber si seguías tan nerviosa como esta tarde. ¿Cambiaste de opinión sobre ese cliente?

No falta decir que Claire sabe perfectamente a lo que me dedico...

-Estoy ansiosa- no puedo negarlo- es el hecho de que al aceptar a ese cliente estoy violando una de mis reglas.
-Pero porque sea asiático no quiere decir que tenga que ver con la mafia.
-Lo sé, pero si rompo una regla hoy ¿Quién dice que no lo haré mañana?

Y esa pregunta se queda en el aire, Claire al igual que yo sabe perfectamente que por el bienestar de Sooyoung soy capaz de lo que sea, como ahora de aceptar a un cliente asiático. Pero mi agente me repitió una y otra vez que era un "joven hombre de negocios" y él había sido no sólo investigado sino avalado por varias agencias de Call girls. Es también reconocido por ser un hombre de alta alcurnia, de modales exquisitos y propinas deslumbrantes. En otras palabras, es un usuario habitual de Call girls.

-Está dispuesto a pagar lo que desees, dejó la cuenta abierta- Olivia, mi agente y quedé muda y aterrorizada a la vez. ¿Qué tipo de cliente puede dejar la cuenta abierta a lo que yo quiera cobrar?

Pero si conseguía una buena tajada esta noche, podría estar pagando el abogado que necesitamos Sooyoung y yo para legalizarnos, los gastos médicos se disminuirían considerablemente y así podría dejar de Call girl y vivir de mis ahorros mientras termino mis estudios de gastronomía.

Sería ideal, pero una locura a la vez.

-Has soportado demasiado peso en estos años Bora, piensa en que si todo sale bien será el primer paso para algo mejor ¿No crees?

Y con esa frase terminó la llamada y durante todo mi trayecto hacia el lugar del encuentro la repetí una y otra vez. Siendo Call girl había conseguido sacar a mi hermana del minúsculo apartamento en el que vivíamos para un apartamento en una zona más segura y en condiciones más aptas para ella. Empezó su tratamiento y aunque estaba en una etapa difícil, era imposible de sostener con mi empleo de lavaplatos. Claire, nuestra antigua vecina, una joven que también estaba sin documentos y había llegado desde África se había trasladado a nuestro bello apartamento de 3 habitaciones y trabajaba como niñera de Sooyoung mientras yo no estaba con ella, tenía gran vocación con los niños y deseaba trabajar como maestra de jardín infantil cuando estuviese legal.

Así que debía dejar de pensar como Bora y asumir las consecuencias de romper una de mis reglas siendo Alexa.

Me bajé del taxi siendo Alexa, una mujer segura de sí y sin temores. Mientras caminaba hacia el bar del hotel donde una noche costaba una barbaridad y que era más de lo que imaginaba, notaba la mirada de los hombres que lucían elegantes a simple vista. Me había vestido con uno de los vestidos favoritos de Claire, ella siempre decía que ese estilo hacia lucir mi figura de manera sensual, pero sin rayar en lo vulgar. Es en un clásico color Beige, largo y pegado a mi cuerpo de manera cruzada dejando al descubierto una parte de mi costado mientras baja hacia una abertura de lado algo sugestiva, pero no tan extensa como para verse de mal gusto. Los tacones de aguja le daban un toque travieso. Había dejado mi cabello suelto pero lo había cepillado para que se vieran unas suaves ondas y disimulara la rebeldía que causaba el clima en él.

Comprobé el reloj de mi teléfono celular mientras me sentaba en una de las butacas de la barra y pedía agua mineral mientras espero. Habíamos quedado de vernos a las 9pm y llegué 10 minutos antes, la puntualidad inglesa era algo que amaba imitar. Me crucé de piernas mientras notaba como algunos hombres se acomodaban en los finos muebles del bar. Suspiré esperando y rezando que esta noche pasara rápido, necesitaba que así fuera para volver a mis reglas, a lo que conocía.

En un momento frente a mi aparece un hombre completamente vestido de negro y me hizo estremecer de manera nerviosa. Él parecía estar en sus treinta y tantos años, con la cabeza llena de cabello negro y un cuerpo trabajado. Él tenía más de un metro noventa de altura o podría ser más. Sus rasgos son innegablemente asiáticos.
-Señorita Alexa- me saluda y yo no esperaba que fuese mi cliente, es intimidante. Simplemente asiento e intento no demostrar mis sentimientos.
-Sígame por favor, el señor Choi está esperando en la suite.

Dios... Mi cliente no solo es asiático, es coreano.

Asentí nuevamente y empecé a seguirlo. Si existe un Dios mi cliente no sería un hombre de la mafia que me había encontrado entre millones de habitantes que tenía esta ciudad y quería borrarme de un solo tiro. No quería llenarme de pánico pero por algunos momentos desee salir corriendo de allí con mis tacones en la mano. Subimos al ascensor y el hombre intimidante solo miraba hacia el frente y en menos de nada estábamos en el piso donde me esperaba el "señor Choi"

Caminamos hacia la suite Royal y sentía que mi corazón latía desbocado, me sentía como si fuese mi primer cliente, como si mi vida estuviese en manos del hombre que estaba detrás de esa puerta; una sensación inexplicable.

El hombre pasó una tarjeta y abrió la puerta para que yo lo siguiera. La suite gritaba elegancia y realeza a su alrededor. Finos muebles que llenaban la enorme estancia que consistía en un enorme comedor, un bar y una sala de estar.

-Puedes irte- una voz muy masculina habló en un clarísimo coreano me hizo voltearme y vi a un hombre de pie al lado del ventanal pensando en una simple frase.

Un hombre muy atractivo.

Vestía un traje sin corbata con camisa blanca que parecía hecho a medida. Su cabello estaba corto en un color negro y con un estilo casual pero que en el lucía perfecto sin estar completamente peinado. Sin decir nada empezó a caminar hacia mí y pude notar sus facciones tan asiáticas como las mías pero en él lucían masculinas con unos labios delgados y que al parecer por su postura, no parecía sonreír a menudo. Sus ojos me miraban directamente con fuego en ellos y aquellas cejas estaban un poco ceñidas, como si su mirada me estudiara y le pareciera mentira lo que tenía frente a ellos.

Sin decir una palabra, me tomó de la mano y acarició la parte superior con su dedo pulgar haciendo que me erizara a causa de su suave toque. ¿Este hombre tan atractivo no podía simplemente coger a cualquier mujer y meterla a la cama? ¿Por qué una Call girl y no una cortesana?

-¿Señor...Choi?- pregunté dudosa y el asintió simplemente, sin apartar sus ojos de mi- Soy...
-Alexa- murmuró él y mi alias sonó tan sensual en su acento que desee que me llamara con mi nombre real solo para probar si causaría una voltereta en mi vientre como en este momento. -¿Quieres una copa?- preguntó pero no esperó a que respondiera- Espérame en la terraza.
Y fue entonces, que empecé a caminar hacia una noche prometedora.

El cliente - Choi SiwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora