T1. Cap. 09. Remordimientos

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- ¡San! –gritó desde la habitación Quinn saltando a la pata coja intentando ponerse el pantalón mientras buscaba unos papeles- ¡comienza a dar la papilla a Ian por favor! Ahora voy.

Ya habían pasando siete meses desde el nacimiento de Ian, cuatro meses desde la boda y tres desde la luna de miel de Quinn y Rachel. Todo seguía igual para ambas parejas... o eso parecía.

- Tranquila no tengas prisa, le encanta que la tita Tana le dé de comer, ¿verdad campeón? –preguntó al niño haciéndole de reír.

Santana cogió a Ian poniéndolo en su silla en la cocina y comenzó a preparar la papilla. Quinn apareció unos minutos después preparándose un café rápidamente viendo a su amiga sentarse con un plato en la mano.

- ¿Por qué tienes tanta prisa?

- Hoy tengo que terminar unos trámites para la empresa, antes de presentar oficialmente mi renuncia. Y como no me de prisa, llegaré tarde. Lo siento por hacerte cuidar de Ian...

- No pasa nada, me gusta estar con él. ¿Estás segura de lo que estás haciendo? -preguntó Santana dando de comer al niño- Todo esto de renunciar, creía que te encantaba tu trabajo...

- Y me encanta –dijo la otra parando por un instante, mirándola- Pero me gusta más la idea de Kurt y Blaine. Echo de menos muchas cosas que mi trabajo actual no me da.

Santana se quedó pensativa mirando al niño que la miraba con sus grandes ojos verdes y balbuceando. Ella se había negado en rotundo a dejar su trabajo por la idea del teatro, no porque no le gustara la idea, si no por seguridad ¿y si todo iba mal y Brittany y ella se quedaban sin trabajo? ¿qué harían entonces?.

- ¿Y tú? –preguntó Quinn mirándola mientras se ponía los pendientes- ¿cómo es que no estás trabajando a estas horas?

- Tengo que arreglar unos trámites del piso en el centro y he pedido el día libre. Aún es temprano y no están abiertas las oficinas, por eso me he pasado por aquí a haceros una visita.

La psicóloga salió un momento de la cocina a buscar unos zapatos que estaban en el salón. Al volver, vio a la otra con Ian, limpiándole la cara haciéndole carantoñas.

- Tiene tus ojos Fabrey. Es como mirarte de pequeña.

- Cómo Brittany y tú sigáis mimándole así, os va a querer más a vosotras que a nosotras.

- No os pongáis celosas, hay Santana para todos. Os quiero mucho, a los tres.

Ambas se rieron mientras que el niño jugueteaba con la cuchara volviéndose a pringar. Santana se la quitó, limpiandole las manos y la boca de nuevo, dirigiendo la mirada a su amiga más seriamente.

- Lo sabéis ¿verdad? –preguntó a Quinn que la miraba confundida- Rachel y tú, que a pesar de todo lo que os digo, os quiero mucho, lo sabéis ¿no?.

Quinn se acercó a ella mirándola extrañada. Esta carraspeo y salió con el niño en brazos dirigiéndose a la habitación para dejarlo en la cuna. La rubia la siguió cerrando la puerta de la habitación para que la otra no huyera. Se acercó lentamente, viendo que estaba agarrada fuertemente al borde de la cuna. La cogió del brazo y la giró hasta que se quedaron frente a frente.

- Mírame a los ojos... vamos -Santana la miró por unos segundos, y después volvió su vista al suelo- ¿Qué te pasa San?

FLASHBACK

Tres meses antes...

Santana abrió ligeramente los ojos, debido a la luz que entraba por la persiana. Estaba bocabajo completamente desnuda en su habitación, tan solo cubierta por una fina sábana. Recordó la noche anterior y cómo había acabado allí con Brittany, apareciendo en su cara una sonrisa. Giró suavemente su cabeza, para encontrarse la cama vacía. Miró confundida a todos lados, incorporándose.

Nunca es tarde [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora