T1. Cap. 16. Hospital

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Brittany aun seguía en la misma posición, sentada al lado de la cama de Santana. Tras quedarse dormida un par de horas después de la marcha de los chicos del Glee Club, se había levantado sobresaltada por el ruido de una conversación entre enfermeras en el pasillo.

Se levantó, estirándose un poco. Le dolía todo el cuerpo, pero no quería separarse de ella. Sabía que apenas habían pasado unas horas desde el incidente, pero verla con la mascarilla de oxígeno y las vías, la encogía el corazón. Suspirando, se asomó por la única y minúscula ventana de la habitación, viendo que aun era de noche. Las horas pasaban lentamente entre aquellas cuatro paredes.

Notó como alguien abría la puerta en ese mismo instante.

- ¿Se puede?

- ¿Qué haces aquí aún Noah? –preguntó Brittany extrañada- creía que se había ido todo el mundo...

- Tengo un amigo que trabaja en esta planta como enfermero -susurró pasando a la habitación con unas bolsas de plástico en las manos, cerrando la puerta tras él- me debía un par de favores y se los he cobrado. No es bueno que pases la noche sola.

- Están Kurt y Blaine en la sala de espera.

- Bueno y ahora yo estoy contigo en la habitación.

Puck se acercó a ella y besó su mejilla, quitándose la chaqueta después, para dejarla colgada en el respaldo de la primera silla que encontró.

- ¿Qué tal está? –preguntó Puck sin apartar la mirada de Santana- ¿Ha dicho algo nuevo el médico?

- Dice no hay cambios... -susurró Brittany apartando el flequillo de su novia- pero que eso es buena señal, cuando recupere un poco las fuerzas, despertará.

Noah se acercó lentamente por detrás a Brittany y puso las manos sobre sus hombros.

- ¿Y tú y el bebé qué tal estáis?

- Noto algunas molestias -comentó Brittany acariciando su vientre- pero supongo que es normal, estando como estamos... Quizás el bebé note lo que está pasando.

- Ya que no aceptas moverte de la habitación para dormir en un sitio decente, al menos deberías de comer un poco -comentó Puck separándose de ella, cogiendo las bolsas que había traído- el tito Puckerman ha pesado en todo. Toma.

Sacó un embase con mango picado y un filete de pollo a la plancha. Después siguió sacando unos cubiertos, unas servilletas, dos botellas de agua y otro envase con su comida.

- Blaine me contó que tenías antojo de mango desde que empezaste el embarazo -comentó tendiéndola el envase con una sonrisa- y después de hacer un chiste con el tema, entre los dos preparamos esto...

- Puck, de verdad que muchas gracias, pero ahora mismo no tengo hambre.

- Mira, no puedes estar si comer y tu hijo tampoco.

Ambos se sentaron en el sillón y usaron la mesa auxiliar para poner la comida. Brittany se puso a mirarlo con una sonrisa mientras que la tendía una servilleta.

- Gracias por todo. Por cuidarla, por cuidarnos... Siento haberme puesto mal contigo cuando fuimos a por Santana. De verdad.

- Si yo tuviera una novia como la tuya, también estaría celoso de todo el mundo –dijo Puck con una pequeña sonrisa- Santana es como mi hermana pequeña, no tienes por qué preocuparte... además, ella está loca por ti. 

- En este tiempo nunca te lo he dicho, pero... a pesar de lo bestia y animal que eres a veces... has cambiado muchísimo desde que estuvimos en el instituto.

Nunca es tarde [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora