T1. Cap. 14. Escapar

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Santana comenzó a despertar de su sueño. Se incorporó levemente apoyada en sus antebrazos, y miró a su alrededor. Estaba tumbada en una cama, en un cuarto muy similar en la que había estado tanto tiempo encerrada con Rachel, pero este tenía el aspecto de una habitación real y no de un "agujero" con una cama. Había armarios, un escritorio, una silla, libros...

- ¿Dónde...?

Antes de terminar la pregunta, comenzó a oír ruidos detrás de la puerta. Se levantó lo más rápido que su cuerpo le permitía y cogió un palo de madera que estaba apoyado en la pared.

Era el momento de actuar.

No sabía el motivo, pero Artie aparentemente la había perdonado la vida y no iba a esperar a darle una segunda oportunidad. Necesitaba salir de allí a toda costa, costase lo que costase.

Alguien comenzó a girar la manija y Santana levantó el palo de manera amenazante al lado de la puerta, escondida. Sabía que no podía dar un golpe muy fuerte por cómo estaba, pero solo necesitaba una distracción para poder buscar a Rachel y escapar.

Cuando entró la persona, sin pararse a pensar fue a pegarle en la cabeza. Hasta que vio que no era el pelo corto y moreno de Artie sino rubio y largo. Que era más alto que ella a diferencia de Artie. Y con unos preciosos ojos azules.

Automáticamente, Santana puso cara de terror y se le calló el arma de entre las manos. Haciendo un fuerte ruido, rompiendo el silencio que hasta entonces la envolvía.

- San -sonrió Brittany llorando intentando acercarse.

- No... puede ser... tú no puedes estar aquí –dijo Santana sin cambiar su expresión, comenzando a andar hacia atrás- No sé quién eres y por qué te pareces tanto a mi novia, pero no me vas a engañar. Me estoy volviendo loca...

Brittany se paró en seco. En todo el tiempo que habían estado separadas, había estado pensado cómo iba a ser su reencuentro con su novia. La abrazaría y la daría un beso que la dijese, sin necesidad de palabras, cuánto la había echado de menos. Pero ni en sus peores pesadillas se hubiera imaginado la escena así.

- Cielo, soy yo... -susurró acercándose lentamente- No te estoy engañando, ahí fueran están todos los chicos, Quinn, Rachel, Sam, Tina... No pueden engañarte todos.

Santana negaba llorando caminando hacia atrás, tropezando con varios muebles, hasta que su espalda finalmente chocó con la pared del fondo, dejándola sin escapatoria.

- No te acerques...

Brittany seguía avanzando con lágrimas en los ojos y una mano extendida hacia Santana. Lo único que quería y necesitaba era tocarla, rozarla... que la latina la sintiese y todo estaría solucionado. Sabría que era ella verdaderamente.

Santana se sentó arrastrándose por la pared y enterrando después, la cabeza entre sus piernas, protegiéndose.

Acobardada.

- No me hagas daño, por favor...

Brittany paró en seco. Nunca había visto a Santana así, tan aterrada.

- Me quedaré aquí sin moverme, tranquila... No me acercaré más. Haré lo que tú quieras.

Tras unos segundos en los que sólo se oía el sollozo de la latina, Brittany se acercó a la puerta de salida, para dejarla durante un rato sola. Pero antes de salir, se limpió las lágrimas que corrían por sus mejillas y comenzó a hablar.

- ¿Sabes? Nunca te lo he dicho porque quizás sea un poco estúpido, pero... desde que éramos pequeñas siempre supe que estaba enamorada de ti... aun no sabía lo que significaba la palabra amor y estar enamorada, pero si sabía que mis sentimientos hacia ti eran distintos de los que tenía hacia Quinn, o hacia cualquier otra persona. Mi corazón latía distinto si tú estabas cerca. Como ahora.

Nunca es tarde [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora