T1. Cap. 24. Encuentros

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Santana se había levantado pronto sin el llanto de su hija por primera vez. La pequeña con el paso de las semanas, había comenzado a dormir más horas seguidas dejando a sus madres más tiempo para descansar.

Con todo el cuidado posible, Santana se separó de los brazos que la envolvían y la retenían en la cama, incorporándose. Brittany al notar la ausencia del cuerpo de su novia, rápidamente se aferró a su almohada. La latina acarició su rostro con una sonrisa y se levantó totalmente, buscando unos pantalones cortos y una camiseta amplia que ponerse.

Ya que había intentando volverse a dormir sin conseguirlo y no tenía nada que hacer, iba a preparar el desayuno para llevárselo a la cama a su prometida.

Según iba andando por el pasillo, se recogió el pelo en un moño rápido. Entró desperezándose a la cocina y comenzó a preparar un poco de todo: tortitas, café, algo de fruta... un desayuno completo.

Cuando tenía todo puesto en una bandeja, cogió una servilleta de papel e hizo una rosa para ponerla en el vaso. Ahora sí, con todo listo, se dirigió de nuevo a la habitación, dónde Brittany seguía en la misma posición en que la había dejado.

Santana se sentó en el borde de la cama y dejó la bandeja en la mesilla. Después, pasó lentamente su mano entre los mechones dorados de su chica.

- Britt-Britt, es hora de levantarse. Tenemos la comida con mi abuela y no creo que quiera esperarnos dos horas otra vez como la semana pasada.

Brittany abrió un poco los ojos con una sonrisa.

- Fue tu culpa... me hiciste trabajar en exceso durante la noche -comentó frotándose los ojos con sus manos- ¿Cuánto tiempo llevas despierta?

- Desde hace un buen rato, no conseguía volverme a dormir –susurró la latina cogiendo la bandeja y poniéndosela en las piernas de la otra- toma, te he preparado esto, tienes que comértelo todo.

Brittany pegó un pequeño grito emocionada, mientras cogía la rosa de papel con sus manos y la dejaba en su mesilla.

- Tiene una pinta estupenda –dijo la rubia cogiendo un pedazo de fruta, llevándoselo a la boca- ¿Aún no se ha despertado Sarah?

- No. Ya se va haciendo mayor y supongo que va durmiendo más horas seguidas. Por ahora es mejor no despertarla, que descanse todo lo que quiera, sino luego va a estar inaguantable durante la comida.

- Si, ya conocemos de sobra el humor López cuando alguien los despierta... -murmuró la rubia con la boca llena mientras Santana fruncía el ceño enfadada- está delicioso. Mmmm tortitas...

Brittany dejando la fruta a un lado, cogió rápidamente los cubiertos y empezó a comérselas. Como era normal desde pequeña, se manchó parte de la cara con el sirope de chocolate. Santana rió y la limpió con una servilleta.

- Casi no puedo esperar estas tres semanas para casarnos y poder llamarte mi esposa.

Brittany paró de comer, mirando a los ojos marrones que la tenían enamorada.

- Ni yo tampoco.

Dicho esto, la cogió por las solapas de la camisa acercándola todo lo posible a sus labios, olvidándose de la bandeja que tenía apoyada en sus piernas.

- Cariño la bandeja, la vamos a tirar encima de las sábanas...

La bailarina ignoró su comentario y comenzó a besar apasionadamente a su chica, haciendo que Santana gimiera levemente. Cuando fueron a quitar la bandeja, el ruido del timbre las sacó de su nube. Resoplando, la morena se apartó ligeramente mirando su reloj.

Nunca es tarde [Brittana/Faberry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora