Nunca es tarde [Brittana/Faberry]

T1. Cap. 23. Inseguridades

- Menudo espectáculo el de anoche -comentó Quinn dando de comer a Ian- solo os faltaba el uniforme de animadoras.

Brittany se sonrojó y evitó la mirada de sus amigas cogiendo a su hija y jugando con ella. Quinn no dejaba de reírse mientras la daba codazos intentando llamar su atención.

- Erais el centro de atención–rió también Rachel.

Santana, entró al salón con una bandeja de cafés dejándola en la mesa de centro. Se sentó al lado de Brittany pasando el brazo por sus hombros.

- Sois unas amargadas.

Las dos fruncieron el ceño mientras la abogada sin ningún tipo de timidez, cogió de la cara a Brittany besándola apasionadamente.

- ¡Eh! Seguimos aquí -gruñó Quinn dando un manotazo a la pareja para que se separara- Últimamente estáis más salidas que de costumbre.

- Estamos igual que siempre. Será que aquí, el enanito del bosque, no te da lo que necesitas y te fijas más en lo que hacemos los demás.

- ¿¡Perdona!? -gruñó Rachel- Yo a mi mujer la tengo bien servida, deberías saber que...

Quinn la tapó la boca como pudo totalmente roja mientras que Brittany y Santana se reían de ellas.

- Rach, intenta que no te saque de tus casillas. Cambiando de tema, ¿Qué tal va la planificación de la boda?

- Ya tenemos todo escogido, simplemente tenemos que casarnos –comentó Santana mientras besaba la sien de su futura esposa.

Continuaron tranquilamente hablando de temas de trabajo y de los niños. Al cabo de un rato, la latina se levantó recogiendo todos los vasos y dando ligeramente en el hombro a Rachel.

- ¿Me acompañas a la cocina? Tengo que hablar contigo temas de la boda y no quiero que estas dos nos escuchen.

La más bajita asintió con una sonrisa, llevándose a Ian con ella. Las otras dos, se quedaron sentadas en el salón en silencio.

Quinn observó con una sonrisa cómo Brittany mantenía entretenida a su hija jugando con ella. Con mucho cuidado, Quinn se acercó a ellas para coger a la pequeña en brazos.

- Ven con tía Q. Que a mami la tienes muy vista...

Sarah balbuceó mientras que la psicóloga se sentaba y se la acomodaba entre sus brazos, acunándola para poderla dormir.

- Ahora que Santana no está, te voy a hacer una pregunta y quiero que me respondas sinceramente... Todo lo que pasó anoche, ¿lo hiciste porque estaba Ania delante?

Brittany la miró con el ceño fruncido.

- ¿A qué viene esa pregunta?

- Britt...

- No Quinn. No me beso con mi futura mujer para dar celos a otra. Sólo la saqué a bailar para que la dejara en paz... porque sí, Ania me estaba poniendo bastante nerviosa. Pero fue Santana a la que se le fue la mano con la bebida y se puso más cariñosa de la cuenta. Y no la paré, porque no quería pararla.

- Desde luego sabes cómo marcar algo como tuyo, aunque haya sido de manera involuntaria -rió Quinn mientras acariciaba suavemente la cara de Sarah- sabes que Ania no tiene ningún tipo de oportunidad con tu mujer, ¿verdad?

- Lo sé -suspiró Brittany mirando sus manos- pero no me gusta cómo la trata, ni como la mira... parece se la va a comer en cualquier momento.

Quinn rió por el comentario, gesto que no gusto nada a la otra.