Béise krees HoSeok

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Ahí estábamos ambos solos en una pequeña habitación, tan juntos como siempre, pero ahora era distinto, hoy no lo estábamos, alguien más entró a su vida y yo sabía quién era, su rostro iluminado por aquella pantalla, sonriéndole a aquella persona quién le enviaba mensajes y él muy entusiasmado respondía ignorando completamente mi existencia en aquella habitación.

Con algo de pena me levante de la silla en dónde estaba mirándolo, nada, no se dio cuenta de que me iba, con un nudo en la garganta salí de allí, camine por las calles vacías de América, tenia tenía miedo, era pasada la media noche y aquellos chicos en la esquina no me daban buena espina, pase junto a aquel grupo recibiendo "elogios" por mi cuerpo, grotescos todos.

Llegue al parque más cercano sintiéndome inseguro, un chico de cabellos grises y unos hoyuelos se acercó a mi feliz junto a otro chico, ambos apuestos sin duda, amistosos hablamos hasta que preguntó la razón por la que estaba allí.

ㅡYo... Necesitaba caminarㅡ mentí pero fui descubierto en segundos recibiendo un abrazo de parte del que parecía ser mayor.

Rompí en llanto apenas sus brazos me rodearon aferrándome a su camisa soltando cada parte de mi cuerpo derrumbándomd por completo, sus palabras hicieron calmarme, aunque solté mi agarre él no lo hizo, siguió abrazándose, sonreí y limpié las lágrimas que yacían en mis mejillas, minutos después se alejó relatándome una sonrisa, una invitación inesperada salió de sus labios la cual acepte.

Caminamos a la cafetería más cercana mientras en el camino iba muy acaramelado con su chico, haciéndome recordar los buenos días que tuve con él, ahuyente aquellos recuerdos y entre a la cafetería sentándome en la última mesa apartándome de ambos dándole su espacio, pedí sólo un café y comencé a tomarlo apenas llegó.

Así pasó mi noche vagando por la ciudad, ningún mensaje, ninguna llamada, nada. Ya de madrugada decidí volver a aquella pieza que compartíamos, creía que al menos tendría consideración, estaba enrollado en la cama con alguien más, ahora entendía todo, entre sin más; tome mis cosas y salí siendo perseguido por el y sus estúpidas excusas, una vez fuera tome todo el valor y le enfrente.

ㅡ¿Que es lo que quieres? ¿No te basta con todo lo que ya me has hecho?ㅡ pregunté dándome la vuelta violento.

ㅡYo te amo, esto no ha significado nada. ㅡ dijo con lágrimas fingidas.

ㅡDeje de creerte hace mucho tiempo, vete de mi vida, deja de hacerme daño y márchate de una vez, es lo que mejor sabes hacer, abandonarme.

Su silencio lo decía todo, él lo sabía, sabia que era cierto, esa fue la primera vez que no derrame lágrimas porque sabía que era lo correcto. Así pasaron los años, sabía que me estaba buscando, sabía que me veía a lo lejos y que estaba atento a lo que fuera hacer, ahora ya con 30 años y mi vida casi firmada ahora con otra persona a mi lado, me lo tope.

Seguía con la misma mirada con la que lo había conocido, su encantadora sonrisa y sus hermosos labios que ahora sin duda correspondía a otro, respire entrecortado y sentí mi sangre helarse le mire fijo sin expresión.

ㅡNos volvemos a encontrar, pequeñoㅡ susurro acercándose a mi, sintiendo mi cuerpo fallar.

ㅡYo, no, tu me has seguido esto no es casualidad ㅡ espeté alejándome sin más.

Me di media vuelta y camine en dirección sintiendo sus pisadas tras de mi para ser dado vuelta y sentir sus brazos a mi alrededor, su boca se acopló con la mía haciéndome volver a sentir aquel amor que creí olvidado, correspondí y subí mis brazos a su cuello, lo había extrañado tanto tiempo que ni siquiera me había dado cuenta, terminó el beso y una sonrisa llego a mi rostro, volví a besarlo sin duda fundiéndome en él.

Nos separamos por la falta de aire y fue en ese entonces cuando me di cuenta de todo, siempre había sido él, nunca me olvidaría de él, ni mucho menos podría odiarle, él me enseñó tantas cosas lindas, a como sonreír después de tener el corazón roto, a como sentirme feliz a pesar de todo lo malo, nunca podría olvidarme de la persona que me hizo salir adelante, a la única persona que se quedó conmigo, nunca podría olvidarte después de verlo sonreír, aunque  lo intenté, nunca lo olvidaría, porque me sanó, y me enseñó a querer,  él es especial para mí y nunca podría olvidarle…


Fue así precisamente como terminó todo, volvimos, nos unimos de nuevo, todo volvió a la normalidad y disfrutaría de ello al menos por un tiempo, quizá volvería a entrar alguien en su vida pero él volvería porque lo conozco y si no fuera cierto no estaría ahora conmigo y no me habría vuelto a buscar, no tendríamos la familia que ahora tenemos, puedes llamarme masoquista o estúpido pero es amor y eso querido lector no puedes evitarlo, porque llega de sorpresa y te hunde hasta lo mas profundo te hace probar los placeres se la vida y luego finalmente te suelta dejándote destrozado, pero no, tranquilo no tengas miedo, habrá alguien que te sacará de la miseria y te ayudará a surgir nuevamente.

Fuiste egoísta, pensaste solo en tu bien y no en el cómo me sentiría yo al ver esa escena, pero está bien, eres y siempre serás egoísta.

conocemos personas con las que nos conectamos tanto que parece como si nos conociéramos de otra vida, como si nuestros destinos estuvieran cruzados, como si estuviéramos es un ciclo sin fin de algo que ya sucedió y volverá a suceder, como si fuésemos amores de otras vidas destinados a estar juntos en todas sus vidas pasadas y futuras. es gracioso que parezca que fuésemos peones en un inmenso juego de ajedrez e intentamos mover las piezas en contra del destino, y terminamos encontrándonos de frente con él, es como si tratáramos de huir y terminamos enredados en un juego sin salida. Cuando trato de explicarlo suena complicado.

Bangtan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora