Bangtan One Shots

Who's the killer?

Era una dulce y gélida mañana. Ésa sería la mañana de otoño más fría del año. La plaza de la ciudad estaba en su cima de corridas frenéticas de hombres apasionados comprando buqués para sus amadas. Los floristas vendían el doble de la semana pasada. Park JiMin caminaba entre la multitud con sus manos en los bolsillos, distraído en su mente.

A pasos largos él avanzó más rápido que el propio ritmo de la multitud que más adelante parecía crecer cada vez más. De repente golpeó a alguien, cuando se volvió vio a un joven muchacho... Sus ojos se fijaron en él.

Un ángel - él pensó.

Sus ojos fueron los primeros en tomar su atención. Eran castaños, grandes y bellos. Eran ojos que parecían llevar nada consigo, su alma parecía perdida en caos y soledad. El viento constante hacía su hermoso pelo pender y balancearse al viento mientras el sol lo bañaba, dando la impresión de ser como el color vivo del fuego.

- Lo siento - Se disculpó JiMin.

- No hay que disculparse señor. - el joven sonrió.

Park sintió un ardor en el estómago. Llevó la mano a su barriga y se dio cuenta de que estaba sangrando, miró al hombre parado delante de él, tenía una sonrisa perversa en la cara.

- Adiós JiMin. - susurró antes de tirar del pequeño puñal.

[...]

Jin se movió en la cama buscando una posición mejor para continuar durmiendo. Abrió los ojos lentamente, dejando que su visión se acostumbrara a la luminosidad del local. Se sentó y se llevó una mano al pelo desalineado y frotó los ojos.

Día de San Valentín, que asco. - Pensó.

Él simplemente odiaba aquella fecha y todo lo que ella representaba.

Tenía la certeza de que sería un día aburrido, nada sucedía durante el día de fiesta. Parece que la gente tomaba en serio, la historia del amor está en el aire. Él calmadamente se levantó y se dirigió a la cocina donde hizo una taza de té para calentar el organismo.

- Señor Kim - una mujer rubia de pelo corto se paró delante de él. - Capitán Min desea hablar contigo. - le entregó a él un pequeño celular.

- Gracias por avisarme - le agradeció rápidamente, antes de llevar el aparato al oído. - Buenas tardes, Capitán.

- Kim, ¿has visto los noticieros? - YoonGi preguntó exaltado.

- No - respondió él. - Usted sabe que en esa maldita fecha, yo nisiquiera enciendo la televisión.

- Hubo otro asesinato. - Min informó. - Te necesito ahora en el departamento. - SeokJin nisiquiera se digno a responder y colgó.

Él salió apresuradamente. El departamento quedaba localizado hace algunas cuadras de allí y en pocos minutos divisó la construcción gótica e imponente. Algunas personas la creían sombría y fría, SeokJin particularmente le gustaba la arquitectura, combinaba con su estado de espíritu, lo que no significa que le guste estar allí.

El más viejo respiró profundamente antes de entrar en el edificio, caminó rápidamente por el largo y vacío corredor, hasta llegar a una pequeña recepción, donde se encontraba un joven de cabellos rubios.

- Buenas tardes TaeHyung. - saludó al joven.

- Sólo un aviso, el capitán está enloquecido. - TaeHyung advirtió. - Ten cuidado.

Kim sólo sonrió y se dirigió a la oficina, golpeó ligeramente en la puerta, entonces oyó luego el crujir de la puerta abierta.

- ¡SeokJin! - El capitán Min hizo un pequeño gesto indicando que él entrar.