Bangtan One Shots

Silence

Se encontraba caminando por la acera mientras se acercaba lentamente a la entrada del bosque, se adentró observando como las pequeñas hojas del árbol caían a su alrededor, el viento soplaba suavemente a través de su cabello. Se acercó a un gran árbol de roble acariciando despacio con sus uñas la corteza del tronco a medida que avanzaba.

A lo lejos se encontraba un manto blanco en el suelo, curioso TaeHyung se acercó moviendo con la punta de sus dedos la tela que la cubría, un ciervo se encontraba a sus pies con un poco de sangre al rededor de su tórax escurriendo hasta el suelo formando un pequeño charco de color granate. Pero el animal no estaba muerto, intentaba esconderse de aquellas delgadas y heladas manos utilizando sus débiles patas en el intento.

Un ligero sonido de sus labios salió intentando calmar al animal con un simple 'Shh' que resultó ser gratificante ya que el ciervo automáticamente se dejó tocar por él mientras su vida lentamente se iba de su cuerpo por el puñal que había usado para acabar su sufrimiento.

De pronto un susurro se hizo presente alertándolo e incitándolo a mirar hacia atrás; no había nada, desde el fondo a los ojos de inerte ciervo se encontraba algo observándolo. Su pulso se alzó levemente mientras volvía a cubrir el cuerpo con la manta siendo manchada automáticamente por aquel líquido rojizo vibrante.

Otro sonido, esta vez el crujido de las hojas secas a su lado, volvió a mirar y nada. Se levantó despacio sintiendo algo acercándose a su cuerpo apenas rozando su muslo en el proceso. Tuvo la intención de salir corriendo y alejarse del lugar temiendo que algo o alguien lo hubiera visto matar al ciervo. Hasta que finalmente lo hizo; corrió por la extensión del bosque hasta toparse con la línea de trenes.

Se detuvo a la entrada y tomó sus rodillas recobrando el aliento mientras comenzaba a caminar para tomar el tren a su casa, se asombró de no ver a nadie a su alrededor.

Se cuestionó  el donde estarían todos mientras tomaba asiento en uno de los sofás esperando a que el tren llegara a por él, pasaron los minutos los cuales transcurrieron lentamente siéndole casi eterno; el tren aún no llegaba. Curioso se levantó y caminó por entre los trenes que allí estaban detenidos, miró hacia adentro y sólo habían cajas, las fichas a donde se dirigían y de quienes eran. Un nombre se le hizo familiar mas no le tomó importancia y siguió su camino.

De nuevo el sentimiento de ser perseguido se hizo presente, por lo que se detuvo se sentó en el borde de uno de los trenes y jugó con sus piernas balanceándolas hacia adelante y hacia atrás como un niño pequeño recordando nostálgicamente al pequeño tigre que tenía en ese entonces.

Un sonido de al alguien corriendo en su dirección lo alertó, haciendo que saltase y comenzara a correr rápidamente hacia la salida la cual ya se encontraba bloqueada, intentó romper los candados pero no pudo hacerlo, dio la vuelta y corrió por los carriles del tren haciendo las piedras sonar a su paso, a medida que corría aquello que lo perseguía se acercaba más a pesar de que corría cada vez más rápido o eso pensaba y quería creer, eso le pisaba los talones. Hasta que tropezó con sus propios pies y cayó fuertemente golpeando su cabeza sintiéndose semi-consciente.

Se giró observando a aquello trepar por sus piernas hasta su estómago viendo que en sus pequeñas manos se encontraba el mismo puñal que había usado en el ciervo.

Miró a la pequeña figura decir algo que no pudo esuchar bien por el aturdimiento que le había dejado el golpe, pero si pudo entender las intenciones que aquello tenía con el puñal, escuchó su risa mientras alzaba ambos brazos empuñando el arma.

El puñal vaciló en sus manos hasta que finalmente fue encajado en su pecho perforando su pulmón. Dejó aquello enterrado y cubrió su boca mientras parecía reírse de él mientras el dolor era casi insoportable para el pobre de sonrisa cuadrada.

Apunto de volver a ser enterrado el tren pasó al fin fragmentando en dos su cuerpo.

De pronto despertó, estaba en una habitación de colcha color blanco hueso y una camisa del mismo color rodeándolo, intentó hablar pero una mordaza lo cubría y le impedía hablar o emitir algún sonido. Intentó levantarse mas no pudo hacerlo; en la única puerta que allí había una cara se asomaba a través de los barrotes.

Escuchó al hombre detrás de la puerta reír; ¿Por qué se reía de él? ¿Dónde estaba? El sonido de la puerta siendo abierta lo alertó haciendo que se removiera en la silla tratando de zafarse de aquella tediosa camisa de fuerza.

El hombre se adentró en la habitación comenzando a caminar a su alrededor como si estuviera tratando de encontrar algo en él. Su sonrisa se ensanchó llegando enfrente mientras se inclinaba a su altura.

Un fuerte pitido volvió a dejarlo aturdido sin poder escuchar algún sonido. ¿Qué provocaba tal dolor a sus tímpanos?

Detrás del hombre se volvió a abrir la puerta dejando ver a aquello que antes lo había atrapado. Era real y estaba allí; rió por su cara de espanto acercándose subiéndose por sus piernas.

Le miró y toco su mejilla mientras que con su mano libre inyectaba algo en su cuello haciendo que perdiera completamente la cordura. Nunca nadie más supo lo que fue de TaeHyung. Nadie sabe si murió o sigue con vida ¿Que era aquello que lo perseguía? ¿Por qué a él? ¿Que había hecho? ¿Fue por quitarle la vida al ciervo?