Lybrinth

14 0 0
                                    


¿Dónde estaba?

No lo sabía.

¿Cuánto tiempo llevaba corriendo?

Tampoco tenía idea.

Huía por un laberinto oscuro.

Tropezando, cayendo, volviéndome a levantar.

Debía huir, debía ponerme a salvo.

Tengo que encontrar a TaeHyung eso está demasiado cerca oh por favor que no me atrape…

Escuchaba su respiración fatigosa. No importaba cuánto corriera, aquello parecía acortar la distancia.

-Tres días.

Se detuvo al escuchar esa voz cargada con un eco lejano.

-¡¿TaeHyung?! –gritó.

-En tres días y la espada llegará hasta tu corazón. Entonces, morirás.

-¡¿Qué?!

-Buscaré la forma de salvarte, aunque sea lo último que haga. Resiste, JiMin. Volveré.

-¡TaeHyung!

No lo escuchó más, pero sí oyó de nuevo la respiración, más cerca que en ningún otro momento.

Corrió sin rumbo, cuidándose solo de no quedar atrapado en los callejones sin salida.

Perdió la noción del tiempo otra vez. Hasta que encontró a alguien.

-¿Quién…?

-¡Aléjate de mí! –gritó el otro.

Eran casi idénticos. Aquel hombre de nombre desconocido levantó ambas manos en un gesto tranquilizador.

-No voy a hacerte daño.

-¿Eso le dijiste a los otros?

-¿Cuáles otros? Escucha, no entiendo nada de lo que está pasando. Mi nombre es Jeon JungKook, soy el único que puede ayudarte…

-No es cierto, tu también...

-¿Qué?

-Fuiste tu quién los mató, él también era un Jeon.

-Pero… ese es el nombre de uno de mis predecesores.

-¿Ah, sí? Puede que no seas él, pero…

La respiración llegó de nuevo hasta ellos.

-Dos. Son dos –susurró una voz extraña que no pertenecía a ninguno de ellos.

-Corre –ordenó JungKook.

jimin no se hizo repetir la indicación.

-¡¿Qué es?!

-Una abominación. Un error –JungKook jadeaba, tenía mucho más tiempo que Jimin huyendo de aquello- Es como Cronos devorando a sus hijos.

En la siguiente vuelta, JungKook resbaló.

-¡No podrás huir! –exclamó aquella voz de pesadilla.

JiMin pudo ver como algo arrastraba al más joven hasta lo más profundo de la oscuridad sin poder hacer nada para ayudarlo. El ruido de algo que desgarraba, masticaba y tragaba se impuso pronto a los gritos de agonía.

JiMin empezó a correr de nuevo.

De pronto se encontró en una parte del laberinto que era diferente a las otras. Debía ser el centro y tenía el aspecto de una sala en la que el suelo, las paredes y el techo eran de espejos.

Bangtan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora