Ice Cream VKook

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Aquella mañana me desperté apenas sonó el despertador, era mi primer día de trabajo. Aunque no me emocionaba mucho la idea de que fuera en una heladería, quería saber lo que significaba trabajar y empezar por algo simple no sería malo.

Me levanté y me metí a bañar tan rápido como pude, me vestí con el uniforme y salí de casa llendo hacia el local que quedaba en el centro de Seúl, alrededor de dos horas caminando llegué, con los pies adoloridos y la respiración un tanto agitada entré.

- H-hola lamento la demora, y-

- Solo ponte a trabajar

Dijo mi jefe molesto, asentí sin poder darle una escusa y me puse detrás del mostrador, atendí alrededor de 50 personas en lo que llevaba de día, aunque la heladería no fuera muy concurrida llegaron muchas personas ese día.

Así pasaron los días, unos cuarenta días para ser exactos hasta que lo vi, ¿a quién? ya lo sabrás sé paciente.

Me habían "ascendido" ahora ya no estaba detrás de la barra ahora atendía a las personas en sus mesas, ¿como ocurrió? bueno el dueño de la heladería había implementado ese servicio, ahora las personas podían sentarse y comer tranquilamente sus helados, o pedirlos desde su mesa. Eso último era lo que yo hacía.

Estuve tranquilo atendiendo las mesas aquel día, las propinas habían sido generosas y me había emocionado bastante con ello. ¡iba a poder pagar la renta del departamento! Ya no tendría problemas con el arrendatario, ya no me dejaría en la calle.

Llegó mi hora de colación, aquel esperado momento en el que tenía 15 minutos para descansar, 15 minutos que nunca duraban nada, pero algo era algo. En esos 15 minutos apareció él, entró agitado a la heladería cayendo al suelo apenas entró, pegué un salto en mi silla mirando que era lo que ocurría mientras las personas lo rodeaban, solo 5 minutos me quedaban de descanso 5 minutos para ayudarlo.

Me levanté y me acerqué a la multitud abriéndome paso entre las personas, un hombre bastante guapo estaba en el suelo, tomé su pulso y parecía algo muerto, de había desmayado o eso quería creer. Lo levanté como pude llevándolo a la sala de la heladería, probablemente me costaría el trabajo hacerlo pero no podía dejarlo así. Lo recoste sobre la mesa tratando de pensar en que hacer, como salvarlo. Me acerqué a inspeccionarlo, sus facciones eran finas totalmente perfecto. Quite todo pensamiento respecto a su físico he intenté reanimarlo teniendo éxito a la primera alejándome considerablemente de él con un leve rubor en mis mejillas.

- ¿Que pasó? ¿Dónde estoy?

- E-en una heladería... Te desmayaste en la puerta...

- ¿Es enserio?, es un placer conocer a mi salvador.

Estiró su mano en mi dirección la cual acepté sin protestar regalándole una sonrisa cuadrada.

- Soy Kim TaeHyung, un gusto - Susurré aún sin soltar su mano.

- Jeon JungKook, enserio muchas gracias por salvarme - Dijo y quitó su mano de la mía regalándome también una sonrisa haciéndome sonrojar un poco.

Pasaron algunas semanas y no lo volví a ver más, era triste, me había llamado bastante la atención, pero al no poder hacer nada más puesto que mi horario laboral había comenzado instantes después de habernos conocido, el tuvo que irse y yo volver al trabajo.

Al cabo de un año volví a verlo, ahora de traje junto a un hombre bastante mayor a él, iban de la mano felices con un anillo decorando sus dedos.

[I]Que rápido pasa el tiempo -pensó.

Se acercó a ambos tomando la carta sin dirigirme la mirada ¿Me habrá olvidado? Di una fuerte calada de aire y carraspee mi garganta.

Bangtan One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora