Unidos.... ¿por accidente?(Aome x Sesshomaru) (Terminada)

Un día que comienza extraño se puede volver aún más extraño

-¡¡¡AMO SESSHOMARUUU!!!!- Me levanté de un brinco al oír el alboroto.

Jaken gritaba como loco mientras Rin no paraba de mirar a Sesshomaru. Totosai aún dormía como un tronco.

Froté mis ojos y di un largo bostezo. Sonreí al sentir la brisa en mis mejillas.

Agarré mis cosas con los ojos entreabiertos y me fuí a cambiar de ropa sin siquiera prestar atención a lo que decían los demás.

Me lavé la cara y regresé como nueva.

-¡¡¡Amo bonitoooo!!!- Jaken se seguía lamentando.

-¡Se ve muy tierno amo Sesshomaru!, ¿Puedo tocarlas?- Dijo Rin.

No pude evitar acercarme a ver qué ocurría.

-¡Oh!- Quedé sin palabras, pestañé unas cuantas veces y lo miré fijamente. El youkai había amanecido con unas tiernas orejas de perro.

-Miko... estás despierta- Dijo mirándome de arriba a abajo serio- Nos vamos en un rato.

-¿Porqué me mira así?- Pensé un rato- ¡Rin!, ¿qué le pasó a Sesshomaru?- Dije volviendo al tema.

-No lo sé señorita Aome, simplemente despertó de esa manera... ¡Oh!- Dijo repentinamente la niña-, ¡Su cabello!- Rin se acercó y comenzó a revisar mi pelo- ¡Está poniéndose blanco!- Sorprendida le eché una ojeada y me di cuenta que tenía mechones de pelo blanco, ¡parecía Cruela de Vil!

-¡¿Qué?!, ¡¿Pero porqué ?!- Toqué además mi cabeza y me di cuenta que habían también desaparecido las orejas de perro. A cambio habían aparecido unas orejas puntiagudas detrás de mis sienes- ¡Son cómo las de Sesshomaru!- Grité mirando en dirección al youkai. Él me miró fijamente.

-Esto son sólo más señales de que tienen que hacer algo lo más rápido posible- Salió de repente Totosai con una mirada seria.

-Nos vamos- comandó Sesshomaru.

Unos pocos minutos bastó para ponernos en marcha. Hubiéramos salido mucho antes sino hubiese sido por el alboroto que hizo Jaken al ver a su amo con las orejas de perro. Era bastante impactante así que no lo culpo.

Sessomaru iba adelante sobre Ah-un, le seguía Rin, luego yo, y por último Jaken. El viejo Totosai viajaba en su vaca de tres ojos.

Durante el camino, pensaba en la maldición que había caído sobre nosotros, también pensaba acerca de lo ocurrido la noche pasada, quería preguntarle al youkai de qué se trataba su raro comportamiento aunque no sabía si era capaz de hacerlo. Miraba de vez en cuando a Sesshomaru, tenía unas muy tiernas orejas de perro, a decir verdad no venían con su personalidad, luego miraba mis cabellos plateados pensando en esto: ¿cómo es posible que nuestros caminos se hubieran enredado de esta forma?.

Todo el viaje fue relativamente tranquilo. Nadie decía nada. Sesshomaru se quedaba pegado mirando la palma de su mano de vez en cuándo, me pareció extraño. El sitio no era muy lejos así que no duramos mucho en llegar.

Me bajé rápidamente dando un salto del dragón. Una mansión en tinieblas nos aguardaba adelante.

-Disculpe Señor, ¿conoce a la persona que venimos a ver no es cierto?- Pregunté a Totosai viendo lo escalofriante que lucía el lugar.

-¡Pues claro!- Dijo sin dudar- ¿Cómo era que se llamaba?- Se preguntó en voz alta a sí mismo.

-¡Oiga!- Le grité- ¡Más le vale que no nos esté trayendo más problemas de los que tenemos!.

-Si, si, no te preocupes!- Dijo entre risas.

-Rin, Jaken, quédense acá- Dijo Sesshomaru a sus subordinados.