Unidos.... ¿por accidente?(Aome x Sesshomaru) (Terminada)

¿Porqué lloras?

-¿Q...Qué quieres decir?- Dijo Aome asustada.

El youkai le dedicó una sonrisa sin respuesta.

Por el otro lado se encontraba Sesshomaru.

El youkai había logrado atravesar el techo sin el mínimo problema. Llegó a la zona central, desenvainó la espada y hechó una ligera mirada a su alrededor.

El polvo estaba por todas partes impidiéndole distinguir con claridad las cosas en el interior de la habitación. Dió unos pequeños pasos hacia adelante mientras agitaba la espada para apartar el polvo que lo rodeaba.

-Bienvenido- Dijo una voz ronca proveniente de lo más profundo de la sala.

El youkai se giró inmediatamente hacia dónde provenía la voz. Cuando sus ojos se aclararon, pudo divisar la gran silueta de un ser que le daba la espalda con la mirada dirigida a la inmensa ventana que daba al patio donde había dejado a Aome unos minutos atrás.

-Te estaba esperando- Dijo volteándose y mostrándole una sonrisa desafiante. Era otro asqueroso cerdo con vestidos muy caros y brazaletes por aquí y por allá. La única diferencia parecía ser su exagerada gordura. Detrás de él lo acompañaban varios guardias armados de espadas y lanzas.

Sesshomaru quedó en silencio un momento. Le parecía extraño que lo estuvieran esperando.

-Parece que te comió la lengua el gato ¿eh?,- Se burló el individuo al percibir su silencio- O... será que usualmente eres callado- Se cuestionó.

-¿Cómo sabías que venía?-respondió incómodo.

-Hmm...No es tan complicado- Dijo mostrándole sus anillos de oro.

-No sólo eso... si no que parece que sabías cada detalle desde el principio... ¿cierto?- Respondió.

-¡Correcto!- Se burló- Mira. Cuando se tiene poder y dinero, todo se puede- Dijo jugando con las joyas colgando en su cuello- Si hubiese querido, te hubiese matado en esa cueva- Declaró orgulloso.

El youkai permaneció inmutable.

-¡Bueno!- El cerdo cambió su expresión- ¡Basta de hablar!, ¿Qué tal si para empezar, jugamos un poco?. Te atamos a esa silla de allá, te torturamos lo que nosotros queramos por un rato y yo me divierto mientras veo cómo se te borra la cara de estúpido altanero que tienes.

-Quiero verte intentarlo, imbécil- Respondió el youkai.

-¡Jaja!...¿Me estás desafiando maldito?.- El cerdo dió una seña con la mano indicando a sus guardias atacar.

El youkai se colocó en posición y comenzó el combate. Como se esperaba, Sesshomaru acababa con ellos como si fueran simples moscas. Su elegancia era tal, que parecía estar disfrutándolo más que otra cosa.

La horda de enemigos parecía no tener fin. El youkai estaba completamente empapado en sangre mientras nuevos enemigos más grandes y fuertes comenzaban a entrar por la puerta de la habitación. A pesar de eso, no disminuyó su fuerza y siguió en guardia a cada segundo.

De pronto, las cosas comenzaron a complicarse. Sesshomaru se mareo repentinamente. Era sin lugar a dudas un momento inoportuno para que viniesen los extraños síntomas. Sus pasos se hacían lentos y sus perfectos aciertos con la espada se hicieron errados.

El youkai apenas podía esquivar los ataques de los enemigos que se amontonaban alrededor de él.

Al poco tiempo su fuerza titubeó al punto de siquiera poder mantener la espada en su mano. Uno de ellos aprovecho el momento para apuñalarlo a un costado con una daga que conservaba en el bolsillo.